En kayak por los impresionantes acantilados de Lloret de Mar donde no se puede llegar a pie
El tramo de cala Canyelles en cala Morisca, bajo los terrenos de la mansión de Can Juncadella, es un paraíso de biodiversidad donde se puede ver el halcón peregrino, tomates de mar y prados de posidonia
Cala Canyelles (Lloret de Mar)¿Sabías que unos de los acantilados más impresionantes de la Costa Brava se esconden en el norte del litoral de Lloret de Mar? Son los de Can Juncadella, entre cala Canyelles y cala Morisca, una joya bastante desconocida debido a que no tienen un camino de ronda que les bordee, como ocurre con otros lugares del litoral gerundense. Ahora bien, existe una forma aún mejor de descubrirlos poco a poco, adentrándote en un espacio de gran biodiversidad donde se puede contemplar la nidificación del halcón peregrino, tomates de mar y praderas de posidonia. Y es hacerlo en kayak. Desde cala Canyelles es posible reservar guiajes por los acantilados alrededor de la montaña de Can Juncadella, una gran finca que sólo ha tenido tres propietarios, lo que ha mantenido buena parte de la zona sin urbanizar.
La ruta nos llevará, con una hora de ida y otra de vuelta, hasta los límites con el litoral de Tossa de Mar. Las grandes paredes de piedra con pinos entaforados forjados por las inclemencias del mar nos rodean. Así como un agua cristalina que invita a zambullirnos y descubrir los prados de posidonia al final del recorrido, ya en la playa de Portopí.
La zona norte de Cala Canyelles, donde comienza la finca de Can Juncadella, en Lloret de Mar.Òscar Gutiérrez / Lloret TurismeCala Canyelles está dividida por una gran piedra. Tiene puerto náutico, chiringuito y dos restaurantes junto al mar.Òscar Gutiérrez / Lloret Turisme
Salimos del Club Náutico de Cala Canyelles, donde Kayak Adventure Lloret tiene su base de operaciones. Es la pequeña empresa de guiajes y alquiler regentada por Narcís Fors, un apasionado del kayak groenlandés que se ha especializado en mostrar la biodiversidad de la zona. Aunque la zona de Can Juncadella se ve más castigada en verano por el paso de embarcaciones, durante el resto del año es un oasis que no deja de sorprender.
Ya de por si cala Canyelles es una joya bastante desconocida donde no hay que distraerse para tener lugar en verano, ya que tiene poco aparcamiento. La zona más septentrional, delimitada por una gran piedra, abre la puerta a un pequeño paraíso en el que el único rastro de construcción es una de las casas propiedad de Can Juncadella, utilizada para guardar las barcas. Enseguida nos saludan los acantilados y pasos estrechos entre rocas, rodeados de tomates de mar.
Halcón peregrino en los acantilados de Can Juncadella, en Lloret de Mar, donde tiene una zona de nidificación.David BorratDurante dos horas de paseo los acantilados se suceden, de cala Canyelles en el término de Tossa de Mar.David Borrat
La primera parada está en la Cueva de las Falsías, como también se llaman las golondrinas. Se explica que antiguamente era habitual encontrarlos. Se trata de un espacio con unos seis metros de profundidad donde es posible entrar con el kayak a descubrirlo. El resto de recorrido hasta Cala Morisca son rocas y más rocas donde en cualquier lugar apetece lanzarse al mar. En una puedes imaginarte la forma de un caballo, en otra la de un águila... Que vuele la imaginación.
Al final del término municipal de Lloret nos encontramos justamente Cala Morisca. Hay que fijarse bien porque es una pequeña entrada en la tierra. Parece mentira que este pequeño punto idílico, una cala de sólo 40 metros de largo y 10 de ancho, de arena granulosa y ningún servicio, donde sólo se puede acceder a pie después de bajar unas escaleras con una fuerte pendiente, fuera en 1988 el epicentro deuna de las mayores operaciones antidroga de la Costa Brava.
Un narcotraficante corazones, Jacques Antonine Canavaggio, que en su momento llegó a bautizarse como el "barón del hachís", creó dos túneles subterráneos –uno de 40 metros y otro de 50– con raíces y vagoneta de metal, que servía para trasladarlos, para ser trasladados. de peso, hasta una gran cueva almacén desde la que debían cargarse los camiones.
Ahora, de este pasado, queda sólo el recuerdo. Visitar la zona a pie es complicado. El camino de ronda de Can Juncadella sigue cortado por un litigio con la propiedad que está en vías de resolverse, según fuentes del Ayuntamiento de Lloret de Mar. Mientras, el camino de ronda en dirección sur desde la Platja Gran está perfectamente renovado desde hace un año y permite adentrarnos caminando hasta las playas vírgenes de Lloret de Mar que limitan con el municipio de Blanes.
Al volver a Cala Canyelles, el Gammarús Restaurant & Beach Club ofrece un espacio ideal para descansar y recuperar fuerzas. Están especializados en arroces, marisco, pescado y cócteles. Y también es posible reservar para estar en su piscina. También ofrecen transfers en furgoneta por no tener que preocuparse por encontrar aparcamiento. Si va, no se pregunte su magnífico plato de cáscara, genial para picar rodeados de plantas en su terraza con vistas al mar.
Narcís Fors, de la mano de la empresa Kayak Adventure Lloret, no es un guía de kayak más. Su historia está ligada a la pasión por este medio de transporte, que descubrió cuando se trasladó a vivir a Canadá. Al volver a vivir en Cataluña se dedicó durante años a fabricar a medida ya mano kayaks groenlandeses. "El trabajo de madera es casi como un Stradivarius, con muchos compartimentos", explica con emoción. Antiguamente, este tipo de kayaks se forraban con piel de morsa y se engrasaban, pero Fors encontró en Barcelona a un mayorista que vendía un tejido ideal para forrarlos. "En Catalunya tenemos una industria muy potente y encontré a un distribuidor para hacer kayaks y eso me devolvió en referente porque me convertí en proveedor del tejido aprobado", recuerda.
En 2016, Fors dio el salto de fabricar kayaks a ser instructor. "Me di cuenta de que debía dar formación técnica", detalla. En sus guiajes, Kayak Adventure Lloret va mucho más allá de dejar un kayak, y realiza una formación específica para perfeccionar la técnica de desplazarse, como por ejemplo todos los tipos de giros, también el timón. Y, después, no faltan los estiramientos para cerrar la actividad. Además, también es formador en kayak adaptado y ahora se formará en kayak contemplativo, para ofrecer una nueva experiencia inmersiva navegando por el mar.