Un tercio de las hipotecas variables, pendientes aún de sufrir la subida de los tipos
El Banco de España afirma que es pronto para valorar si es necesario ampliar el código de buenas prácticas
MadridAunque el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto el freno –de momento– a la subida de los tipos de interés, algunos hipotecados sólo empezarán a sufrir ahora los incrementos anteriores. La transmisión de estos aumentos al coste de la deuda viva de los hogares todavía no se ha producido del todo, por lo que el total de familias que tendrán que pagar más por sus créditos en los próximos meses crecerá. Es una de las conclusiones que recoge elInforme de estabilidad financiera 2023 del Banco de España publicado este lunes y que cifra en un 30% las hipotecas a tipo variable que están pendientes de sufrir una revisión al alza de sus tipos en más de un punto porcentual hasta junio de 2024.
En España se calcula que cinco millones de familias tienen hipotecas, de las cuales cuatro millones la tenían a tipo variable, es decir, que se les encarece cuando el BCE sube tipos y hace crecer el Euribor. Esto significa que 1,2 millones de hogares todavía no han visto cómo crece su cuota. "El resto [de hipotecados] ya han sufrido un aumento de la hipoteca y, en caso de que deban revisarla, sería una revisión al alza pequeña", ha apuntado el director general de estabilidad financiera del Banco de España, Ángel Estrada, en un encuentro informativo.
Por norma general, en una hipoteca tipo (200.000 euros de capital ya 30 años) con cada punto del Euribor se encarece la cuota en 100 euros. Teniendo en cuenta que a principios de 2022 el Euribor estaba en el -0,5% y ahora está por encima del 4% (a 27 de octubre se situaba en el 4,10%), el encarecimiento medio mensual es de 450 euros. Un dinero que, lógicamente, acude a los bancos.
"Aunque la carga financiera de los hogares endeudados ha crecido, y seguirá creciendo esta segunda mitad de año una vez se hayan completado las revisiones de los tipos de las hipotecas variables, el mercado laboral está siendo clave para sostener la capacidad de renta de los hogares", apunta el Banco de España.
Acogida del código de buenas prácticas
Ante el impacto que ha tenido y tendrá la subida de tipos sobre las hipotecas a tipo variable, el invierno del año pasado el gobierno español y las entidades financieras llegaron a un acuerdo para modificar el código de buenas prácticas, creado en 2012. Asimismo, aprobaron un protocolo adicional y temporal (hasta diciembre de 2024) y ajustado a este contexto con el objetivo de aligerar el coste hipotecario a familias vulnerables y de "clase media en riesgo de vulnerabilidad" ". Ambas medidas entraron en vigor el 1 de enero de 2023.
Por ahora, la presentación de solicitudes de acogida a este protocolo es bastante alta si se compara con el volumen medio de solicitudes en períodos similares de años anteriores o, incluso, con todo el 2022. A lo largo del pasado año, el volumen acumulado de deuda pendiente vinculado a solicitudes de adhesión al código de buenas prácticas creció hasta los 589 millones de euros ( 5.800 operaciones), mientras que en los siete primeros meses de 2023 el volumen de deuda afectada crece hasta los 5.367 millones de euros (cerca de 42.800 operaciones). El 54% de las solicitudes u operaciones son para adherirse al código reformado de 2012, mientras que el resto (46%) corresponden al código temporal aprobado el pasado invierno.
Entre enero y julio de este año se han presentado un total de 42.000 solicitudes de familias que querían acogerse al código de buenas prácticas reformado. De estas solicitudes, sólo en torno a un 10% han sido aceptadas, es decir, 4.200. Un 40% restante está todavía en fase de valoración por parte de la entidad bancaria, mientras que el resto de solicitudes han sido rechazadas principalmente porque no cumplían con los "criterios objetivos" del código de buenas prácticas: ya sea porque la familia sobrepasaba el umbral de renta establecido o no ha visto incrementar suficientemente la cuota hipotecaria, entre otros motivos.
"Hay que esperar y ver los resultados para decidir si se amplía o no el código de buenas prácticas", ha anticipado Estrada. Desde el Banco de España apuntan a que la adhesión a este protocolo por parte de las familias "no es un proceso que se produzca de hoy para mañana" y que "hay que darle tiempo". PSOE y Sumar, en cambio, han incluido en su acuerdo para reeditar al gobierno de coalición una ampliación del protocolo en cuanto a sus criterios y, en concreto, al umbral mínimo de renta para poder acogerse a ellos: de 29.400 a 37.800 euros.
Fuera del ámbito del código de buenas prácticas, el Banco de España no ha detectado "un incremento significativo del volumen total de reestructuraciones o refinanciaciones de los préstamos en los hogares". Con todo, el organismo supervisor reconoce que sigue de forma muy "estrecha" estas medidas y su despliegue.