Astronomía

Llega el esperado e irrepetible 'cometa del siglo': dónde y cuándo verlo

El brillo del C/2023 A3 puede llegar a ser de los más potentes de los últimos cien años

Imagen de archivo del paso del cometa Neowise por Montserrat en 2020
27/09/2024
3 min

BarcelonaEl inicio del otoño estará marcado por una de las citas astronómicas más importantes del año. Se trata del paso del cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), que será visible desde el cielo de todo el planeta y, por tanto, también desde Cataluña. Muchos expertos le han bautizado como el cometa del siglo por su espectacularidad, ya que todo hace prever que su brillo será de los más intensos de los últimos cien años en un fenómeno de este tipo.

El cometa vivirá su máxima aproximación al Sol (momento conocido como perihelio) el 27 de septiembre. Hay ciertas dudas sobre si se desintegrará a causa de las elevadas temperaturas del calor solar, pero todo apunta a que sobrevivirá y en las dos semanas posteriores será plenamente visible desde la Tierra con su brillo más intenso. Se calcula que la máxima aproximación del astro a la Tierra y la visibilidad más nítida será alrededor del 12 de octubre. Sin embargo, la distancia mínima con nuestro planeta será de unos 59 millones de kilómetros y en ningún caso existe riesgo de colisión.

Hasta ahora el cometa ha sido visible en el hemisferio sur, pero en los últimos días de septiembre también es visible en el hemisferio norte. En Cataluña ya se ha podido ver y se calcula que aproximadamente será ligeramente visible entre el 27 y el 29 de septiembre, justo antes de la salida del Sol en el horizonte este. Eso sí, será difícil verlo sin la ayuda de algún aparato, como por ejemplo unos prismáticos pequeños. Durante el clímax del fenómeno a mediados de octubre el cometa ya será perfectamente visible a simple vista en nuestro país y sin necesidad de ningún aparato, en este caso mirando por las noches hacia el horizonte oeste justo después de la puesta del Sol. Sin embargo, un telescopio o unos prismáticos harán que la experiencia sea aún más completa, ya que se podrá observar más detalladamente el cuerpo celeste. El astro está formado a partir de materiales tales como rocas, gases, partículas de hielo o polvo. A medida que se acerque al Sol, su calor vaporizará estos materiales y lo irán deformando, aumentando la cola de polvo y de gas detrás del cometa, que brilla con la luz solar. Hasta mediados de octubre este brillo vivirá su máximo, y es lo que podremos apreciar desde la Tierra.

Imagen del cometa C/2023 A3 el viernes 27 de septiembre desde Vic, en Osona.

Como siempre ocurre con todos los fenómenos astronómicos, lo más recomendable para disfrutar del espectáculo es ir a zonas alejadas de la contaminación lumínica y con horizontes amplios y liberados de obstáculos. Los cielos más limpios los acostumbramos a encontrar en zonas interiores poco pobladas o en áreas de montaña, especialmente en cotas altas. La revista National Geographic ha destacado el Parque Astronómico del Montsec en Àger (Noguera) y la montaña del Toro de Menorca entre los siete mejores destinos de España para poder observar al máximo el paso del cometa.

Un cometa único

El C/2023 A3 ha sido catalogado como único por varios motivos. Lo más destacado es su brillo, que probablemente será equiparable al de cometas famosos que dejaron huella en el mundo de la astronomía como son el Halley o el Neowise. Pero un factor muy importante a tener en cuenta es que se trata de un cometa con una órbita muy larga. De este modo, el astro no volverá a acercarse a la Tierra hasta al menos dentro de mil años. Por tanto, estamos ante un acontecimiento irrepetible y especialmente importante para los astrónomos y para todos los aficionados a la astronomía. Basta con cruzar los dedos para que la meteorología acompañe y las nubes no impidan gozar del fenómeno.

Este cometa fue descubierto el año pasado desde el Observatorio del Monte Púrpura de China y ha generado mucha expectación a nivel internacional. Se calcula que nació durante la creación del Sistema Solar y que proviene de la Nube de Oort, ubicada en los límites externos de nuestro sistema ya un año luz de nuestra estrella.

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