Un Espanyol colosal pone a Simeone frente al espejo

Cornellá de LlobregatLa temporada de consolidación del Espanyol en la élite, la que rompe con Rastar Group y deja atrás una década con una clasificación europea y dos descensos traumáticos, empezó con muy buen pie. Cambio de propiedad, aumento de abonados, éxito de ventas de la nueva camiseta (ayer la cola salía de la tienda), imbatibilidad en la pretemporada... todo el hype que hay en torno al club perico desde la marcha de Joan Garcia le desahogó con 37 minutos el rejuvenecido Atlético de Madrid, de nuevo candidato a todo, con un golazo de falta de Julián Álvarez. Pero una acción de estrategia ejecutada por Edu Expósito y culminada por Miguel Rubio y un auténtico golazo de Pere Milla a finales del partido desató la fiesta en el RCDE Stadium, en éxtasis con la actuación colosal de los de Manolo González, que enviaron a Simeone al rincón de pensar.

Ni Alan Pace ni la leyenda de la NFL JJ Whatt, también accionista de Velocity Sport Limited (VSL, el holding que ha comprado el Espanyol), quisieron perderse el debut de los blanquiazules. Tras darse un baño de masas en los alrededores de Cornellà-El Prat, ambos disfrutaron de un inicio eléctrico de su nuevo equipo, espoleado por la lucha del incansable Roberto, adquirido del todo este verano. El delantero de Puente Genil fue un dolor de muelas constante para un Atlético que se ha quitado las arrugas con la venta de varios futbolistas por encima de la treintena, reemplazados por Pubill, Ruggeri, Cardoso, Baena, Almada, Raspadori y Hancko, el único de los nuevos que ha nacido antes del siglo XXI. El lifting le ha costado 170 millones de euros.

Precisamente, el central eslovaco, de cabeza, dispuso de la primera gran ocasión de los suyos tras un buen centro lateral de Baena. El imponente Dmitrovic, el elegido para relevar Joan Garcia, hizo un paro tan poco ortodoxo como efectivo. El serbio no pudo hacer nada en el lanzamiento de falta de Julián Álvarez, que antes del descanso clavó el balón a la escuadra de su portería. Uno de los goles de la jornada que hacía justicia a lo visto en el primer acto.

El icónico Pere Milla, un revulsivo de lujo

Advirtió a Manolo en la previa que tenía un plan B, y lo puso en práctica tras el descanso: entraron Dolan, para encarar, y Kike García, para rematar. Pero lo que mandó fue Julián Álvarez, que se estrelló con el palo tras una jugada de tiralíneas de los de Simeone, dominadores pero poco efectivos.

Cuando parecía que los visitantes estaban cerca de cerrar el partido, una acción de balón parado desató la alegría. Desde muy lejos la puso en el segundo palo Edu Expósito, y el central Miguel Rubio, que había entrado hacía siete minutos, apareció en el segundo palo para marcar el empate y devolver el hype en la grada. La fiesta no se detuvo, porque el Espanyol quería más y el icónico Pere Milla, con un extraordinario cabezazo, dio la vuelta al marcador y puso al Atlético y Simeone ante el espejo, tan acostumbrados a ganar de esta manera. Ya no pudieron hacer nada.