El Espanyol hace la siesta en Leganés

BarcelonaEl Espanyol hace la siesta antes de tiempo y se complica la vida. En un domingo para olvidar, los blanquiazules cayeron con estruendo en Butarque (3-2) en un partido nefasto que obliga a aplazar unos días más la permanencia matemática que ya tiene el equipo femenino. Las chicas de Sara Monforte cayeron ante el Athletic Club, pero pudieron celebrar su continuidad en la máxima categoría gracias a la derrota del Betis ante el Barça. El próximo jueves, los hombres de Manolo González necesitarán ganar, precisamente, al conjunto azulgrana para certificar la salvación. De lo contrario, tendrán que esperar a las dos últimas jornadas para cerrar un objetivo que está cerca, pero que todavía no está en el saco y bien atado.

Ante el Leganés, el Espanyol recuperó la versión de equipo tierno y débil a domicilio que mostró en los últimos meses del 2024. En el partido en el que podía cerrar el objetivo, no tuvo solidez defensiva ni claridad de ideas con el balón. Manolo González intentó suplir las bajas de Omar y Lozano con Jofre y Calero, dos experimentos que no salieron demasiado bien.

Los madrileños, más necesitados, salieron más intensos y asfixiaron al Espanyol con una presión efectiva. Superada la media hora, Cissé le birló la cartera a Urko, que se durmió dentro del área y acabó permitiendo que los locales abrieran la lata. Un fallo impropio del centrocampista vasco, que no encontró ninguna línea clara de paso. Poco después fue Diomande quien se deshizo con facilidad de Calero para acabar superando a un Joan Garcia que no siempre se puede disfrazar de superhéroe.

El Espanyol, superado en todas las facetas del juego, intentó reaccionar en el descanso. Manolo reajustó al equipo, con Tejero en el lateral y Véliz formando una doble punta con Roberto. Pero los cambios tampoco lograron la reacción esperada. De hecho, la tarde se complicaría más. Primero, Joan Garcia estuvo cerca de ver a la roja en una entrada al límite en Raba fuera del área. Alberola Rojas le enseñó la amarilla en primera instancia, pero tras ser advertido por el VAR, revisó la jugada y corrigió la decisión al ver que el guardameta no había tocado al delantero local.

Justo después, el Leganés remató el partido con un gol en propia de Kumbulla, que accidentalmente tocó un balón mal rechazado por Joan Garcia. El Espanyol en ningún momento logró ni siquiera hacer cosquillas a un Leganés más mentalizado de lo que se estaba jugando. Cabrera y Pere Milla, en el tramo final, acortaron distancias de cabeza en un tramo final en el que Manolo González llegó a reservar figuras de peso como Puado y Roberto cara al derbi del próximo jueves.

Un partido que el Espanyol podría haber afrontado como un simple trámite y que se convertirá en la primera de las tres finales para certificar la permanencia. Con una almohada de cinco puntos respecto al descenso a falta de nueve por disputar, los espanyolistas necesitarán ganar al Barça y esperar a que el Leganés no lo haga en el campo del Villarreal para que la salvación sea matemática. A favor de los blanquiazules está el hecho de que todavía tiene bastantes rivales directos por debajo con un calendario no muy asequible. Habrá que seguir sufriendo hasta que la calculadora no diga lo contrario.