La heredera de BASF da su fortuna a 77 organizaciones benéficas

Tras seis fines de semana de deliberaciones, un grupo de cincuenta ciudadanos austríacos decidió a finales de junio cómo repartir la riqueza de la heredera Marlene Engelhorn, una austriaca descendiente del fundador de BASF que dará la mayor parte de su herencia a obras benéficas en un intento de desafiar a un sistema que le permitió acumular millones de euros.

Engelhorn es una de las descendientes de Friedrich Engelhorn, el industrial alemán fundador de la multinacional química BASF, y en una conversación con el ARA en el 2022 explicaba lo siguiente: “Heretaré una suma de dos dígitos en millones de euros, y no la rechazo. Quiero poder redistribuir al menos el 90%, idealmente a través de los impuestos. Si no, buscaré mi propia forma”.

Según explica The New York Times, ElGuter Rat für Rückverteilung(“Buen Consejo para la Redistribución” en alemán), un grupo de 50 residentes en Austria asesorados por expertos,eligió 77 organizacionesque recibirían el dinero de la fortuna de Engelhorn en los próximos años.

Engelhorn, de 32 años, pidió a principios de año ayuda a la entidad para redistribuir su fortuna y denunciar la falta de impuesto de sucesiones en su Austria natal. En enero, envió invitaciones a 10.000 austríacos para que le ayudaran a gastar 25 millones de euros de su fortuna, que heredó al morir su abuela. El grupo de investigación Foresight seleccionó a 50 residentes, de diversas procedencias, para formar el consejo.

Ahora, una vez deliberado, se ha estipulado que cada organización recibirá una cantidad que oscila entre 40.000 euros y 1,6 millones de euros. Entre los grupos que recibirán más dinero se encuentra el laboratorio de ideas de izquierda Momentum; Attac Austria, organización que se opone a la política económica neoliberal; la organización social World Inequality Lab, organizaciones climáticas y grupos de derechos humanos.

Según el sitio web del consejo, había algunas normas: el dinero no podía entregarse a grupos o individuos “inconstitucionales, hostiles o inhumanos”, ni invertirse en instituciones con fines de lucro. El dinero tampoco podía redistribuirse entre miembros del grupo o “partes relacionadas”.

Ahora que su fortuna será regalada mayoritariamente, Engelhorn aseguraba en una entrevista telefónica al NYT que ya no podrá vivir de su riqueza libre de impuestos. Tiene previsto incorporarse al mercado laboral y pagar impuestos: "Siempre voy a ser una persona privilegiada de origen acomodado", señaló. "Esto no se puede cambiar ni negar".