El Rey de Cataluña existe y quiere triunfar con aceites y vinos de calidad
Tres socios lanzan un sello gastronómico con el que también quieren comercializar cava y cerveza
BarcelonaLa historia empezó en el punto más álgido del Proceso. "Ha intentado crear una República, pero no lo ha conseguido. Ahora Catalunya es un reino y yo soy el rey", dijo Amir Kassaei a sus trabajadores. Corría el año 2017 y el 50% de su plantilla había salido a manifestarse. Él venía de Nueva York y poco antes había aterrizado en Barcelona para crear una agencia de marketing y comunicación que todavía dirige. Desde entonces, este creativo austriaco va por el mundo introduciéndose como tal. "Mucha gente piensa que es divertido, ya otros no les hace ninguna gracia", explica Amir en una conversación con el ARA.
Todavía no lo sabían, ni él ni sus dos socios, pero esta broma, que Amir también ha utilizado en los últimos siete años para presentarse con ingenio, acabaría transformándose en el nombre de una marca gastronómica que se daría a conocer al público durante la Diada de Catalunya del 2024. Pero ese nombre, el Rey de Catalunya, no fue el único que surgió de forma espontánea. "Cada año, en noviembre, voy a Picamoixons con mi suegro a cosechar aceitunas. Y un día le llevé a Amir una botella de aceite", explica Pere, uno de los socios, que tiempo antes había iniciado una relación de amistad con Amir a raíz de tratar profesionalmente. Le sorprendió tanto este producto que saltó la chispa: "¿Por qué no creamos esta marca para celebrar a los reyes y reinas de Cataluña que hacen todos estos productos?" A partir de aquí ambos empezaron a hablar con gente del sector para explicar una idea que apenas se estaba gestando: crear un sello con una idea innovadora y un atractivo marketing para comercializar productos de calidad, sobre todo de pequeños productores catalanes.
De momento, comercializan aceite, vino blanco y vino tinto bajo esta marca, y aspiran a poder hacer lo mismo con cava y vino rosado –para los que ya están buscando proveedores–, y también cerveza, de cara al próximo año. "El otro día estuve en el restaurante de mi cuñado; todo el mundo preguntaba y muchos lo criticaban porque aquí no hay rey, pero de eso se trata", explica Pere. La maquinaria publicitaria empezó a rodar fuerte esta Diada, con carteles en la calle y anuncios en medios catalanes con eslóganes irreverentes relacionados con la política catalana, como "Bienvenido a Cataluña, donde incluso los españoles son turistas", "Cataluñas unidas de Cataluña", "Hemos dejado de quemar contenedores, ahora hacemos vino" y "Ya estoy aquí". Más allá de esta apuesta publicitaria, la idea de los fundadores es comercializar productos de distintos productores a través de El Rei de Catalunya. Pero ese atrevido nombre también les cerró alguna puerta.
"Para el vino, empezamos con una bodega familiar del Priorat, pero tuvimos un problema con la DO, y tuvimos que buscar otra bodega que perteneciera a la DO Catalunya. No podíamos embotellar al Priorat porque a nuestro nombre estaba la palabra Cataluña. Ahora tenemos un vino que nos gusta y está bien", explica Pere. Esta búsqueda de la calidad la llevan a cabo durante el proceso de elaboración, también en el caso del aceite: "El mismo día, llenamos los capazos y los llevamos en el molino, donde se hace el aceite a las pocas horas. La aceituna no se pudre, hacemos aceite en rama, que es del árbol al molino, mientras que en otros lugares la aceituna puede llegar a estar tres o cuatro días almacenada; estos días hacen que las aceitunas se estropeen", explica Pedro.
Cataluña y Baleares
De momento, siguen hablando con distribuidores para hacer llegar su producto a restauradores de Catalunya y Baleares, donde quieren extender su marca. Hoy, sus vinos figuran ya en las cartas de algunos locales de Barcelona e Ibiza. "Si haces calidad, no puedes aspirar a vender 10 millones de botellas", explica Pere. El objetivo es vender entre 200.000 y 300.000 botellas al año, pero todavía están lejos: de momento han lanzado 2.000. También vienen a particulares a través de internet.
La calidad también la buscan en la botella, con un cristal más caro de lo habitual: "Es una botella de un diseño especial, con boca plana, y en vez de tener un adhesivo, el vidrio es impreso, y el hecho de que sea opaco hace que los productos no se alteren, y el corcho es natural, pero más caro", explica Pere. "La prioridad es celebrar a los mejores productores de Catalunya: si creemos que lo hacemos bien, los resultados vendrán. Hay mucha competición en el sector del vino", añade Amir. El Rey de Catalunya ya existe, y lleva en el logo dos leones, un escudo y una corona. En medio, se esconde otra expresión: Que os carden. Ahora sólo falta que el mundo gastronómico reconozca su reinado.