Respuesta a Évole: la ética y la estética de la derrota son del Espanyol

Yo soy el equipo de Jordi Évole. No nos conocemos personalmente, pero me consta que sabe que en todas las cosas importantes llevamos la misma camiseta. En todas excepto en la más importante de las no importantes. Esto, obviamente, no supone ningún problema. La inmensa mayoría de las personas que admiro y amo no son del Espanyol. Pero el pasado sábado Évole escribió un artículo en La Vanguardia que me siento obligado a contestar. No porque fuera un artículo culé (¡solo faltaría!), sino porque hacía apropiacionismo cultural. Tras el descalabro del Barcelona ante el PSG y de la victoria del Real Madrid ante el City, dibujaba al club azulgrana como el representante de la estética de la derrota. Incluso se inspiraba en esa gran campaña del Atlético de Madrid (codiseñada por un perico) en la que un niño pregunta a su padre "Papá, ¿por qué somos del Atleti?" y el padre no sabe qué contestarle. Todos los pericos con hijos, Jordi, hemos oído (o visto en su mirada) esta pregunta. En nuestros descensos, cuando toda la clase los atacaba después de una victoria del Barça o cuando les hacían cantar el himno culé en la clase de música. Ser del Barça en Catalunya es muy fácil. Del Espanyol, para nada.

Estoy de acuerdo con lo que dice Jordi Évole sobre la vida: hay más derrotas que victorias, las películas con mayor taquillaje no son las mejores y la poesía no es un género menor que la prosa. Pero la derrota somos nosotros arrastrándonos por Segunda División, las películas minoritarias son las que nosotros nos hacemos imaginando un nuevo ascenso y poesía es lo que necesitamos para aguantar todo lo que aguantamos.

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Tiene gracia hacer un debate sobre quién es más perdedor. Incluso es algo absurdo. Algunos pericos en las redes se han enfadado mucho con Jordi Évole. Ya se sabe que tenemos la piel fina (nos ha quedado así porque ya apenas nos queda) y nunca justificaré ningún ataque personal. Pero es necesario entender las reacciones (siempre que sean educadas). Estamos en Segunda, en manos de un chino que no nos hace ni caso, con un miedo justificado a no subir, con los medios en contra (en el mejor de los casos) o indiferentes (en el peor). Solo nos queda presumir de lo difícil que es nuestra militancia; recordar la frase de García Hortelano (gran escritor y seguidor colchonero): "La victoria infrecuente es más satisfactoria".

La ética y la estética de la derrota son nuestros, Jordi. No nos las quites: son lo único que nos queda. O hazte del Espanyol: serás muy bienvenido.