Festivales con DO, arrozales y tradición: lo que sólo encontrarás en el Delta
Viajamos al Delta del Ebro ahora que el festival Deltebre Dansa cumple veinte años y nos permite descubrir este territorio a menudo olvidado
DeltebreEl Deltebre Danza es fruto de una inconsciencia. Éramos más jóvenes, teníamos ilusión y, sobre todo, estábamos muy locos. alrededor de 800 artistas, casi 300 espectáculos, 100.000 espectadores, 2.500 estudiantes de danza y un centenar de docentes. los ciudadanos de Deltebre se le han acabado haciendo suyo", explica el bailarín y coreógrafo tortosino Roberto Olivan, director del festival.
En realidad, la propuesta incluye dos festivales en uno. Por un lado, la oferta profesional de formación, que cada año reúne a cerca de 200 bailarines, profesores y alumnos de más de cincuenta países; y por otro, un completo programa diario de espectáculos en una carpa de circo con capacidad para novecientos espectadores, abierta a toda la ciudadanía. "Fue el primer gran festival donde confluyen los grandes referentes de la danza contemporánea. Te puedes encontrar profesores emergentes, pero también otros consolidados como el venezolano David Zambrano, que con las técnicas de flying low y passing through ha revolucionado la danza improvisada", explica John Barreto. Este joven colombiano de 34 años es uno de los muchos bailarines internacionales que ha pasado por los cursos del Deltebre Danza. "Me he llegado a endeudar para poder estar en Deltebre, porque para los que venimos de Latinoamérica el desplazamiento no es barato. Pero no me arrepiento. Si eres profesional de la danza, hay que estar para estar al día de las nuevas tendencias", añade.
Como creador y también como programador, Roberto Olivan lleva tiempo experimentando con la hibridación de disciplinas: entre la danza contemporánea, las músicas urbanas e, incluso, el deporte. Y también con el circo. "El circo es un arte total. En un mismo espectáculo consigue mezclar música, teatro y danza con mucha naturalidad. Cada vez más, las escuelas de danza incluyen el circo en su programa formativo y, a la vez, las escuelas de circo incluyen la danza", explica la payasa Pepa Plana, que en el año 2008 instaló su centro de de Envidia. Por afinidad artística y proximidad geográfica, ha disfrutado del festival desde casi su inicio como espectadora, aunque también ha actuado de forma puntual.
Una plataforma de nuevos talentos
"Un bailarín no está hecho solo para moverse, sino también para pensar. Esto me quedó muy claro después de pasar por los cursos de formación", explica la bailarina ampostina Laura Ibáñez, que —como el Deltebre Dansa— acaba de cumplir veinte años. Cuando todavía era adolescente, el festival le abrió la mente y le ha ayudado a marcar su itinerario en el complejo mundo de la danza contemporánea. Ha pasado por el Conservatorio Profesional de Danza de Barcelona (Institut del Teatre) y, desde hace un año, estudia en la University of the Arts de Arnhem, en los Países Bajos. "En Deltebre he podido disfrutar de las clases de la bailarina catalana Lali Ayguadé, que cuando se mueve es como un gato, y que me ha enseñado a moverme con delicadeza y precisión; o de Rakesh Sukesh, un coreógrafo que ha sabido conectar la cultura india y la belga, con raíces en la filosofía percepción de cómo debo respirar. Los compañeros de la universidad de Arnhem se quedan boquiabiertos cuando les cuento que he pasado por las clases de estos profesores", comenta Ibáñez.
Este año el festival se celebrará del 7 al 20 de julio, con una veintena de profesores invitados, entre los que también destacan Wim Vandekeybus, Jasmin Vardimon y Akram Khan. En el apartado de espectáculos, el Deltebre Dansa se inaugurará con Mucha Muchacha, una propuesta de danza española contemplada desde la contemporaneidad. Pasarán nombres como Lali Ayguadé y Joana Gomila, David Zambrano y Milan Herich, o Carme Muñoz y Derek Van Den Bulcke. "La programación es rompedora y arriesgada, con piezas quizás difíciles para el público no habitual de la danza, pero también hemos incluido montajes más populares, con la voluntad de llegar a un público amplio", concluye Roberto Olivan. A un precio simbólico de 6 € la entrada, todo el mundo tiene su espacio en el festival.
Lo que sólo encontrarás en el Delta
En buena parte el éxito del Deltebre Dansa ha recaído en la singularidad de un territorio con una marcada idiosincrasia. Porque, más allá del disfrute profesional y cultural, los espectadores y bailarines que acuden también buscan el contacto con el río, las playas y las tradiciones. El punto álgido de esta simbiosis llega con la improvisación de danza en los arrozales de la barraca de Salvador, cuando los bailarines se enfangan y se dejan llevar por la música y el movimiento. Pero no hace falta poner los pies en el barro para disfrutar del entorno natural del Delta del Ebro. Moverse por las aguas poco profundas de humedales, lagunas y canales era una forma habitual de desplazarse hasta mediados del siglo pasado. Pescadores y cazadores navegaban con pontones, pequeñas barcas de madera, estrechas y de poco calado. Se propulsaban con una pértiga: un bastón de madera de tres metros, bifurcado en el extremo inferior, que hacía de remo y timón a la vez. Hoy en día esta técnica todavía se utiliza para navegar por las lagunas. En las balsas, el acceso con pontones está restringido y sólo pueden circular los profesionales con licencia. Aún así, hay pequeños rincones donde los visitantes pueden probar su destreza como perchadores. En el Mas de la Cuixota (www.lomasdelacujota.com) o en MónNatura Delta (www.monnaturadelta.com) se pueden alquilar estas embarcaciones y adentrarse en los canales.
Si de lo que se trata es de disfrutar del mar y la gastronomía, una visita a las mejilloneras situadas en el centro de las bahías de los Alfacs y del Fangar es una excelente opción. En estas plataformas de madera entrecruzadas, que parecen flotar sobre el agua en el horizonte, se cultivan ostrones y mejillones. Hay cerca de un centenar, que producen anualmente unas 300 toneladas de ostrones y 4.000 mejillones. Actualmente, tres de estas mejilloneras están habilitadas para recibir visitantes, entablarse y probar los mejillones cocinados al vapor o las ostras rizadas servidas frescas, con un bouquet singular que procede de la combinación del agua dulce del río y la salada del mar. Eso sí, para llegar, hay que tomar una barca.
Festivales de julio con DO Terres de l'Ebre
Eufónico, el festival de artes sonoras, visuales y digital-performativas
Eufònic es una experiencia sonora y visual anclada en el paisaje singular de las Terres de l'Ebre y, en especial, del Delta. Del 10 al 13 de julio, la ruralidad y el arte de vanguardia confluyen en una programación cargada de conciertos, acciones sonoras, instalaciones y performances. El festival se inaugurará con el estreno de Where Water Begins, una pieza sonora de la canadiense-coreana Lina Choi a bordo del barco La Perla, navegando por el río Ebro: una obra que explora la fascinación humana por los sonidos del agua. // eufonic.net
Las Jornadas Musicales en la Ermita de la Piedad de Ulldecona
Los domingos por la noche de los veranos en el territorio Sénia, donde confluyen Cataluña y la Comunidad Valenciana, tienen un nombre: las Jornadas Musicales en la Ermita de la Piedad de Ulldecona. Un cartel ecléctico e internacional, con once conciertos y con vistas elevadas sobre la Hoya de Ulldecona. Entre las propuestas de esta temporada destacan el rock'n'roll de la banda británica MFC Chicken (6 de julio), el afro-funk congoleño de King'Gongolo Kiniata (20 de julio) y la fusión francocatalana de los Dynamite Shakers (27 de julio).
La Muestra de Jazz
Desde este fin de semana y hasta el 12 de julio, la música llega a casi todos los bares y restaurantes de Tortosa, y también en la plaza del Absis, que se convertirá en el gran auditorio al aire libre para las figuras estelares. Actuarán la banda del músico Dominic Miller (29 de junio), colaborador habitual de Sting; el guitarrista flamenco Tomatito (2 de julio), referente del género y ganador de seis premios Grammy Latinos; y el trío madrileño de jazz-punk Gilipojazz (10 de julio). Todo ello se complementa con una Muestra de Cocina Cajín y paseos por el río en jazz a bordo del laúd Lo Sirgador.
Proto-fest – Festival de Música de Tortosa
Del 23 de julio al 2 de agosto, el festival combinará una quincena de conciertos en espacios patrimoniales de Tortosa con cursos de formación impartidos por reconocidos artistas y pedagogos. Pasarán músicos como la violista Rivka Golani, el bandoneonista Marcelo Mercadante y el contratenor Jordi Domènech. El grueso de los conciertos de pequeño y medio formato se concentrará en el recinto renacentista de los Reales Colegios, con propuestas de ópera barroca, joyas del clasicismo catalán y vienés, y conciertos que fusionan el mundo del tango con el folclore ebrense.
DeltaChamber Music Festival
Este festival parte de una residencia artística y musical que, desde hace diez años, reúne a instrumentistas de todo el mundo en el Delta del Ebro. El resultado es un programa de conciertos de altísima calidad que tiene el epicentro en Amposta, pero que irradia hacia una decena de poblaciones del extremo sur de Catalunya. cámara e intervenciones arquitectónicas efímeras diseñadas especialmente para los espacios de los conciertos centrales.