No pienses en si la falda te marca el tanga ni en teñirte el pelo

Actividad 1. Mindfulness. Cógete vacaciones mentales. No pienses en qué querrán cenar hoy. Ni tampoco mañana. Ni pasado mañana. No pienses en el listado del material escolar en el que solo tú (ejem) has pensado. No pienses en si estás delgada o si estás gorda. No pienses en si tienes que teñirte el pelo blanco porque es más natural y no hay que avergonzarse o en si tienes que dejártelo blanco porque lo tiñes, carajo. No pienses en si eres demasiado arisca o demasiado pánfila. Ni tampoco pienses en las ganas que tienes de matarlos a todos cada vez que te dicen que eres demasiado arisca o demasiado pánfila. No pienses en que la tía estupenda que ves reflejada en el espejo debería calmarse, disimular, hacer ver que no está tan contenta o tan cabreada o tan contenta por aquello y tan cabreada por lo otro. No pienses en cuál es la mejor cara para expresar el punto medio de neutralidad entre estar contenta y cabreada a la manera adecuada para que nadie (masculino) se sienta perturbado. No pienses en qué te vas a poner hoy que tienes que ir a ese lugar con esos energúmenos estúpidos y neandertales. No pienses en si la falda ajustada te marca el tanga y en qué dirán y qué vas a hacer y qué mierda todo. No pienses en si el vestido que llevas te hace parecer una monja y qué dirán y qué vas a hacer y qué mierda todo. No pienses que tendrías que ir más extremada, más discreta, más atrevida, más invisible.

Actividad 2. El juego de las películas. En lugar de eso, juega a las películas. A Eduardo Manostijeras, por ejemplo. Cambia Eduardo por tu nombre. Las tijeras en las manos, te las quedas. Imagina qué harías con unas manostijeras si estás sola en el vagón de metro con unos tipos que piensan que consentimiento rima con "a esta tía nos la podemos tirar tranquilamente". También puedes jugar a Tiburón con los jefes que piensan que "mandar" rima con "mira qué bien, puedo abusar". Tú harías de Tiburón y los jefes serían... pececillos y bañistas. Ay, qué pena. ¿Y qué te parece jugar a El exorcista? Tú serías la niña poseída que escupe líquido de colores indefinidos y asquerosos cada vez que un Antonio camuflado de hombre deconstruido te dice que le caes bien porque eres una feminista simpática, no como las demás. Tienes permiso para continuar jugando a El exorcista cada vez que te saquen el tema de las narices de las tantas denuncias falsas por violencia machista.

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Actividad 3. Festival de fin de vacaciones. Y para terminar convoca a todas las mujeres que conoces que han sufrido violencia de género, un abuso o agresión sexual o cualquier otra situación machista. Como será TANTAS, pero TANTAS, jugad todas juntas al desfile zombi del Festival de Cine Fantástico de Sitges, pero en la versión más numerosa que se haya visto nunca en la historia (ríete tú de la cadena aquella por la independencia que se hizo uniendo toda Catalunya). Que cada una lleve un dorsal numerado. Flipad contándoos. Gritad todas a la vez. Divertíos viendo cómo el planeta tiembla.