INDUSTRIA

Las cajas de cartón tienen una segunda vida gracias a internet

Font Packaging Group factura más de 30 millones de euros con una apuesta de producción para el comercio electrónico

Paula Solanas
y Paula Solanas

Según un estudio de la firma Sanford C. Bernstein, sólo con los pedidos de Amazon cada año se envían más de 600 millones de cajas en todo el mundo. El comercio electrónico no sólo ha reavivado el mundo de la logística. Los productores de cartón también viven una segunda juventud gracias al auge de las compras por internet. Si la experiencia es un grado, Fuente Packaging ya lleva más de 60 años de ventaja para aprovecharse de esa oportunidad. La empresa del Penedès nació en 1954 y se dedicaba a producir cartón ondulado, cajas y embalajes para transportar todo tipo de productos. Cuando Martina Font -tercera generación al frente del grupo, junto con su hermano Francisco- volvió de estudiar en Suecia no entendía por qué en España las fábricas eran grises. Esta directiva se reflejó en la cultura de innovación que entonces ya se respiraba en los países escandinavos para aplicarla a la empresa familiar cuando los dos hermanos tomaron las riendas en el 2009. “El desarrollo de la informática estaba a 15 años de lo que había en España”, explica esta empresaria. En plena crisis y con un bajón de los ingresos del 25%, ya que muchos de sus clientes bajaron el ritmo de exportaciones, se estrenó en la dirección con un fracaso.

“Intentamos lanzar un proyecto para vender cajas a través de una tienda online, pero el sistema todavía no era suficientemente adaptable y no lo salimos. Fue una lección de humildad”, explica. Aquel mismo año, la empresa también daba un salto adelante con una inversión de 4 millones de euros para impulsar su fábrica en Sant Pere de Riudebitlles. El plan a cinco años de la dirección se centraba en la innovación de formatos y para apostar por productos con valor añadido tales como los embalajes isotérmicos que mantienen la cadena de frío. "Fue el salto para profesionalizar lo que llevábamos décadas haciendo", dice la emprendedora. Entre sus clientes, Font fabrica para grandes compañías como Seat, Roca o el productor de jamones Joselito.

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Con el negocio más consolidado, Font volvió a intentar la aventura en internet, cinco años más tarde con un equipo de 10 personas. Con esta idea en 2014 nació Kartox, uno e-commerce por encargar cajas personalizadas sin pedido mínimo. Este concepto abría la puerta a trabajar no sólo para comercios tradicionales, sino también para tiendas online sin medios propios. “Supuso un reto porque era necesario un cambio del proceso de producción: no es lo mismo fabricar un pedido de 60.000 cajas que uno de seis hechos a medida”, reconoce la empresaria. Por eso Kartox es una rama del negocio de Font Packaging Group, pero produce de forma totalmente independiente. Según la directiva, esta empresa es ya un negocio rentable y crece a buen ritmo, aunque prefiere no detallar sus cifras.

De hecho, Font Packaging Group ya produce los embalajes para grandes empresas del comercio electrónico y ve en los envíos de este sector un mercado de futuro. Para la venta online, por ejemplo, la empresa ha diseñado cajas con un cierre de seguridad que hace prácticamente imposible abrirlas sin romper el embalaje. En el universo de lo que ya se llama smart packaging (embalajes inteligentes), Font también pone el foco en sistemas que permitan incorporar una cámara dentro de la caja para comprobar que el contenido no se ha manipulado o sensores de temperatura que avisan si un producto sensible ha sufrido un golpe de calor. De hecho, la compañía tiene un departamento dedicado a la investigación en materiales y formatos que le acerquen a las exigencias de la industria 4.0. En este sentido, la empresaria también saca pecho de la inclusión de su negocio en la ola de la economía circular. Este modelo promueve la reutilización de recursos en las industrias, en su caso, a través del cartón 100% reciclable.

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En 2015 decidieron unificar las tres empresas que conforman el negocio familiar en un solo grupo para conseguir doblar las ventas en los próximos cinco años. El año anterior los hermanos Font habían comprado la empresa fabricante de planchas de cartón ondulado Ramón Olivé, que fundaron sus padres, y de la que controlaban el 33%. Font Packaging Group cerró el año pasado con una facturación de más de 30 millones de euros y logró un beneficio de 1,3 millones que, según explica Font, se reinvertirá en parte en la mejora de su oferta. Actualmente la empresa emplea a un equipo de 130 personas. Para Font, el siguiente capítulo es llevar el negocio fuera de España, ya que por ahora su facturación se concentra en gran medida en el Estado. La directiva explica que ya tiene planes para establecerse en Francia, donde necesitaría también instalar una unidad de producción.