Aplausos de las patronales y recelos de los expertos sobre la baja médica flexible
La CEOE, Foment y Pimec abrazan la fórmula de la ministra Saiz para que los trabajadores compaginen enfermedad y trabajo
BarcelonaUna nueva baja por incapacidad temporal que también sea compatible con el trabajo. Esa fue la propuesta que lanzó ayer la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, y que este viernes ha despertado nuevas reacciones a favor y en contra, tras recibir un rechazo rotundo por parte de los sindicatos y de la propia vicepresidenta segunda del gobierno español y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Las patronales han aplaudido esta nueva fórmula y han valorado positivamente que el ejecutivo la quiera implementar, mientras que algunos expertos laboralistas cuestionan su utilidad y encaje en el marco actual de los derechos de los trabajadores.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha asegurado este viernes que ve "positivo" que Saiz quiera abrir una mesa de diálogo social para abordar esta nueva modalidad de baja y ha considerado que el planteamiento de la ministra es "bueno" . "En ciertos espacios tiene sentido, partiendo de la base de la voluntariedad, y de los casos donde se pueda hacer", indicó. Garamendi ha incidido en que la medida debería abordarse tanto desde la vertiente de la sanidad como desde el punto de vista de la eficiencia y ha asegurado que "hay veces" en las que los propios médicos recomiendan la reincorporación laboral de forma voluntaria. "Por ejemplo, una persona que esté trabajando dando clases en un gimnasio y al mismo tiempo tiene otro trabajo, de clases de inglés en digital, quizás si tiene un problema en la rodilla o la han tenido que enyesar, no podrá dar clases de gimnasio, pero podría estar activo para dar estas clases de inglés por la tarde", ha argumentado el presidente de la CEOE.
Del mismo modo, la patronal catalana Foment del Treball ha dejado claro que está "absolutamente de acuerdo" con la reforma de las bajas laborales que plantea el ejecutivo español. El presidente de la organización, Josep Sánchez Llibre, ha defendido que la medida permitiría "reducir" el absentismo y por ello la consideran "acertada" y "razonable". En un encuentro con medios de comunicación, ha evitado concretar cómo debería desplegarse la propuesta y ha opinado que estas cuestiones deben tratarse en el marco del diálogo social. La patronal resaltó que con la reforma se "compatibilizaría" el tratamiento de las enfermedades con una incorporación progresiva al trabajo y sobre todo las pymes saldrían beneficiadas.
Sánchez Llibre también cree como Garamendi que la fórmula de Saiz ayudaría a las personas que tienen más de un trabajo, ya que de esta manera su vuelta al trabajo sería más escalonada, a la vez que quizás pueden desarrollar un tipo de actividad pero no otra. En esta línea, la patronal defendió que la medida es una "solución" para reducir el absentismo laboral que, recordó, tiene un coste para la economía de 37.000 millones de euros, el equivalente al 3,1% del PIB español, según un estudio elaborado por la propia patronal y la compañía de recursos humanos Adecco presentado el pasado mes de julio.
La patronal catalana de pequeñas y medianas empresas Pimec ha urgido a aplicar esta medida de forma "inmediata" y ha afirmado que es un "paso adelante" para conseguir una mejor adaptación de la normativa a las "necesidades actuales de trabajadores y empresas" ". La organización defendió en un comunicado que una reforma en esa dirección permitiría a los trabajadores "gestionar el alta voluntaria cuando sea autorizada por un profesional", haciendo compatible "su actividad laboral con la salud". Pimec confía en que su implementación ayudaría a mitigar la "altísima incidencia de las bajas laborales".
Una fórmula nueva
Esta nueva medida ha cogido a contrapié a los expertos laboralistas contactados por el ARA. "En algún momento se había hablado de esta figura, pero todo el mundo veía problemas, especialmente los médicos a la hora de realizar los diagnósticos", recuerda el catedrático de derecho del trabajo de la UB Jordi Garcia. El académico no encuentra que la propuesta tenga ninguna utilidad y defiende que, en todo caso, es responsabilidad del médico decidir cuándo un paciente está preparado para reincorporarse al trabajo. "También puede suponer un problema organizativo para las empresas, si ahora un empleado [a quien ya se ha sustituido] vuelve de la baja, pero solo por trabajar tres días", incide. Garcia asegura que, en todo caso, las causas del absentismo laboral son las larguísimas listas de espera y las situaciones fraudulentas.
Josep Manel Raya, abogado, graduado social y socio del despacho DMS Legal, confiesa que la baja laboral flexible "no entraba en las quinielas de ningún laboralista". "Se reducen muchísimo los casos reales prácticos en los que podría llevarse a cabo. En situaciones con enfermedades graves como un cáncer, en las que el paciente se reincorpore poco a poco, puede haber algún caso, pero sería absolutamente residual", expone. A su juicio, este sistema no es "ni práctico ni efectivo" y asegura que en su bufete ven más situaciones en las que las mutuas presionan para que el trabajador se reincorpore antes de tiempo al trabajo. "Me preocupan más las altas que se dan demasiado pronto que al revés", sentencia. Raya cree que una baja flexible "no tiene sentido" y plantea establecer controles reales para evitar las situaciones de fraude que tanto alarman a la patronal.