Vuelco del sector primario: crece más del doble que la economía
Las exportaciones agroalimentarias catalanas acusan a la menor demanda de carne porcina de China y aumentan ligeramente
Barcelona2024 también ha sido el año de recuperación del sector primario. La moderación de los costes de producción –gracias al descenso del precio de las materias primas agrícolas y de la energía en los mercados internacionales– y la “incipiente” mejora de la sequía han permitido al sector primario recuperarse de los choques que sufrió en finales de 2021, con la pandemia, y en la primera mitad de 2023, por la guerra en Ucrania.
A nivel estatal, el sector venía de registrar caídas de hasta dos dígitos, con una bajada del 27% interanual en el tercer trimestre de 2022, pero si bien hace un año abandonó las tasas negativas, este 2024 ya ha registrado un fuerte crecimiento . El valor absoluto agregado (VAB) –un indicador similar al producto interior bruto que mide el nivel de actividad económica de un territorio– del sector en España ha aumentado un 7,6% en el primer semestre, lo que supone más del doble del conjunto de la economía española (2,8%), según informe sobre la evolución del sector presentado hoy por CaixaBank Research, el servicio de estudios de CaixaBank. En Cataluña, tuvo un comportamiento similar: creció un 6,5%, también más del doble que la media de la economía (2,6%).
Por debajo de 2019
Sin embargo, el crecimiento del sector primario español no fue suficiente para recuperar el VAB de finales de 2019, mientras que el PIB del conjunto de la economía lo supera en un 5,7%. Este menor peso del sector en la economía, en comparación con los años previos a la pandemia, se explica por el fuerte crecimiento de otros sectores como turismo o información y comunicaciones. Actualmente, el sector primario aporta el 2,6% del PIB, por debajo del 3% de hace cinco años, pero muy por encima del 1,7% medio de la eurozona.
La mejora de la producción en el primer semestre de este 2024 ha permitido que las exportaciones agroalimentarias vuelvan a crecer, después de dos años seguidos de retrocesos. Este aumento ha sido incluso superior en términos de valor debido al aumento de los precios, puesto que si un producto se vende más caro, genera más dinero. Así, de enero a junio el volumen de las exportaciones agroalimentarias creció un 3%, pero su valor un 5,9%. Hay que tener en cuenta que el sector agroalimentario español siempre ha sido un gran exportador: acumula superávit comercial ininterrumpido –exporta más que importa– desde 1996. Este año este superávit ha llegado al 1,1% del PIB, una cifra sólo superada por los registros de 2020 y 2021.
Cataluña y China
La buena salud exportadora del sector agrario español se explica por el dinamismo de las ventas de frutas, legumbres y hortalizas, alimentos que contrastan con las carnes, que no repiten los extraordinarios registros de años anteriores. Sin embargo, las exportaciones españolas de carne de porcino de este año superan con creces las del período 2014-2019.
La causa de esta diferencia está en la otra punta del mundo: China ya ha superado el impacto de la peste porcina africana, que obligó al gigante asiático a importar la carne de cerdo. Entre 2018 y 2020, las exportaciones españolas a China se quintuplicaron, y ahora las exportaciones españolas de carne de porcino al país oriental han caído un 22,8% de enero a junio, empujando a la baja el balance exportador global de este producto hasta el -2,4%.
Este cambio lo han notado especialmente las comunidades autónomas con mayor dependencia de la carne porcina, como es el caso de Cataluña. Esto explica que el crecimiento de las exportaciones catalanas hasta junio en términos de valor (0,5%) haya sido inferior a la media española (5,9%).