El gran escollo de la FP dual: faltan empresas para acoger a alumnos en prácticas

BarcelonaLa nueva ley de Formación Profesional (FP) quiere recuperar una figura que antes era muy común en los negocios de nuestra casa: la del aprendiz. La normativa, aprobada hace tres años por el gobierno español, y que las comunidades autónomas han empezado a aplicar este curso, multiplica el número de horas de prácticas que realizan los estudiantes en un entorno laboral real y apuesta por que todo el modelo tenga un carácter dual, sea cual sea el grado. Sin embargo, esta transformación requiere mucha más implicación por parte de las empresas y aquí es donde ha encontrado su gran escollo.

"A varios centros educativos de Catalunya les es difícil encontrar empresas que ofrezcan plazas de prácticas a sus estudiantes", denuncia el manifiesto que ha hecho público la Asamblea FP, una plataforma que aglutina a alumnos, profesores y coordinadores de centros afectados por esta problemática. A su juicio, esta falta de plazas impide que muchos estudiantes completen su formación y, por tanto, puedan acceder al mercado laboral. El caso es que algunas compañías se muestran reacias, sobre todo, a acoger a estudiantes de grado medio, ya que hay muchos que todavía son menores de edad o tienen poca experiencia previa.

A raíz de la última reforma, ahora los grados se dividen entre la FP dual general —en la que hay que realizar un mínimo de 515 horas de prácticas— y la FP dual intensiva —que requiere al menos 713 horas en la empresa—. Para acabar todo este tiempo dedicado a las estancias en empresas, a menudo los alumnos deben empezar a pisar sus negocios durante el primer curso y esto no siempre es posible.

El presidente ejecutivo de la Agencia de Formación y Calificación Profesionales de Catalunya (Agencia FPCAT), José Luis Durán, dice al ARA que entiende esta preocupación por parte de los centros y asegura que el Govern está trabajando para que cada vez más empresas entren en el sistema. "Quienes no puedan encontrar prácticas en primero, las podrán hacer en segundo y acabarán haciendo las horas que tocan. Puede que haya sectores concretos en los que tengamos dificultades, pero se está haciendo un esfuerzo muy grande para aumentar las plazas con mucha demanda", explica.

Algunos de los más afectados son los grados del ámbito sanitario, en los que el porcentaje de estudiantes que realizan la modalidad intensiva no llega ni al 2%, a lo que se suma que el alumnado ya no puede convalidar la experiencia laboral como prácticas. Por el contrario, en otros sectores, como las industrias extractivas, ya se supera el 75%. "Todo el mundo tiene responsabilidad, pero la nueva ley le da mucha más a las empresas de la que tenían hasta ahora", dice Durán, que insiste en que el punto de partida es bueno y que la proporción de la dual intensiva se irá equilibrando.

En el curso 2023-2024 había 16.336 aprendices -un 26,4% de los matriculados en el segundo curso- que seguían programas de lo que hasta ahora hemos llamado FP dual. Son prácticamente el doble de los que había tres años atrás. Según los últimos datos disponibles, también se ha duplicado el volumen de empresas que tienen un convenio vigente para acoger a alumnos: 17.706, de las cuales un 40% (7.104) abrió las puertas de su negocio a un estudiante durante ese curso. Ante la brecha entre estas dos cifras, Durán recuerda que el tejido productivo de Catalunya está formado principalmente por micropymes de pocos trabajadores, que pueden tener reticencias a la hora de recibir a un aprendiz por los costes y el tiempo invertido en formar que puede implicar. "Estamos buscando la mejor manera para apoyarles desde la administración", defiende.

Una solución a esta falta de predisposición, comenta el presidente de la Agencia FPCAT, es la figura del tutor mancomunado. Esta persona actuaría como nexo entre el centro educativo y la empresa, asumiendo las tareas burocráticas para diferentes pymes. "Se necesitan sistemas que seduzcan a las empresas. La [FP] dual debe ser su principal fuente de talento. Tienen que entender que es un beneficio y asumir sus costes", dice Fabian Mohedano, promotor de talento profesional y expresidente del mismo organismo, que también reivindica incorporar al tutor mancomunado. Entre otras soluciones que se pueden aplicar, apunta a la necesidad de elaborar un mapa de la FP dual adaptado al siglo XXI para entender qué plazas se necesitan e impulsar centros especializados en los diferentes sectores productivos.

"Cuantitativamente, en Catalunya hay suficiente tejido empresarial para dar respuesta a las necesidades de la FP dual", asegura Manuel Rosillo, presidente de la Comisión de Formación de Fomento del Trabajo. En este sentido, también considera necesario crear este "mapa" para aportar "prevención y seguridad": "No se trata de que todas las empresas participen a la vez, sino que tengan la capacidad de aportar plazas al sistema de forma permanente".

Colaboración con el SOC

Antes de encontrarse por casualidad con un post de Instagram, Anthony Stalyn Tomalá estaba pensando en buscar trabajo de camarero. Pero ese anuncio era para iniciarse en una profesión a la que nunca había pensado dedicarse. Ahora es uno de los 25 alumnos que realizan un curso de Formación Profesional Ocupacional Dual (FPO Dual), impulsado por el Gremio de Carniceros, Charcuteros y Aviram de Barcelona y Comarcas. Mientras se forma en las aulas de Mercabarna, donde aprende a manejar el cuchillo y los diferentes cortes de la carne, también realiza prácticas en una de las 20 empresas participantes: Carnicerías Sagarra, en Sant Cugat del Vallès. Su contrato está subvencionado por el Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC), que también financia la formación y el acompañamiento de los alumnos. "Debemos recuperar la figura del aprendiz. Es un oficio sin formación reglada y no encontramos personal", defiende Antoni Gálvez, presidente del gremio.

Se trata de la cuarta convocatoria de este programa en la que se otorgaron 109 proyectos como éste, por los que pasaron 1.594 estudiantes contratados por 631 empresas. El SOC destinó un presupuesto de 38 millones de euros, más que duplicado desde la primera edición. En estos casos, es evidente, las empresas cuentan con el incentivo de la subvención, que ayuda a superar los recelos. "Hay determinados sectores con una dificultad altísima para encontrar a profesionales cualificados. Pues aquí les decimos «si no los encuentras, formales tú»", remarca Miquel Carrión, subdirector de Empleo Juvenil y Cualificación Profesional del SOC. Así pues, defiende que la FP dual debe convertirse en una fórmula de reclutamiento y formación que pueda despertar vocaciones en oficios que los jóvenes quizás ni siquiera se habían planteado.