EMPRESAS

Fluidra, medio siglo para pasar de Astral al IBEX 35

Eloi Planes, presidente de la compañía de Sabadell, explica las claves que han hecho de la empresa un líder mundial de las piscinas

Carlota Serra Llagostera
y Carlota Serra Llagostera

Barcelona"El valor y la oportunidad ahora mismo están en la penetración de los mercados, más que en nuevas aperturas", sentenciaba este jueves por la mañana el presidente ejecutivo de Fluidra, Eloi Planes, durante la ponencia organizada por PwC. Justo en el momento en el que Planes explicaba la evolución de la empresa y el proceso de internacionalización de los últimos años, se hacía pública la nueva adquisición de la compañía: ha comprado el 73,2% de la húngara Kerex por 4,5 millones de euros.

Es uno de los muchos ejemplos de las adquisiciones que la líder de las piscinas ha ido haciendo por todo el mundo desde sus inicios. El afán de internacionalización está presente en Fluidra desde sus inicios: solo un año después de su fundación, en 1970, ya empezó a ampliar horizontes. "Aquí no se hacían piscinas en aquella época y, si queríamos dedicarnos a este sector, teníamos que salir fuera. Esto marca el espíritu emprendedor e innovador que caracteriza a la empresa", explica Planes.

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Pero en aquel momento todavía no era Planes quien dirigía la empresa. De hecho, Planes nació el año de la fundación de Fluidra, entonces Astral Construcciones Metálicas, que fundaron cuatro familias: los Planes, los Serra, los Corbera y los Garrigós. El relevo generacional se produjo en 2002 y fue entonces cuando Planes relevó a su padre en la dirección general de la empresa: "Este cambio se ve en el consejo y también en la gestión, y fue un éxito porque se hizo a través de la generosidad y la valentía".

Las claves del éxito

Más allá de la internacionalización y el exitoso relevo generacional de Fluidra, hay más factores que han contribuido a hacer que con 50 años la compañía haya conseguido cubrir el 92% del parque mundial de piscinas y que cerrara en 2021 con una facturación de 2.187 millones de euros y unos beneficios de 252 millones.

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Por un lado, Planes señala la entrada del Banco Sabadell al consejo de administración en 2002, cuando compró las acciones de los accionistas minoritarios. En aquel momento, la empresa facturaba 300 millones de euros y, según explica el presidente de la compañía, el papel del banco de Oliu fue esencial para conseguir otro hito importante: la salida a bolsa.

Fue en 2007, poco antes de la caída mundial de los mercados, pero la crisis no atrapó la empresa hasta 2009. El salto al parquet bursátil se hizo porque "la otra opción era vender la empresa". "Pero las familias fundadoras queríamos mantenernos en el accionariado", explica Planes. "La bolsa nos daba la posibilidad de seguir a la compañía, pero también de diversificar nuestros activos y dar entrada a nuevos accionistas", comenta. Hoy Fluidra cotiza en el IBEX 35 a un valor cercano a los 24 euros por acción.

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Operación Zodiac

Otro momento culminante se dio en 2017 cuando, después de años de negociaciones, Fluidra conseguía cerrar la fusión con la norteamericana Zodiac. Una operación que, según explica Planes, "implicaba muchos riesgos: la dilución del capital familiar y la entrada de un private equity en el consejo, entre otras cosas". La clave del éxito fue "estructurar la fusión de forma que no hubiera ni ganadores ni perdedores, manteniendo los equipos directivos de cada compañía y evitando la diferencia cultural empresarial".

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Con esta fusión, el negocio de Fluidra cogió otra dimensión. Ahora, como reto de futuro, Planes señala el tratamiento de aguas y la conectividad y la ingeniería informática: "Antes éramos una empresa más de producto, ahora competimos con empresas como Google para atraer talento". Esto y un vaticinio: "La piscina del futuro será más azul, conectada y más eficiente".