Industria

El gobierno español y el vasco acuerdan la entrada de la SEPI en la compra de Talgo

El acuerdo deberá concretarse en las próximas semanas y permitirá la toma de control por parte de la empresa vasca Sidenor

MadridEl toma y daca por el control de Talgo continúa. Por último, el gobierno español y el gobierno vasco acordaron que la SEPI, el brazo inversor del gobierno español, participará en la toma de control de Talgo por parte de Sidenor, tal y como informó el ejecutivo autonómico en un comunicado de prensa este martes por la noche, tras la Comisión Bilateral entre los dos gobiernos celebrada en Madrid. "Es una noticia muy esperada: ambos gobiernos hemos encauzado la participación de la SEPI para hacer viable la operación [de Sidenor] y mantener así la actividad y la ocupación de Talgo en Euskadi", informó el gobierno vasco. Más allá de eso, sin embargo, el lendakari Imanol Pradales no ha querido entrar a detallar en qué se basa esta participación, es decir, si se trata de la compra de una parte de las acciones de Talgo por parte de la SEPI o de la concesión de un préstamo convertible en participativo a largo plazo, tal y como publica el diario El País. Pradales ha explicado que "en las próximas semanas" se desarrollará el acuerdo. "Quiero discreción", ha dicho. Sea como fuere, el movimiento supone un balón de oxígeno que debe permitir que la empresa vasca Sidenor pueda tomar el control definitivo de Talgo: la entrada de la SEPI sería una forma de fortalecer las cuentas de la empresa y que los bancos refinancien su deuda.

El pasado mes de febrero y después de diferentes opas fallidas –el gobierno español vetó la compra de Talgo por parte de la húngara Magyar Vagon–, la metalúrgica vasca Sidenor anunció la compra del 29,7% del capital social de Talgo, hasta ese momento en manos del fondo británico Trilantic. La oferta de compra suponía un desembolso de 184 millones de euros y contaba con el apoyo financiero del gobierno vasco, así como de las fundaciones BBK y Vital, accionistas del banco Kutxabank. de hacer Sidenor para comprar casi el 30% de Talgo. En concreto, se trata de refinanciar los 400 millones de deuda que tiene Talgo para hacer posible la entrada de Sidenor.

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la operación es viable. De hecho, hay que tener en cuenta que la opción de Sidenor también estuvo apadrinada por el gobierno de Pedro Sánchez, que considera Talgo una empresa "estratégica".

Sin embargo, Talgo tiene una serie de retos sobre la mesa que hace que no viva un momento precisamente dulce. De entrada, tiene firmados pedidos que, por ahora, no puede satisfacer: los trenes Avril a Renfe son un ejemplo. De hecho, el fabricante de trenes mantiene una trifulca con el operador español, que le reclama 116 millones de euros por el retraso en la entrega de estos trenes, además de unas compensaciones adicionales. Además, desde las plantillas se ha puesto el énfasis en que Talgo necesita un inversor que le ayude a asumir nuevos contratos a medio y largo plazo, de forma que pueda competir con los otros principales fabricantes europeos, como CAF.