Ramis, el hombre tranquilo que abarataba los fichajes del Real Madrid
El nuevo entrenador del Espanyol busca el primer ascenso en el banquillo después de ayudar a pagar a Redondo y Suker
BarcelonaSi alguna calidad destaca en la carrera profesional de Luis Miguel Ramis (Tarragona, 1970) es no rendirse y perseverar a pesar de que el viento le sople en contra. Aunque en su palmarés figuran dos Ligas, el trayecto vital del nuevo entrenador del Espanyol no ha sido un camino de rosas. Más bien al contrario: un proceso de aprendizaje lleno de batacazo contra los que se ha rebelado una y otra vez.
Con 21 años dejó su Tarragona natal para dar el salto al filial del Real Madrid. Tras mantener la categoría el primer curso y olfatear las posiciones líderes de Segunda en el segundo, Benito Floro le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo. Un sueño fugaz, porque a finales del primer año como miembro de pleno derecho de la primera plantilla blanca el Madrid lo utilizó como moneda de cambio para abaratar el fichaje de un joven talento argentino del Tenerife que había atraído la mirada de poderosos clubes europeos: Fernando Redondo. Aunque el conjunto canario pedía inicialmente cerca de 1.500 millones, el club blanco logró ficharle por poco más de 500 millones más dos jugadores, Víctor Fernández y Ramis.
En Tenerife, donde volvería tres décadas más tarde como entrenador, el tarraconense vivió seguramente los años más dulces de la carrera. Tras contribuir a la permanencia en el primer curso, fue pieza clave en la segunda y hasta ahora última clasificación de los canarios para la Copa de la UEFA. Pero Ramis no pudo disputar la competición continental al año siguiente porque el Madrid decidió repescarle ejecutando una opción de compra… para incluirlo de nuevo en otro intercambio. Esta vez, formó parte de un lote de jugadores aún más amplio, de hasta cuatro futbolistas, que permitió al Madrid rebajar el coste de otro fichaje, Davor Suker: de los 900 millones en los que se tasó la operación , sólo 500 fueron en metálico. El resto, en especias.
De las perlas de la cantera blanca a los intentos de ascenso
No fue un movimiento nada dulce porque en el Sánchez Pizjuán Ramis sufrió el segundo de los cinco descensos que viviría como jugador. Los últimos tres, en los tres últimos años como futbolista profesional con el Racing de Santander, el Nàstic y el Racing del Ferrol. Cuando colgó las botas, el Madrid volvió a abrirle sus puertas como técnico. En la casa blanca pasó una década en la que fue escalando hasta el filial, donde llegó a dirigir a futbolistas como el ahora españolista José Carlos Lazo, Mario Hermoso, Achraf Hakimi, Marcos Llorente, Reguilón, Borja Mayoral, Mariano Díaz y Martin Ødegaard.
Una plantilla llena de futbolistas que han acabado triunfando en la élite, pero que se quedó con la miel en los labios tras caer en el play-off frente al Lleida. El ascenso que se le resistió al filial blanco sí lo consiguió a título personal Ramis, a quien el buen trabajo realizado le sirvió para llamar la atención del Almería, que le dio una oportunidad a la categoría de plata. “Es un entrenador que transmite mucha confianza y tranquilidad a sus jugadores. A pesar de su serio puesto, es una persona muy cercana al jugador, siempre está pendiente y preocupado por cómo está cada uno”, explica al ARA René Román, portero que estuvo bajo sus órdenes en el Almería.
El ex del Llagostera y del Girona señala otro aspecto en el que el técnico tarraconense puede ayudar a la plantilla del Espanyol: "Se mantiene tranquilo en situaciones complicadas y restará presión a los jugadores, que se sienten obligados a estar arriba". “Dejamos las puertas del vestuario abiertas a los jugadores para que nos expresen sus inquietudes. Somos abiertos, pero también rigurosos y exigentes”, ha indicado Ramis en su presentación como nuevo técnico blanquiazul. Román también destaca su propuesta futbolística: “Es muy vistosa y bonita de cara al espectador”.
Tras ser destituido al año siguiente de salvar al Almería, el tarraconense cogió las riendas del Albacete, con el que casi abre un milagro: el Mallorca de Vicente Moreno lo privó del ascenso a Primera División. Su última etapa en un banquillo fue en Tenerife, donde fue el Girona de Míchel quien le impidió el ascenso. "Es una buena persona y profesional que te intenta ayudar en todo lo que puede, me alegro mucho de que haya cogido este camino", añade Enric Gallego, el jugador que ha marcado más goles con Ramis como entrenador, 21.
El delantero barcelonés, ahora en el Tenerife, guarda un gran recuerdo de todo el cuerpo técnico, formado por José Manuel Gil, segundo entrenador; Iván Madroño, analista; y Miguel Ángel Fernández, preparador físico: “Llevan muchos años juntos y trabajan muy bien la semana, estudian muy bien a sus rivales y preparan entrenamientos diferentes según cómo se quiere jugar contra cada adversario. No logramos el ascenso, pero disfrutamos”. Ramis tiene clara la receta para conseguir el primer ascenso como técnico: "Queremos un equipo sólido y consistente, que llegue a los partidos con las ideas muy claras, controle los partidos y sea capaz de gestionar diferentes situaciones". En la tercera...