Ajos, zanahorias y lechugas multiplican por seis su precio desde el campo hasta el consumidor final
Pese a la escalada de precios, la diferencia entre el precio de origen y el de destino es inferior a la del año pasado
BarcelonaDurante el mes de agosto, el precio que pagaron los consumidores por las hortalizas y verduras llegó a ser seis veces superior al que las grandes distribuidoras abonaron a los agricultores. En medio del contexto inflacionario actual, según los datos del sindicato agrario Coag, los ajos fueron el alimento que más beneficio dejó entre los intermediarios: pasaron de tener un precio en el campo de 0,79 euros por kilogramo a uno de destino de 5,91 euros por kilogramo (+648%). Por su parte, las zanahorias vivieron un aumento de precio entre el origen y la mesa del 563%: pasaron de costar 0,16 a valer 1,06 euros por kilo. El podio lo completaron las lechugas, que vieron crecer su precio un 553%.
Dicho esto, a pesar de que el precio final de los alimentos ha estado en el punto de mira de los consumidores debido a su escalada, esta diferencia entre el origen y el consumidor se ha visto reducida en comparación con el año pasado, al pasar de un IPOD (índice de precios en origen y destino de los alimentos) del 4,78 al 4,14. De hecho, alimentos como la sandía han pasado de tener una diferencia en su coste del 783% a una del 224% de un año a otro, lo cual debería haber hecho caer drásticamente los beneficios de los distribuidores y vendedores finales, que si antes la compraban al hortelano por 0,12 euros, ahora pagan 0,46 euros por kilogramo. Esta tendencia se repite de manera no tan acusada en otros alimentos, como los ajos, que en agosto del 2021 vivían un aumento de precios del 714%.
Esto, sin embargo, no se ve reflejado en las zanahorias o las lechugas, que en este último mes sí que han dejado más beneficios a los intermediarios. De hecho, los agricultores han visto cómo, respecto al año pasado, las zanahorias han bajado del precio de origen de los 0,22 euros por kilogramo a los 0,16 euros. Esta caída no ha llegado a los consumidores, que han visto como su precio solo bajaba hasta los 1,06 euros por kilogramo en los puntos de venta. Una situación similar se han encontrado las lechugas: a pesar de que su precio de origen ha pasado de los 0,22 a los 0,17 euros por kilo, su precio final ha aumentado de 1,05 a 1,11 euros por kilogramo.
En este contexto, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha afirmado hoy que el gobierno de España está estudiando un acuerdo con las distribuidoras para crear un tope en los precios de los alimentos básicos como el pan, la leche, los huevos y la fruta.