La Fórmula 1 de Ayuso no despega

MadridLa Fórmula 1 en España no ha dejado siempre imágenes de victoria. El paso del Gran Premio de Europa de automovilismo por la Comunidad Valenciana acabó con un agujero negro de deuda y corrupción. Un recuerdo traumático que los gobiernos que tienen intención de acoger esta competición deportiva en un futuro no quieren que despierte: "[La Fórmula 1] Tendrá un coste cero para el erario público", ha expresado esta semana la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Madrid acogerá esta competición en 2026, en concreto el conocido Gran Premio de España, tras llegar a un acuerdo con la FIA, la Federación Internacional del Automóvil, en enero de este año. Pero cuando quedan menos de dos años para que el macroevento deportivo desembarque en la capital española, no existe ningún socio inversor privado que quiera asumir el desembolso inicial ni su riesgo, como ha reconocido el propio Ayuntamiento de Madrid esta semana. En este contexto, Ayuso ha reiterado que la carrera no recibirá inversión pública. Sin embargo, es la propia presidenta madrileña quien ha explicitado el laberinto que supone acoger la Fórmula 1: "Nosotros nos habíamos comprometido a que no hubiera inversión por parte de las administraciones públicas, pero también quiero decir que estamos viendo que para la celebración de la Copa América [de vela a Barcelona] se han inyectado 40 millones de euros y no ha pasado absolutamente nada, y nos parece bien; o el GP [Gran Premio] de Catalunya, que recibe inversión pública", ha expresado Ayuso.

El planteamiento central de la Comunidad de Madrid es que sea Ifema Madrid quien "promueva y promocione" la Fórmula 1 en la capital española. De hecho, la idea es que gran parte de la competición se celebre en torno al recinto ferial madrileño. En cualquier caso, una cosa es gestionar el Gran Premio, y la otra es poner el dinero para hacerlo posible. La incógnita actual es, pues, si aparecerá alguna empresa que dé respuesta a la segunda parte de la ecuación. Aquí entra en juego la inversión para la construcción de los pabellones, el pago del canon para que pueda correrse en la ciudad o los costes de promoción. Todo ello sin olvidar que la Fórmula 1 exige un nivel de ingresos mínimo, por lo que cuando la taquilla no llega a ese umbral, es necesario cubrir la diferencia. En el caso de Cataluña, donde el Gran Premio de España se celebra en Montmeló, es la Generalitat quien lo asume. A modo de ejemplo, en 2021, esta diferencia fue de 19 millones de euros, cifra récord.

Por todo ello, los focos están ahora sobre la administración madrileña, pero también sobre Ifema Madrid, que no deja de ser un consorcio formado por la Comunidad de Madrid (31%), el Ayuntamiento (31%), la Cámara de Comercio de Madrid (31%) y la Fundación Montemadrid. Sus estados financieros no se consolidan ni con las cuentas del Ayuntamiento ni con las de la Comunidad de Madrid.

Contrato hasta 2035

"La F1 en Madrid se hará efectiva en el año 2026, y se extenderá por un período de diez años, hasta el 2035. Se trata, por tanto, de un contrato de larga duración, lo que aportará, entre otras ventajas, el horizonte necesario para asegurar la rentabilidad de las inversiones y consiguientemente favorecer la viabilidad económica del proyecto, asumido exclusivamente con capital privado", aseguraba Ifema Madrid en un comunicado publicado el día del acuerdo con la FIA.

Pese a que la letra pequeña sobre la viabilidad del proyecto no se conoce –sólo se ha elaborado un informe por parte de Deloitte que no se ha hecho público–, las cifras que por ahora han trascendido son las siguientes: unos ingresos anuales de 450 millones de euros, la creación de 8.200 empleos, unas audiencias anuales de 1.550 millones de espectadores en todo el mundo y 85.000 turistas que viajarían a Madrid con motivo de la competición. Todo ello, con un proyecto que por ahora no arranca, es incierto, como la otra duda pendiente de resolver: qué pasará con el Gran Premio que se celebra en Montmeló y que decae, precisamente, en 2026?