Histórica venta de Celsa: se desprende de sus filiales británicas y escandinavas
El grupo del multimillonario Pavel Tykač compra el negocio de la empresa catalana en Reino Unido, Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca
BarcelonaEl grupo siderúrgico catalán Celsa ha cerrado un acuerdo con el family office checo Sev.en Global Investment (Sev.en GI), del multimillonario Pavel Tykač, para venderle el 100% de sus filiales británicas y de los países nórdicos, según ha informado la compañía que preside Rafael Villaseca este jueves en un comunicado. La transacción ronda los 600 millones de euros, según informa El Confidencial.
La venta forma parte del plan de enderezamiento y desendeudamiento de la compañía siderúrgica que se puso en marcha después de que los fondos acreedores cogieran el control en sustitución de la familia Rubiralta.El grupo Celsa ha informado que destinará el importe de la venta a la reducción de su endeudamiento, de acuerdo con los compromisos legalmente asumidos. La compañía ha indicado que con esta desinversión, junto con la reciente ampliación de capital de 166 millones de euros y su plan de eficiencia, continuará con la puesta en marcha de su reorganización industrial y financiera.
El grupo Celsa ha indicado que se focalizará en sus operaciones en España así como en la reducción de su endeudamiento financiero.
En la operación de venta han actuado Citigroup, como asesor financiero, y Linklaters, como asesor legal de Celsa. Sev.en GI es un grupo de inversión con sede en la República Checa que invierte en distintos sectores, enfocados a la generación de energía y extracción de los recursos naturales. Este grupo actúa en todo el mundo y tiene inversiones en Europa, Australia, Norteamérica y Asia.
La transacción afecta a las filiales Celsa Steel UK, del Reino Unido, y Celsa Nordic, que opera en Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca. El director ejecutivo de Sev.en GI, Alan Svododa, calificó de "acuerdo histórico" esta transacción, ya que su compañía considera que la industria del acero "es vital" para su crecimiento. Para Svododa, esta compra fortalece la presencia de la compañía en Europa con la entrada en los mercados escandinavos, permitiendo "un avance hacia la sostenibilidad" con la producción de acero ecológico.
Celsa Steel UK es la mayor empresa de reciclaje de acero en Reino Unido con una planta en Cardiff que tiene una capacidad de producción anual de 1,2 millones de toneladas de acero de construcción con bajo contenido de carbono . La planta opera con una tecnología de horno de arco eléctrico que tiene una de las huellas de carbono más bajas de la industria.
Acero bajo en carbono
Por su parte, Celsa Nordic es uno de los principales productores de acero en los países escandinavos y cubre toda la cadena de producción de forma integrada, desde la recolección de chatarra hasta el procesamiento y fabricación de productos de acero acabados por en el sector de la construcción, y que utiliza en su proceso energía hidroeléctrica renovable. Alan Svoboda ha destacado que ambas compañías son tecnológicamente avanzadas y "están consolidadas como líderes europeos en la producción de acero ecológico".
Con la compra, el grupo checo diversifica su cartera de inversiones e incorporará a unos 2.700 empleados de las filiales de Celsa. Sev.en Global Investments forma parte del Grupo Sev.en del empresario e inversor checo Pavel Tykač, que forma parte de la lista Forbes Real Time Billionaires de las 400 personas más ricas del mundo.
Símbolo del gran divorcio
La filial escandinava de Celsa tiene una enorme carga simbólica en la compañía. La compra de Fundia en 2006, liderada por Francesc Rubiralta hijo sin la luz verde de su tío José María, llevó a uno de los divorcios más sonados de la historia de las empresas familiares catalanas. Es por esa compra que las dos ramas de la familia rompieron relaciones, quedando una parte de la familia al frente de la entonces exitosa Celsa y otra con Werfen, que todavía no era el gigante que es hoy. En esa época de compras en el exterior es, además, donde hay que encontrar los enormes problemas de sobreendeudamiento que encaró Celsa durante dos décadas y que acabó con la expulsión de la familia el pasado año en beneficio de los fondos de inversión que habían comprado el pasivo en los bancos.