Laporta salva (de momento) las pérdidas de Bartomeu

Algunos socios abuchean a Jordi Moix y reclaman una "acción de responsabilidad"

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Jordi Moix durante su intervención a la Asamblea del Barça

Barcelona"No son unos buenos resultados, no son para estar orgullosos". Así de contundente ha sido Jordi Moix, uno de los hombres fuertes de la junta de Josep Maria Bartomeu, a la hora de defender el cierre del ejercicio económico de la temporada 2018-19, que supone unas pérdidas de 97 millones para la entidad azulgrana. "La masa salarial estaba al límite, gastamos hasta el límite", ha admitido Moix, que ha defendido que la junta anterior aplicó la máxima que de el dinero tiene que estar "mejor en el campo que en el banco" –se invirtieron 1.682 millones en fichajes–, a pesar de que se encontraron un Barça en una situación "al límite" que se agravó por la llegada imprevista del covid. Moix ha asumido que hay una "lista larga" de errores cometidos durante el último mandato, como no "prever el cambio generacional" de la primera plantilla "con suficiente antelación" o "priorizar" una de las "esencias del club" como la cantera: "No lo cuidamos con todo el rigor con el que lo tendríamos que haber hecho".

Las cuentas finalmente se han aprobado con 616 votos a favor, 68 en blanco y 67 en contra. Y se ha hecho después de que el propio Joan Laporta anunciara que se tenía que votar favorablemente para evitar una "parálisis institucional". "Estas cuentas no nos gustan, lo ha dicho el propio señor Moix, es evidente que no son unos buenos resultados. Pero están reflejando la realidad del club a 30 de junio de 2020. Han sido auditados favorablemente, hasta ahora no hay ningún informe de expertos que acredite ninguna falsedad o irregularidad, por lo tanto, son una imagen fiel y real de las cuentas", ha dicho Laporta a la hora de su intervención, dejando patente que todavía no tienen el resultado de la auditoría que pidieron. En este sentido, el presidente ha sido contundente para dejar claro a los compromisarios que si se detectan "conductas delictivas" durante la auditoría se buscará la mejor manera de que los anteriores gestores asuman las "responsabilidades" pertinentes: "Votar a estas cuentas no exonera de responsabilidades a la anterior junta".

Abucheo y acción de responsabilidad

Antes de la votación, Moix ha admitido que "no toca" sacar pecho porque "la situación es muy delicada", pero ha insistido en que la solidez de la entidad radica en el patrimonio que se ha conseguido fortalecer durante los últimos años. Moix ha pedido "remar todos" en la misma dirección y ha querido poner encima de la mesa los aciertos de la anterior junta de gobierno, como la obtención de patrimonio, el Barça Corporate o el acuerdo con Goldman Sachs que tiene que permitir una refinanciación de la deuda que tiene ahora mismo el Barça. "Tenemos unas cartas muy potentes, en parte por nuestro mandato", ha sentenciado para defender su gestión.

Cuando ha salido a la tarima, algunos socios compromisarios han silbado e increpado a Moix, que ha querido iniciar su discurso agradeciendo a Laporta el gesto que tuvo con Sandro Rosell cuando salió de la prisión –"Te honra", ha dicho– y también por dejar que la junta de Bartomeu, que delegó en Moix su intervención, defendiera el cierre del ejercicio 2018-19 ante los socios. Durante su intervención algunos compromisarios han seguido abucheando a Moix –"acción de responsabilidad", ha gritado una socia– y el propio Laporta ha tenido que salir al paso, a pesar de comprender "la indignación" de los socios. Durante el turno de preguntas de los asistentes -768 a la hora de votar-, algunos socios han pedido nuevamente que la actual junta haga una "acción de responsabilidad" contra Bartomeu y sus dirigentes, y a la vez se ha preguntado a Laporta saber qué implicaría no aprobar las cuentas.

731 millones de deuda a corto plazo

El que fue vicepresidente durante la última etapa de Bartomeu y hombre fuerte dentro del Espai Barça ha recordado que antes de la pandemia la junta anterior presentó un presupuesto que suponía llegar hasta los 1.047 millones de ingresos, y un beneficio de 11 millones, pero el impacto del covid ha supuesto que el ejercicio se cierre con 97 millones de pérdidas. Durante su intervención, el ex vicepresidente ha pasado de puntillas sobre la deuda a corto plazo que tiene el Barça, 731 millones, y ha argumentado que sin "el impacto del covid", el resultado sería "un endeudamiento limpio de 229 millones".

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