¿Quieres que el Espanyol vuelva a Primera?
BarcelonaEl domingo en Gijón todo fue muy bien. Demasiado bien, de hecho. La actitud, el juego y el resultado fueron los que esperábamos desde el inicio de la Liga. Se demostró que, sin ser nada del otro mundo, el Espanyol es el mejor equipo de Segunda y que –a poco que se hubieran hecho bien las cosas– llevaría semanas estaríamos en la playa. Pero después de un par de horas de euforia, a muchos pericos (especialmente a los que llevamos años de sufrimiento) ya nos cogió el miedo. Todo pinta tan bien que ahora es cuando lo pifiamos. Mosaico, llamadas a la asistencia, recepción a los jugadores. Hemos ido de la depresión a la euforia sin pasar por nuestro estadio más natural: la épica. Con esta inquietud y ese miedo afrontaba el partido de hoy jueves hasta que Toni Clapés y su equipo (radiofónico) me han cambiado el estado de ánimo.
Después de un año (de una vida) de ignorarnos, el programa Versión RAC1 de ayer miércoles decidió hacernos protagonistas de su encuesta diaria con una pregunta que parece pensada tomando el carajillo de después de comer: "¿Quieres que el Espanyol vuelva a Primera?" Traduzco: “Oyendo catalán (y, por tanto, normal y, por tanto, culé), ¿quieres que este club pesado y antipático que circunstancialmente, y por desgracia, tiene su sede en Catalunya vuelva a Primera?” Obviamente, la pregunta no se dirige a ningún oyente perico: sería absurda. La pregunta se dirige al oyente catalán de verdad (que diría un personaje del programa que dicen que es gracioso y que yo sólo encuentro xenófobo) y, por tanto, del Barcelona. ¿Qué desea que le ocurra a este equipo extraño?
No es una pregunta para enfadar. Es una pregunta de mal periodismo. Estoy convencido de que a Eduard de Batlle, a Jordi de Planell oa Joan Camí (los grandes pericos de RAC1) les habrá sabido tan grave como a mí. Pero también estoy convencido de que a dos grandes culés (pero buenas personas, que decía aquél) como Jordi Basté o Joan Lluís Garcia (jefe de deportes) tampoco les parece bien. Porque saben que una cosa es defender mucho al Barça (y, para mi gusto, lo hacen demasiado) y otra atacar al Espanyol y hacerlo con un tono de bromita de podcast o de sobremesa. Toni Clapés y su equipo tienen toda la libertad de expresión para hacer una pregunta absurda y ofensiva. Como yo la tengo por criticarla.
Seguramente, detrás de la pregunta hay más incompetencia que mala fe. Pero, de momento, ha unido aún más a la afición perica. Porque eso que ocurre en Catalunya con el deporte no pasa en ninguna parte más. Y nosotros somos unos héroes que nos rebelamos –en Primera o en Segunda– contra todo y contra todos. Esta noche no podemos fallar.