Energía

La UE acuerda la ansiada reforma eléctrica y Francia salva la nuclear

La medida quiere reducir la dependencia de la UE del gas ruso e impulsar el despliegue de las renovables

BruselasLa guerra de Ucrania y el chantaje del régimen de Vladimir Putin hicieron saltar por los aires el sistema energético de la Unión Europea. Había que actuar deprisa y sacar adelante una reforma estructural lo antes posible. Se intervino el mercado eléctrico, algo que era impensable antes del inicio de la invasión, y la Comisión Europea presentó una propuesta exprés para dejar de depender del gas ruso y acercarse hacia la autosuficiencia energética potenciando el despliegue de las renovables (y la nuclear, para alegría de Francia).

La intención era aprobar esta ansiada medida antes de este invierno, que no está siendo tan duro energéticamente como se esperaba. Sin embargo, las negociaciones en el Consejo (los Estados miembros) se alargaron más de lo previsto por las diferencias entre Francia y Alemania, las dos grandes potencias de la Unión Europea y que siempre chocan sobre la energía nuclear.

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Finalmente, París logró salvar a las centrales atómicas, que son motivo de orgullo nacional, y este jueves de madrugada el Consejo y el Parlamento Europeo han logrado acordar el texto legal definitivo, que ya sólo será necesario que sea ratificado por ambas instituciones y entrará en vigor a inicios del próximo año. Pese al retraso, teniendo en cuenta los ritmos de Bruselas y los trámites que debe superar una iniciativa legislativa europea, la reforma del mercado eléctrico se ha aprobado deprisa.

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El acuerdo final mantiene intacta la victoria de Francia y las centrales nucleares podrán beneficiarse de los nuevos tipos de contratos mayoristas que quiere potenciar la nueva normativa. En este sentido, la reforma prevé que los estados puedan acordar un precio estable a largo plazo de la compraventa de la electricidad con una compañía energética, y que se devuelva la diferencia en función de si del precio ha sido mayor o menor que se preveía y se había pactado.

De esta manera, se busca que los consumidores tengan que recurrir cada vez menos al sistema de subasta diario, que se conoce como marginalista y establece que la tecnología más cara (normalmente el gas) marca el precio de todo lo demás ( como la nuclear o la hidráulica) aunque sean más baratas. Pese a que los Estados miembros no apuestan por acabar con el sistema marginalista, sí quieren que deje de ser el mercado principal y se reduzca o acabe con los denominadosbeneficios caídos del cielo, que son las ganancias que obtienen las compañías eléctricas cuando cobran a precio de gas la energía que generan con, por ejemplo, las renovables.

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El hecho de acordar los precios de la energía a largo plazo se prevé que estabilice y reduzca el precio final de la factura eléctrica de los consumidores e incentive el despliegue de las renovables. Asegurando a las compañías una compra concreta de energía ya un precio más o menos estable a años vista, éstas obtienen una garantía de la viabilidad de invertir en nuevos parques eólicos y solares. Además, el aumento de instalaciones de generación de energía renovable es clave para la lucha contra el cambio climático y la autosuficiencia energética de la Unión Europea.

Alemania quería evitar que las nucleares pudieran beneficiarse de este tipo de contratos por su tradicional rechazo a la energía atómica. También consideraba que podría suponer una ventaja competitiva de la industria francesa respecto a la alemana, que es una gran consumidora de energía (sobre todo del gas ruso, hasta antes de la guerra).

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En todo caso, tanto el Consejo como el Parlamento y la Comisión Europea ya han salido a celebrar el acuerdo. "Este pacto es una buena noticia. Nos ayudará a reducir aún más la dependencia de la UE del gas ruso ya impulsar la energía que no genera emisiones de efecto invernadero", ha destacado Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica de España, que este semestre ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE y ha jugado un papel primordial en las negociaciones de esta reforma.