"En Catalunya se nos conoce masivamente y afuera trabajamos en un nicho más especializado"
Joan Cavallé, director general de Caixa d'Enginyers, explica que la entidad crecerá con los créditos a empresas
Caixa d'Enginyers, la entidad financiera dirigida por Joan Cavallé, ha presentado este jueves los resultados del 2020, en los que ha reducido un 11% los beneficios. Cavallé ha destacado la solidez financiera de la caja, que mantiene un crecimiento en número de la actividad a pesar del contexto de crisis derivado de la pandemia.
Caixa d'Enginyers ha ampliado la presencia fuera de Catalunya. ¿Tiene que crecer hacia otras comunidades autónomas?
Tenemos entre un 75% y un 80% de la actividad en Catalunya y el resto afuera. Tenemos presencia en Madrid con tres oficinas, en Sevilla con dos y en Málaga, Valencia, Alicante, Zaragoza y el País Vasco. El negocio va creciendo de manera bastante simétrica, pero la actividad es más intensiva en crédito fuera de Catalunya, donde hay un carácter diferencial respecto a Catalunya: en Catalunya se nos conoce masivamente, mientras que afuera no somos un banco de retail al uso, sino que nos centramos en un nicho más especializado con crédito a empresas y sobre todo como entidad especializada en ingeniería.
Caixa d'Enginyers empezó la actividad de banca para empresas hace pocos años. ¿Es esta la vía para continuar creciendo?
Tenemos claro que el mapa bancario en España se va consolidando y, por lo tanto, entrar en los pools bancarios de empresas tiene mucho sentido. Tenemos la liquidez y la experiencia de estos años para hacerlo. Las pymes son nuestros stakeholders naturales. Proporcionalmente, creceremos más en el ámbito de la banca de empresa que en otros, pero con el crédito se tiene que ir con prudencia. Este año queremos captar cien nuevas pymes con las que no trabajamos, tanto en Catalunya como fuera. Aún así, en la gestión patrimonial también tenemos que crecer. La situación actual, con unos tipos de interés del 0%, hace que entramos en un proceso de hacer entender a los socios que el dinero en una cuenta corriente no hace nada o incluso cuesta, cuando los podrían invertir en vehículos como fondos de inversión con diferentes grados de riesgo y con productos responsables, que no son como jugar a la lotería o invertir en bitcoins.
La empresa ha aumentado las provisiones de cara a posibles impagos a pesar de mantener niveles de morosidad parecidos al año pasado. ¿Es preocupante la morosidad?
Ahora ya estamos preocupados. La política macroprudencial es la que tiene la palabra, las autoridades tienen que dar soluciones a la situación actual. Actualmente tenemos una morosidad del 2,75% y los créditos con más de tres pagos atrasados son el 50% del total que consideramos morosos. El resto es subjetivo, que consideramos con riesgo según la situación. Ahora bien, la realidad de la morosidad no la sabremos hasta finales de este año o hasta el 2022, a medida que veamos la estructura de crecimiento que coge el mundo y la economía española. El dato fundamental será cuántas empresas habrán desaparecido. Sin embargo, nuestros analistas nos muestran un escenario bastante positivo y, de cara al futuro, en un contexto de tipos bajos, se tendrá que analizar más los flujos de caja que la morosidad y si la entidad considera un proyecto empresarial viable o no. Hoy, si a un crédito se le da una carencia no se contabiliza como moroso.