Nueva (y accidentada) siesta del Espanyol

BarcelonaEl Espanyol no encuentra la tecla. Se hunde en Elda (3-2), donde no estuvo nada inspirado y fue demasiado permisivo ante un rival valiente y organizado. El recién ascendido Eldense era uno de los peores equipos en casa, con sólo 14 de los 33 puntos posibles. Luis Miguel Ramis, por su parte, aún no había ganado ningún partido a domicilio como técnico blanquiazul. Y así sigue. Con un equipo que, un día más, ve cómo su historia no garantiza absolutamente nada.

Ramis, conservador en las alineaciones, tuvo que reestructurar la banda derecha por la lesión de Puado y la sanción de El Hilali. Sus puestos los ocuparon Salvi Sánchez y Óscar Gil, respectivamente. También sorprendió la titularidad de Lele Cabrera por delante de Calero. El plan de juego duró exactamente ocho minutos, cuando Edu Expósito tuvo que marcharse del terreno de juego. El dorsal 20 del Espanyol sufrió un tropiezo en una de las primeras acciones del partido, se probó, pero finalmente le sustituyó Jofre Carreras.

Así de rápido se deshizo el conjunto visitante, y Ramis ya había avisado que contra el Eldense había que estar atentos durante los primeros minutos. Iván Chapela demostró que los miedos estaban justificados, e hizo el 1-0, con un toque sutil a un palmo de Pacheco. El Espanyol encontró remedio a tiempo. Un saque de banda rematado tímidamente por Cabrera tocó en la pierna de Iñigo Piña, que igualó el marcador con un gol en propia.

El sol aturde a los pericos

La primera parte duró una hora, pero se vio poco fútbol. Muchos paros del juego por golpes, faltas y silbidos infiltrados en la grada de un estadio pequeño, pero lleno y llamativo. También tuvo que ser atendido a un aficionado por un incidente médico. Entre tanto revuelo, una mano en el área de Ortuño pasó de puntillas para todos menos el VAR. González Esteban no dudó en silbar penal tras revisar la acción, y Braithwaite se consolidó como máximo goleador de la categoría poniendo el 1-2. Sin embargo, los más de 17 minutos añadidos aún dieron tiempo al Eldense ya Iván Chapela –el hombre del partido– de cortar de nuevo la digestión de los blanquiazules. El andaluz firmó el doblete gracias a un saque de esquina muy bien ejecutado de Marc Mateu. Cuando finalmente llegó el descanso, había pasado de todo, pero el duelo seguía igualado en el marcador (2-2).

El Espanyol, dormido al sol de la tarde, fue castigado de nuevo en un saque de esquina. Esta vez fueron Piña, en el primer palo, y finalmente Ortuño, poniendo el pie tranquilamente en el segundo, que protagonizaron asistencia y gol (3-2). Teniendo en cuenta el resultado del enfrentamiento de ida (3-3), los de Alicante han marcado seis goles en dos partidos. Parecía que los pericos podían volver a enfilar el buen camino con la victoria ante el Villarreal B en la última jornada, pero un rival pequeño ha puesto en evidencia la inestabilidad del equipo y del club. El mercado de invierno sigue abandonado y la próxima semana toca recibir al Levante.