El jugador del Espanyol que nunca olvidará el día que cumplió 23 años

El defensa de Torrent celebró su cumpleaños el mismo día que la DANA inundó diferentes municipios del País Valencià

BarcelonaCarlos Romero (Torrent, 2001) nunca olvidará el 29 de octubre de 2024. El jugador del Espanyol cumplió 23 años el mismo día que la DANA inundó las calles de varios municipios de la Comunidad Valenciana. Un cumpleaños con sabor amargo al ver que el agua inundaba y causaba graves afectaciones en los pueblos donde habían nacido tanto él como su pareja. El temporal no les causó ninguna pérdida personal, pero sí dejó incomunicados durante varias horas a algunos de sus familiares y conocidos.

Tres semanas después, explica al ARA cómo ha vivido desde la distancia una tragedia que, advierte, todavía exigirá meses de trabajo. “Estaba haciendo una videollamada con mis padres, que me felicitaban por mi cumpleaños, cuando les saltó una alerta en el móvil. Entonces todavía no llovía, pero poco después la conexión se cortó”, relata el futbolista. De repente, la celebración de un cumpleaños se convirtió en una espera angustiosa. “Fue impactante, porque la luz dejó de funcionar en muchos pueblos, y tampoco tenían datos de internet en el móvil. Estaba preocupado por los padres, pero poco después nos avisaron por SMS de que estaban bien”, añade. Sin embargo, no fue hasta horas más tarde que pudieron confirmar que todas las personas de su entorno, residentes en municipios afectados, estaban sanos y salvos. “En el caso de un amigo no supimos nada hasta el día siguiente. Por suerte, todos los conocidos pudieron salvar su vida; están bien y sólo han tenido que lamentar algún daño material”, comenta Romero.

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En los días posteriores a las fuertes lluvias, el defensa tuvo que conformarse con seguir desde la televisión y las redes sociales todo lo que ocurría en la Comunidad Valenciana. “Fue chocando e impactante ver las situaciones que vivían nuestros pueblos, porque tenemos a toda la familia y amigos allí. También fue duro ver destruidos algunos campos en los que había jugado de pequeño”, rememora. No fue hasta el pasado fin de semana, aprovechando el paro por selecciones, cuando Romero y su pareja pudieron viajar a Valencia. “Era increíble; parecía haber pasado una guerra. En Torrent quedó especialmente afectada una zona cercana al barranco. En el pueblo de mi mujer seguían conviviendo con una montaña de coches, basura y barro. No se respira demasiado buen ambiente”, lamenta.

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Pese a que la lluvia ya haya pasado de largo, los pueblos de la zona todavía arrastran sus consecuencias. “La familia ya está mejor, pero lo ha pasado mal. Es duro que no puedan ir a ninguna parte porque las carreteras están cortadas, y más que estén obligados a convivir con tanta mierda por las calles –asegura Romero, que pide ayuda–. Falta gente que sepa cómo apartar los coches y la basura. Los políticos no han sabido gestionarlo ni lo están sabiendo hacer, y todavía queda mucho trabajo por hacer. Aparte de limpiar todo el barro habrá que ayudar a las empresas para que no se pierdan puestos de trabajo”, reclama. Algunos conocidos, además, todavía no saben si podrán mantener sus trabajos.

El fútbol, ​​en un segundo plano

Durante estas semanas, el fútbol ha pasado a un segundo plano. Y eso que sólo cuatro días después del primer episodio fuerte de la DANA, Romero fue uno de los jugadores que participó en el derbi del 3 de noviembre en Montjuïc. El de Torrent, eso sí, lamentó justo después del partido que esa jornada se hubiera acabado disputando. “Mi familia y amigos están levantando barro y me gustaría estar allí con ellos. Creo que es lo que debería estar haciendo ahora mismo. Me duele estar aquí jugando y no poder ayudar a los que de verdad lo merecen”.

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Horas antes del partido, el jugador había pedido al Espanyol alguna acción para ayudar a los afectados por la DANA. Sin embargo, entonces la entidad ya trabajaba con la Curva RCDE para iniciar una recogida de material y de alimentos. El jugador fue una de las muchas personas que se acercaron al RCDE Stadium para aportar su grano de arena. La iniciativa logró llenar cuatro trailers. “Debido a la competición no pude hacer más que ir a traer algunas cosas. Me sorprendió todo lo aportado. El Espanyol es un club grande y actuó como punto fiable de recogida”, celebra.

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Este sábado (18.30 h, M. LaLiga TV), en Montilivi, Romero intentará ayudar a sacar del barro a un Espanyol que, a falta del partido aplazado contra el Valencia, está en posiciones de descenso. “Si nosotros no nos vemos capacitados para salvarnos, nadie lo hará. Será un año difícil para la mayoría de equipos de la Liga; muchos buscamos la salvación, pero trabajaremos para salir de la zona de peligro”, reivindica. En el vestuario blanquiazul son conscientes de la importancia de mantenerse en Primera el año posterior al ascenso: “La permanencia daría un plus a la entidad para estabilizarse, así que todo pasa por salvarse este año. Esperamos y deseamos que sea así. Estamos en una situación delicada en lo que respecta a los puntos, pero estamos dando la cara en todos los partidos”, comenta. El lateral cedido por el Villarreal no quiere pensar más allá: “¿El futuro? Por el momento sólo estoy centrado en la permanencia. No sé qué va a pasar; esto lo hablan mis agentes y los dos clubs. Me ha sorprendido Barcelona: es muy similar a Valencia y también tengo una playa por desconectar. Estoy muy cómodo con los compañeros y elstaff, y el Espanyol es un club muy familiar”.