Economía

Díaz, Piketty y las "vergüenzas" del sistema capitalista

La ministra de Trabajo y el economista francés defienden recuperar la "democracia en las empresas" y acabar con la "deserción fiscal"

MADRID“Los dos llevan el mismo tiempo luchando por la igualdad, pero desde lugares diferentes”. Así han presentado desde el Instituto de Estudios Culturales de Madrid los dos protagonistas de un acto que este viernes al atardecer se ha querido erigir en la génesis de una alianza politicoeconómica para acabar con las desigualdades. Se trata de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que nació un 6 de mayo del 1971 en Galicia, y el economista y profesor Thomas Piketty, nacido horas más tarde en Francia. Transformar el presente, imaginar el futuro: más allá de las desigualdades y la precariedad era el paraguas bajo el cual se ha enmarcado un debate que no ha pasado desapercibido entre aquellos que andaban por la arteria principal de Madrid, la Gran Vía. Un centenar de personas hacían cola para poder entrar por la puerta de uno de los edificios culturales más emblemáticos de la ciudad, el Círculo de Bellas artes, en concreto a la Sala de Columnas, y asistir al acto. Muchos, sin embargo, no lo han conseguido.

"No veía a tanta gente desde antes de la pandemia”, comentaba una persona de entre el público, especialmente joven y con bastantes caras conocidas de la órbita de Unidas Podemos, a quién Piketty conoce de cerca por haber sido uno de sus asesores en materia económica durante mucho tiempo. Durante un debate de casi dos horas, moderado por el economista Daniel Fuentes, que, a la vez, ha traducido al castellano el último libro de Piketty (Una breve historia de la igualdad, de Edicions 62), los dos invitados han empezado a desvestir lo que consideran “las vergüenzas” del sistema capitalista. "La pandemia nos ha mostrado que el modelo actual no funciona”, ha aseverado Piketty, al cual Díaz ha contestado preguntándose si por este motivo la respuesta expansiva que se ha dado para hacer frente a la crisis del coronavirus tiene que ser “puntual o estructural”. Los dos se han quedado con la segunda opción.

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Ahora bien, ¿todo el mundo piensa igual? Conscientes de que no, Díaz y Piketty han aprovechado la comodidad del momento para enviar unos cuantos mensajes. Primero, a las grandes empresas y, en concreto, a las españolas. “El Estatuto de los trabajadores tiene tintes autoritarios y franquistas. La democracia se quedó a la puerta de las empresas”, ha aseverado la ministra, parafraseando unas palabras del sindicalista Marcelino Camacho. Para poner punto final, Díaz ha anunciado el despliegue de una serie de políticas para ampliar “la participación de los trabajadores en las empresas”. 

Pero detrás de las empresas hay empresarios que no solo juegan un papel importante en las relaciones laborales, sino también en materia fiscal, ha recordado Thomas Piketty. Y aquí ha aparecido Jeff Bezos. “Hacen falta más impuestos sobre el patrimonio, y no tanto sobre los ingresos”, ha defendido Piketty, mientras hacía un llamamiento a trabajar “desde ya” y sin esperar a que los Estados Unidos lo hagan, abanderando un espíritu europeísta. “Tenemos que acabar con la deserción fiscal”, ha añadido Díaz. Los dardos del acto, sin embargo, también se han dirigido al sector bancario y en concreto al Banco Central Europeo (BCE). “Su mandato tiene que ser reformado si realmente queremos avanzar en términos de igualdad”, ha exigido la ministra. Todo ello, una retahíla de deseos a largo plazo que solo se han visto alterados por un espontáneo del público que ha reprochado a gritos a la ministra sus mensajes después de "pactar la reforma laboral con la patronal".