El Puerto de Barcelona contempla inversiones públicas y privadas de 1.700 millones para reducir emisiones
El plan de transición energética pretende rebajar las emisiones el 50% en 2030, el 85% en 2040 y alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050
BarcelonaUnas instalaciones portuarias más sostenibles. Es uno de los objetivos del plan de transición energética presentado este martes por el Port de Barcelona. Es un documento derivado del cuarto plan estratégico de este organismo, y prevé reducir cerca de un 50% sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 respecto a las de 2017, "el equivalente a las emisiones anuales de 240.000 coches". Y además pretende rebajarlas al 85% en 2040 con el objetivo "de convertirse en un puerto neutro en emisiones en 2050". Se prevén inversiones en infraestructuras de unos 920 millones procedentes de fondos privados y 780 millones de fondos públicos.
El plan engloba todas las medidas que el Puerto de Barcelona desarrolla para "descarbonizar la actividad portuaria, garantizar el suministro de energía sostenible, tanto en el ámbito ambiental como económico, y convertirse en un centro de actividades energéticas líder". En este documento, el Puerto de Barcelona deja de tratar la energía como una mercancía por considerarla "un factor estratégico, clave para reforzar la competitividad del puerto y del territorio en un mercado global cada vez más exigente". Asimismo, añade, esta transformación "va a consolidar el liderazgo del Puerto de Barcelona tanto en el sector marítimo y portuario como en el conjunto de la cadena logística, impulsando la transición energética mucho más allá del territorio portuario".
Esta hoja de ruta incluye un plan de acción con más de 150 actuaciones, agrupadas en cuatro grandes ejes: la descarbonización de la actividad portuaria; la sostenibilidad del consumo energético; la resiliencia para garantizar el suministro de energía; y la innovación para facilitar el surgimiento de nuevos modelos de negocio y la adopción de tecnologías emergentes.
Electrificación
Incorpora medidas concretas para promover la eficiencia energética, con el objetivo de que en 2030 el 50% de la actividad portuaria esté electrificada y el 65% de las escaleras de portacontenedores y cruceros se conecten a sistemas OPS, que les permitan detener los motores mientras están en el puerto, una cifra que se incrementará hasta el 0%.
También se pone el foco en la producción local de energía, con el objetivo de tener instalados 100 megavatios MWp (MWp) de energía fotovoltaica en 2030 y explorar fórmulas que permitan realizar una gestión estratégica. Asimismo, se prevé la producción de 100.000 toneladas de combustibles sostenibles anuales, tanto biometano como combustibles sintéticos. Estos combustibles son un elemento clave en la descarbonización del transporte marítimo, ya que la capacidad para suministrarlos permite formar parte de los corredores verdes marítimos y atraer a los barcos más eficientes y sostenibles.
"El plan de transición energética marca la planificación portuaria de los próximos años y transformará nuestro modelo energético, ya que generará nuevas áreas de negocio. Todas las actuaciones que se hagan y se harán en el puerto de Barcelona se diseñan y piensan teniendo en cuenta la transición energética. La sostenibilidad ya impregna todo el negocio portuario", ha asegurado el presidente de José documento.