La empresa me prohíbe enviar paquetes al trabajo: ¿cómo lo gestiono?

En mi lugar de trabajo hay un conflicto porque queremos que nos dejen enviar los paquetes de Amazon y pueda recibirles la recepción de la empresa y la dirección se niega. Quisiéramos saber cómo se puede gestionar esto.

Albert, Barcelona

Hay diferentes motivos por los que una empresa puede no estar de acuerdo con recibir los paquetes de sus trabajadores. Puede ser por falta de espacio, por miedo a que ocupe demasiado tiempo a los trabajadores que lo acaben gestionando o, incluso, por no generar envidias y rumores entre compañeros según la frecuencia y el tamaño de los paquetes. Por tanto, el primer paso es pedir a la empresa los motivos exactos de esta negativa.

Segundo, aunque es cierto que los horarios laborales tienden a coincidir con los comerciales, y que los malabares para hacerlo todo se pueden relajar si ciertas compras las recibimos en la empresa, damos por supuesto que ampliar el nuestro hábito de consumo en el puesto de trabajo es bueno y saludable. Sin embargo, como seguramente nos diría la escritora Naomi Klein, esta negativa de la empresa puede ayudarnos a desarrollar una conciencia de consumo más crítica.

Así, esta barrera entre nosotros y el consumo quizás facilitaría hacer otra reflexión. Podemos pensar si realmente necesitamos unos segundos auriculares, si comprarlos digitalmente es la opción más adecuada, o si aquél kit de cultivo es la única forma de desarrollar nuestras habilidades de jardinería. Por tanto, valore honestamente qué manera de recibir un paquete realmente le aportará calidad de vida.

Finalmente, haga una propuesta escrita para negociarla con la empresa, donde se recojan todas sus inquietudes y reflexiones y de la dirección. Así, si la compañía tiene miedo de convertirse en el almacén de Papá Noel, proponga un lugar donde sea fácil y rápido retirar los paquetes y acuerde los días que se guardará un paquete en la empresa.

También puede acordar las dimensiones de los paquetes aceptables, los productos permitidos, los horarios de recepción, quién y cómo se gestionará la recogida del pedido, etc. La clave está en mostrar que se trata de una propuesta reflexionada y necesaria. Claro que la empresa siempre puede seguir oponiéndose a ella, pero ¿no me dirás que no intimida ver a un equipo unido, dialogante y comprometido?