El fondo Carlyle contrata al Santander y Morgan Stanley como asesores para venderse Codorníu
El fondo estadounidense controla un 60% de la marca catalana de cava
BarcelonaEl fondo de inversión estadounidense Carlyle ha contratado a los bancos Santander y Morgan Stanley para que le asesoren en el proceso de venta del grupo vitivinícola Raventós Codorníu, del que controla un 68% del capital, según ha informado este lunes Expansión y ha confirmado el ARA.
La compañía inversora, que en España está liderada por Mario Pardo, decidió hace aproximadamente medio año abrir el proceso para desprenderse de su participación en el accionariado de Codorníu, aunque hoy todavía está en los primeros estadios. A partir del verano, se prevé que el proceso se acelere hasta cerrar un acuerdo para la venta el próximo año.
Carlyle adquirió la conocida cavista catalana en el 2018, cuando la valoró en unos 390 millones de euros. Ese mismo año, el principal competidor de Codorníu en el mercado del cava, el grupo Freixenet, fue adquirido por Henkell, el principal productor de vinos espumosos del mundo y filial de la multinacional alimentaria alemana Geschwister Oetker. En este sentido, Carlyle podría optar por encontrar un comprador industrial de un perfil similar al de Henkell o que opere en un sector complementario del mercado de bebidas alcohólicas (como cerveceras o empresas de espirituosos), según Expansión.
Más beneficios antes de la venta
Para favorecer la venta, en los últimos años Codorníu ha presentado buenos datos de beneficios, lo que espera repetir este 2025. A dos semanas de cierre del año fiscal, "las perspectivas son positivas", ha señalado este mismo lunes el consejero delegado de la cavista, Sergio Fuster, en un acto en Barcelona. La empresa espera cerrar el ejercicio con un incremento de los beneficios de dos cifras, tal y como ya hizo en 2024 (entonces el incremento fue del 15%).
"El aumento de cuota de mercado que hemos mantenido mundialmente nos ha hecho tomar más participación en el mercado de vinos y cavas, que es donde competimos nosotros a nivel internacional", ha añadido Fuster. El directivo ha asegurado que la empresa vive una simbiosis entre el private equity y la "familia" que "funciona a la perfección". En este sentido, el 32% del capital que no está en manos de Carlyle está repartido en unos 200 accionistas miembros de la familia fundadora. 2017— fue fundado en 1550 y se mantuvo bajo control familiar hasta su venta hace siete años.