El Mobile, el aeropuerto y Barcelona
Este domingo por la noche arranca en Barcelona Mobile World Congress (MWC), la gran cita mundial de las telecomunicaciones y la tecnología. En un mundo política y comercialmente sacudido por la diplomacia agresiva de Trump y su gobierno apadrinado por multimillonarios tecnológicos, el MWC de este 2025 tiene todavía un interés superior a su ya habitual atractivo en el campo de los negocios, la innovación y los debates éticos sobre hasta dónde debe penetrar la IA. ¿Hacia dónde queremos ir, tecnológica y éticamente? ¿Hacia dónde nos llevan Trump y Musk? ¿Cómo reacciona China? ¿Qué papel quiere o puede jugar Europa en el desarrollo de las telecomunicaciones y en su regulación? Barcelona será el escenario privilegiado de la pugna política y económica mundial.
Se espera que nos visiten más de 100.000 congresistas y que aterrizen gurús y empresarios de máxima influencia. El evento contará con 2.700 firmas, entre ellas Huawei, Samsung, Meta y Google. Como nuevas incorporaciones destacan Alibaba Cloud, China Unicom, Databricks, Indra, KDDI Spherience, Kyocera, Liberty Global, Siemens, SquareTrade, Tencent Cloud, TransUnion y Ubiquiti. Hay también ligadas 180 delegaciones de 140 países. Ante este despliegue, Cataluña una vez más hará valer su condición de hub tecnológico y digital de Europa. Las sinergias para los emprendedores catalanes son cruciales. También resulta altamente relevante el impacto económico del MWC para la ciudad, calculado en unos 550 millones de euros, cifra ya alcanzada el pasado año. El MWC, además, tiene acordada la permanencia en la ciudad en principio hasta el 2030. El próximo año será el del vigésimo aniversario.
Es indudable que estamos ante un éxito para Barcelona, y más concretamente para su institución ferial, y para Cataluña. Un éxito que, sin duda, es necesario seguir gestionando bien, pensando tanto en términos de progreso y desarrollo económico como de bienestar del día a día de los barceloneses. La saturación turística de la ciudad es clamorosa. Pero si hay unos visitantes cualitativos, son los de los congresos, con el Mobile al frente, junto al que se encuentra toda una nómina de citas científicas, médicas y de negocio lideradas por Fira de Barcelona que son igualmente capitales. Hay que seguir acogiendo en condiciones todo ese talento empresarial y de investigación, lo que más temprano que tarde pide ampliar el aeropuerto de El Prat: sólo así se garantizará la conectividad directa con América y sobre todo Asia. Es un debate incómodo, pero necesario. Como también es imprescindible avanzar en una solución a la crisis de la vivienda en Barcelona y toda su área, por no decir al conjunto de Catalunya. Hay que hacer compatible el liderazgo de la ciudad con el MWC y todo lo que significa con el respeto al medio ambiente (en el caso del aeropuerto) y la garantía de una vivienda digna. Toca arremangarse para encontrar soluciones que nos permitan continuar en la primera línea del progreso.