La prestigiosa Ryder Cup de golf de 2031, a un paso de venir a Cataluña
Después de años de negociaciones, el acuerdo entre todas las partes es casi total para realizar el torneo en el PGA Golf de Caldes de Malavella
BarcelonaLa Ryder Cup, la competición de golf que enfrenta a los mejores jugadores de Europa contra los de Estados Unidos desde 1928, se acerca a Cataluña. Según ha podido confirmar el ARA, las negociaciones entre todas las partes han llegado a un acuerdo con el objetivo de hacerla en 2031. Sólo faltaba acabar de decidir cómo se reparte el pago del dinero que debe avalarse para organizarla, acuerdo alcanzado en los últimos días. La Generalitat quería que la inversión privada fuera mayor y en las próximas semanas se hará el anuncio, seguramente antes del British Open de golf de este julio.
El escenario de la competición sería el Camiral Resort Golf & Wellness de Caldes de Malavella, conocido coloquialmente como PGA Catalunya y propiedad del irlandés Denis O'Brien. Llevar la Ryder Cup a Girona es un proyecto que ya había existido hace 10 años, pero la falta de acuerdo lo detuvo en 2023, cuando la competición de ese año se hizo en Italia, cerca de Roma. El cambio de gobierno, con la llegada a la Generalitat del PSC, sirvió para rehacer unas conversaciones que parecían paradas. De hecho, el área de presidencia ha querido desempeñar un papel central en las últimas negociaciones, en parte para asegurar evitar errores cometidos con la Copa América de vela, competición que no cumplió con las expectativas. El contrato final todavía no se ha firmado, ya que el último obstáculo era terminar de cerrar la financiación privada, que debería ser superior a la prevista inicialmente, condición del gobierno Isla para hacer oficial un nuevo gran evento deportivo en Catalunya.
En los últimos meses, Girona había logrado situarse por delante de otras ciudades españolas como Madrid o Bilbao, donde hacía campaña el jugador de golf Jon Rahm, y crear un buen canal de comunicación con los organizadores de la competición, que veían con buenos ojos regresar a España, donde ya se celebró el torneo en 1997 en Valder. La Ryder está organizada de forma conjunta por los circuitos de golf profesionales de Estados Unidos y Europa, unidos bajo el paraguas de una empresa con el irlandés Guy Kinnings como CEO. Los organizadores querían anunciar la sede del torneo del 2031 a finales del 2024, pero han acabado aceptando retrasarlo para cerrar el acuerdo con la propuesta catalana, la única que ha quedado con opciones. De hecho, la edición de 2033 ya tiene sede, en San Francisco. Ryder se hace cada dos años alternando una sede europea y una norteamericana.
Regar con agua no potable, una condición
La candidatura catalana parecía desestimada en el 2023, cuando la Generalitat descartó la construcción del tercer campo reclamado por la organización en las instalaciones del PGA Catalunya. Ahora, ambas partes han acordado que se haga el torneo sin este tercer campo, porque la solución será crear un tercer recorrido uniendo agujeros de los dos campos de 18 hoyos ya existentes. También era clave poder garantizar que el PGA riere con agua recuperada de la depuradora que no es potable, instalada ya en 1999. Desde el Gobierno, de hecho, se ha hecho hincapié en que no se podía apostar por un evento que no fuera sostenible en este sentido. El PGA ya realizó una inversión en esa dirección hace años para funcionar también cuando hay sequía sin gastar agua pública. Plataformas de vecinos y partidos como la CUP se oponen al proyecto y denuncian el modelo de deporte que significa y el impacto ambiental que podría tener este torneo.
En los últimos meses, las conversaciones se han acelerado. Parte de las negociaciones han girado en torno a cómo debería conseguirse el presupuesto de entre 110 y 120 millones de euros. El propietario del PGA Catalunya, el irlandés Denis O'Brien, a través de su empresa Camiral, aporta parte del dinero para la mejora de las instalaciones y llegará inversión pública de entidades como el gobierno central, la Diputación de Girona y la de Barcelona, el Consejo Comarcal de La Selva y el Ayuntamiento de Caldes de Malavella. Los ayuntamientos de Barcelona y Gerona no participan en esta inversión. También existe una subvención del Consejo Superior de Deportes (CSD) de dos millones de euros para ayudar a construir gradas y carpas para acoger el torneo. La clave de la cuestión son los 40 millones que el gobierno de Salvador Illa se había comprometido a aportar hace meses, cuando accedió al gobierno. El fracaso de la Copa América ha condicionado mucho las negociaciones, con debates dentro del gobierno sobre si se podía invertir esa cifra o no. Así pues, el gobierno quiere invertir menos dinero público y quiere que buena parte del dinero invertido venga de las tasas turísticas.
La aparición de inversores privados dispuestos a poner parte de ese dinero ha ayudado a desbloquearlo todo y acercarse a un acuerdo final que debería anunciarse en las próximas semanas. Las conversaciones se han alargado más de lo previsto, pero entre todas las partes se respira optimismo. Y entre los opositores al proyecto ya se hacen preguntas, como ha hecho el grupo de los Comunes, que registró en el Parlament de Catalunya una batería de preguntas dirigidas al Govern sobre el proyecto de la Ryder Cup, ya que según esta formación, la empresa Camiral ha adquirido los terrenos situados entre la vía del tren y la carretera N-II para hacer crecer sus instalaciones. Colectivos sociales y agricultores han expresado su preocupación por la falta de transparencia y por las posibles consecuencias ambientales y urbanísticas que podría tener el torneo.
Este año 2025 la Ryder Cup será en septiembre en Nueva York, en 2027 en Irlanda y en 2029, en Minnesota, ya que el torneo se hace cada dos años, alterando una sede europea con una estadounidense. En 2031, pues, toca en Europa. Y estará en Catalunya, antes de volver a Estados Unidos en el 2033 en San Francisco.