El Ibex 35, en máximos desde febrero de 2020 al día siguiente de la investidura de Sánchez

BarcelonaLa primera lectura económica de los grandes eventos políticos se hace tomando el pulso en los mercados. Es habitual. La respuesta del Ibex 35, que agrupa a las mayores empresas cotizadas de España, esta vez era una incógnita: podía recoger la estabilidad de un presidente que revalida el cargo o, por el contrario, la inestabilidad de una mayoría fragmentada. La respuesta de los mercados parece contundente.

Este viernes, al día siguiente que Sánchez revalidara la presidencia tras una polémica investidura, el indicador alcanzó la mitad de la sesión los 9.753 puntos, lo que supone el nivel más alto registrado desde el 28 de febrero de 2020, justo cuando la pandemia empezaba a penetrar en Europa. Pasadas las 14 horas de este viernes, el indicador crecía un 0,64%.

Hasta este viernes, el mejor cierre de 2023 –9.694,7 puntos– fue el 27 de julio, justo cuatro días después de las elecciones generales. Antes del estallido de la pandemia, el Ibex pasó de estar por encima de los 10.000 puntos a caer hasta los 6.100.

Los nombres y apellidos de ese impulso son, hasta primera hora de la tarde del mismo el viernes, la farmacéutica Rovi, la inmobiliaria Merlin Properties y la siderúrgica ArcelorMittal, todas ellas con incrementos superiores al 2%. Por detrás, cerca de esa cifra, crecían la inmobiliaria Colonial, la eléctrica Endesa y Amadeus IT Group. De las 35 empresas que integran este índice, sólo ocho compañías presentaban un comportamiento negativo. Sin embargo, todas ellas decrecían por debajo del 1%, excepto Acciona, que en esta jornada acumula un bajón del 1,21%.

Más allá de España, el resto de mercados europeos también se han despertado con optimismo: el FTSE-100 británico estaba este mediodía a 1,04%, el CAC-40 francés a 1,01%, el DAX alemán a un 0,99% y el FTSE MIB italiano a un 0,89%.

Una economía que se enfría

España es ahora el principal impulso de una economía europea que se enfría. El producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica de un territorio) español creció un 0,3% entre julio y septiembre. Lo que es ya un claro signo de ralentización también lo es de cierta resistencia: el conjunto de los 27 estados de la UE, así como la economía catalana, crecieron un 0,1% de media en el segundo trimestre de este año.