Codorníu esquiva la sequía y se apunta un nuevo récord de beneficios

BarcelonaLa compañía vinícola Raventós Codorníu cerró el ejercicio 2023-2024 (de julio a junio) con los mejores resultados de los últimos diez años y con récord de beneficios. Así, el grupo con sede en Sant Sadurní d'Anoia (Alt Penedès) cerró el año fiscal con ventas por valor de 232 millones, un aumento del 4% en comparaciónejercicio anterior. Por lo que respecta a los beneficios, el ebitda (beneficio antes de impuestos, amortizaciones e intereses) creció un 15% en un año hasta los 39 millones.

En la presentación de los resultados a los medios en Barcelona, ​​el consejero delegado del grupo, Sergio Fuster, ha previsto que, si la coyuntura actual se mantiene, el grupo cerrará el año actual con una facturación cercana a los 240 millones. Además, Fuster confía en que en un futuro próximo la empresa alcanzará un ebitda de 50 millones. Codorníu no ha dado el dato del beneficio neto, que hará público en diciembre en la junta de accionistas.

El mercado español fue un año más el palo de pajar de la actividad de la cavista, con un 63% de las ventas en el Estado y un 37% en el extranjero. Fuster se ha mostrado optimista en ambos casos, ya que España es uno de los países del mundo donde más sube el consumo de vino y espumosos, a pesar de tratarse de "un mercado maduro", mientras que la expansión a escala internacional de la compañía es "algo más rápida" que en España y, además, ofrece "unas oportunidades de crecimiento enormes". Por países, Reino Unido, México, Japón o Suiza son algunos de los que crecen más, mientras que Rusia y China, que hace unos años parecían tener un gran potencial, se han estancado a raíz de la invasión de Ucrania y la mala evolución de la economía china.

Para el grupo, el cava sigue representando la mayor parte de la facturación, con un 55% del total frente a un 45% de los vinos tranquilos que elabora a través de marcas como Raimat, Viña Pomal y Scala Dei, entre d otros. El consejero delegado ha señalado que el crecimiento de la facturación proviene en buena parte por la mejora de las ventas de cavas de calidad superior y, por tanto, más caros.

El fondo estadounidense Carlyle es el principal accionista de Codorníu desde 2018. Según Fuster, actualmente "no hay un plan de venta" por parte de Carlyle, aunque recordó que cada año que pasa es más probable que acabe llegando la salida del fondo del accionariado, sobre todo si Codorníu acaba alcanzando el hito de los 50 millones de beneficio operativo.

Viraje a la producción ecológica

El ejercicio 2023-2024 ha servido al grupo para terminar el proceso de "transformación" iniciado ocho años atrás para que toda la producción provenga de viñedos ecológicos. "Todo lo que ha salido de las bodegas este año ha sido ecológico", ha dicho Fuster. Además, el grupo ha reducido un 50% el uso de agua y ha aplicado una nueva prima del 30% por la sequía al precio que paga a los agricultores por la uva, por lo que esta vendimia la ha cerrado con un precio medio de 0,8 euros por kilo (en 2023 pagó 0,63 euros por kilo).

El grupo se ha visto menos afectado por la sequía que otras empresas del sector vitivinícola porque recibe más de la mitad de la producción de uva para cava de viñedos de la zona de Raimat y otros puntos de Ponent, donde la carencia de lluvia no afecta tanto porque reciben agua de los afluentes del Ebro proveniente del Pirineo.