El esfuerzo para alquilar un piso se dispara: en Barcelona hacen falta casi la mitad de los ingresos

BarcelonaLas tensiones en el mercado del alquiler de vivienda ya hace tiempo que duran, especialmente a partir del 2014, cuando empezó la recuperación después del estallido de la burbuja inmobiliaria. Pero si la pandemia trajo cierta tregua al mercado del alquiler, especialmente porque muchos pisos turísticos o de temporada pasaron al mercado de vivienda habitual, con la recuperación ha pasado lo contrario y cada vez es más difícil para las familias encontrar un piso de alquiler asequible.

Un estudio que ha elaborado el portal Idealista pone números a este esfuerzo. Barcelona, tanto la capital como la provincia, es el lugar donde las familias tienen que destinar una parte mayor de sus ingresos a alquilar un piso. En el caso de la provincia de Barcelona, el primer trimestre de este año era el 48,7% de los ingresos, mientras que hace un año era el 43%. En la capital catalana la cifra es del 47,6%, cuando un año atrás era del 33,2%. Es decir, en un año se ha pasado de destinar un tercio de los ingresos al alquiler a casi la mitad.

Entre las capitales españolas, después de Barcelona, donde más dinero se destina a pagar el alquiler es Bilbao, con un 38,4%. Son casi diez puntos menos que en la capital catalana. Incluso la ciudad de Madrid facilita más el alquiler, puesto que las familias tienen que destinarle el 37,8% de sus ingresos (un año atrás era el 33,2%).

En el conjunto del Estado, el esfuerzo para pagar el alquiler ha aumentado en todas las provincias excepto Málaga, donde se ha registrado un descenso de una décima en los últimos doce meses.

Crecimiento en Girona

Por provincias, destaca el caso de Girona, que es donde más ha aumentado el esfuerzo de los núcleos familiares para hacer frente al pago de alquiler. Hace un año, en esta demarcación había que destinarle un 31,3% de los ingresos. El primer trimestre de este año ya era un 38,1%. Barcelona es la segunda provincia donde más ha aumentado este esfuerzo (del 43% al 48,7%), y Lleida se sitúa en el cuarto lugar, detrás de Cantabria, tras pasar del 28,6% al 33,7%.