El Barça se abraza a Goldman Sachs y a la Superliga
"Las cosas ya se estaban haciendo mal antes de la pandemia", ha manifestado el vicepresidente Eduard Romeu
BarcelonaEl vicepresidente Eduard Romeu, que junto con Àngel Riudalbas, Joan Solé y Ferran Olivé ha recibido el sí de la asamblea para ocupar su lugar en la junta a pesar de no integrar la candidatura original de Joan Laporta, ha sido el encargado de explicar la operación para obtener 525 millones para refinanciar el club y poder responder a las obligaciones del Barça. "Las cosas ya se estaban haciendo mal antes de la pandemia. Íbamos cojos y hemos caído. El covid tiene culpa de la situación en la que nos encontramos, pero no sirve para explicar-ho todo", ha introducido Romeu antes de detallar algunas decisiones en materia económica.
Entre ellas, la due diligence que se acabará de hacer en julio, la puesta en marcha de un plan de negocio para recuperar ingresos y ajustar el gasto salarial a la realidad del club y la contratación de un préstamo "transitorio" por valor de 80 millones de euros para hacer frente a los sueldos de los jugadores (57 millones), a deudas con clubes por traspasos (75 millones) y a obligaciones de IVA e IRPF por valor de 24 millones.
"Estamos atados de manos y pies", ha manifestado el vicepresidente del Barça después de explicar que la deuda de la entidad supera los 1.000 millones debido a una mala gestión, al incumplimiento en el retorno de bonos financieros (200 millones) y a la bajada de ingresos derivada del covid. Romeu ha presentado una propuesta de financiación "liderada por la compañía Goldman Sachs" con un interés máximo del 3%, un porcentaje más alto del que indicarían los precios de mercado por temas reputacionales: "No ayuda nada la judicialización ni casos como el Bartogate".
El vicepresidente ha defendido esta operación, que tendrá que devolver en los 15 años próximos, como el camino necesario para "volver a competir" y "tener más aire en los dos próximos cursos", que es cuando se espera que la industria del fútbol se estabilice una vez superada la pandemia. A pesar de algunas intervenciones contrarias, los socios lo han aprobado con 588 votos favorables. 28 compromisarios lo han rechazado y 43 han votado en blanco.
"Una época esplendorosa"
Después de aprobar las cuentas de la temporada 2019/2020 y el presupuesto irrealizable del ejercicio 20/21 con una pinza en la nariz para evitar "la parálisis del club", y antes de la presentación del crédito de Goldman Sachs, el presidente del Barça, Joan Laporta, se ha dirigido a los compromisarios para vaticinar "el comienzo de una etapa esplendorosa" y, en definitiva, repetir el espíritu de su discurso en la toma de posesión: "Tenemos que mirar al futuro con una gran dosis de optimismo. Desde que ganamos las elecciones, nos estamos poniendo al día y estamos tomando decisiones, las que creemos mejores para el Barça, aceptando el ruido mediático que produce la gestión diaria de la institución. No estamos instalados en las lamentaciones y en el victimismo y no decidiremos nada en función de la venganza".
Antes de votar el acuerdo financiero con Goldman Sachs, Laporta ha explicado a los socios: "Este préstamo lo usaremos para reestructurar la deuda y gestionar el club con tranquilidad en los próximos dos ejercicios, no para hacer grandes fichajes ni poner en marcha proyectos". El mandatario también ha querido poner de manifiesto la "colaboración" de los jugadores con el sueldo más elevado a la hora de negociar una rebaja y ha confirmado que habrá una moratoria de abonos para todos aquellos socios que lo han pagado últimamente a pesar de no haber ido al estadio por la pandemia.
Laporta y su junta explicarán los resultados de la auditoría que hay en marcha en el Barça en la asamblea que convocarán "para finales del verano". En esa sesión ordinaria, que servirá para aprobar el cierre del ejercicio 20/21 y presentar el presupuesto del 21/22, la directiva sí será más precisa, según dijo Laporta, en cuanto a la "depuración de responsabilidades" en función de las irregularidades que destape la due diligence que se está haciendo. Será en ese momento cuando la junta dirá si pone en marcha o no una acción social de responsabilidad como la que el expresidente Rosell promovió contra el primer mandato de Laporta. Todo apunta, sin embargo, a que este mecanismo no será el que usará la actual directiva en caso de que encuentre suficientes indicios de malas prácticas con afectación directa en las cuentas. De momento, la auditoría ya ha destapado que el despiece de facturas no era exclusivo del Bartogate y que hay despilfarro de recursos en el Espai Barça.