10 consejos para viajar en solitario
Se trata de una tendencia que ha existido siempre pero va en aumento y supone una experiencia muy enriquecedora para los viajeros
BarcelonaTras jubilarse, Sania Jelic quería recorrer mundo y decidió hacer un viaje sola por Sudamérica. Esta decisión le ha permitido cumplir su sueño de bucear en las islas Galápagos. En su cuenta de Instagram (@sania.jelic) ha ido explicando la experiencia para demostrar que los sesenta son perfectos para viajar por todo el mundo y que la vida no termina después de la jubilación. Marta (@imartatravels) lleva más de diez años viajando sola, comparte en TikTok y en Instagram sus aventuras y da consejos y recomendaciones. Ana Ayuso se embarcó en su primer viaje sola cuando era joven y visitó Cuba. La experiencia le gustó tanto que al año siguiente repitió y decidió hacer un viaje con un grupo de desconocidos a Túnez. Años después recuerda sus viajes de juventud y con su experiencia, la de Sania y la de Marta os ofrecemos 10 consejos para viajar en solitario.
Aprender a estar solo
Los nervios o el miedo pueden aparecer a la hora de hacer un viaje solos, sobre todo si es la primera vez. Jelic asegura que es importante identificar los miedos y propone un ejercicio para hacer antes: "Haz una escapada de fin de semana sola a un sitio cerca y lleva una libreta para ir apuntando cómo te sientes en cada momento, porque te permitirá identificar cuál es la parte de viajar sola que te causa inseguridad. Por ejemplo, si es el miedo a perderte, puedes descargar el mapa de Google para tener acceso a ellos sin conexión".
Que el destino se adapte a ti
Elegir el destino (o los destinos) del viaje es importante y el éxito final puede depender de ello: "Escoge el destino según tus intereses, gustos y capacidades, solo así disfrutarás del viaje", recomienda Ayuso. Y Jelic remarca que lo más conveniente es "saber dónde se viaja y los códigos de comportamiento del sitio". Por eso sugiereque las mujeres que viajen solas visiten ciudades pequeñas: "Son mucho más cómodas y más seguras en comparación con las mayores, que suelen ser más peligrosas y hay que tener más cuidado". Para hacer una primera aproximación a una ciudad se puede consultar Nomad List, un portal con información actualizada sobre la seguridad, la calidad de vida, la temperatura, la cultura LGTBIQ o si se puede recorrer andando.
Flexibilidad
"Organiza bien el viaje, pero intenta ser flexible: la diferencia entre viajar solo y en grupo es poder disfrutar de la espontaneidad y la libertad de no depender de nadie y poder hacer lo que te apetezca", apunta Ayuso. Siempre pueden surgir imprevistos que hagan cambiar los planes, por lo que es recomendable no planificar el viaje al milímetro: "Me ha pasado unas cuantas veces llegar al destino y que me recomienden ir a un sitio que no tenía previsto, acabar yendo y encontrarme un lugar que valía mucho la pena. Es la ventaja de ir fluyendo", asegura Marta.
Preparación social
"Cuando cuentes a los amigos y familiares que harás un viaje sola, todo el mundo dirá su opinión, para bien o para mal. Tienes que estar preparada para el alud de opiniones gratuitas y no dejarte intimidar por los miedos y las malas experiencias de los demás", explica Jelic, que considera que lo que ella llama preparación social es clave para prepararse ante las posibles reacciones de la gente y evitar que ciertos comentarios hagan perder ganas de emprender el viaje. "Sé consciente de lo que quieres y toma decisiones basadas en tus propias experiencias, dejando de lado los comentarios de los demás", concluye.
Estate abierto a socializarte
"Cuando viajas sola de hecho no estás sola, es el primer mito a derrumbar", apunta Jelic, que añade que, una vez en el destino, las oportunidades para interactuar con otras personas son infinitas y que, en la mayoría de los casos, la gente está abierta a socializarse y a compartir nuevas experiencias: "Empiezas el viaje sola, pero normalmente vuelves con más amigos de los que tenías cuando saliste de casa".
Sin embargo, Marta sostiene que no siempre cuando viajamos solos tenemos ganas de conocer gente: "A menudo nos apetece estar más tranquilos y no socializar, y está bien". Y explica que los albergues son la mejor opción para conocer gente durante el viaje.
Mézclate con los locales
Marta afirma que una de las claves de viajar en solitario es hablar con la gente local: "Me gusta preguntarles qué me recomiendan ver, dónde me recomiendan comer y dejarme guiar por lo que me digan. Es la mejor opción, sobre todo si el viaje lo enfocas como una exploración o una aventura". En la misma línea, Jelic subraya que siempre es conveniente tener un contacto local, porque "el conocimiento local solo te lo puede dar la gente de ahí". Por eso recomienda alojarse con gente de la zona, utilizando webs como Couchsurfing y Homestay, que permiten compartir casa con alguien. "Si eres una mujer y viajas sola, no te aconsejaría hacer couchsurfing sola porque nunca se sabe. Siempre lo he hecho en grupo y yendo a casas de mujeres", avisa Marta.
Apps útiles
Antes de despegar, descarga aplicaciones que puedan serte útiles durante el viaje. Por ejemplo, las aplicaciones para consultar mapas sin conexión, como Maps.me y Google Maps; aplicaciones que te permitan traducir palabras y textos, como Triplingo o el propio traductor de Google; aplicaciones para casos de emergencia, como SOS International, o aplicaciones para conocer gente y apuntarse a actividades, como Meetup y Withlocals.
Equipaje ligero
"Con una mochila en la espalda y una maleta pequeña se viaja de maravilla", asegura Jelic, que tras ir por Sudamérica ha comprobado que ir ligera de equipaje es la mejor opción para viajar sola, sobre todo si el destino es una ciudad: "No debes llevar mil cosas porque a menudo hay opciones para comprar lo que necesites". Para ella, la clave es llevar la ropa por capas, por si la temperatura cambia, y que las prendas sean ligeras, fáciles de doblar: "Y de colores que combinen, porque tampoco hay que ir mal vestidas. Lo sencillo es escoger una gama de colores para combinar las partes de arriba con las de abajo".
Momentos de reflexión
Viajar en solitario es una forma de conocerse mejor, descubrir partes de ti que desconocías y escuchar a tu cuerpo. Además, desarrollas habilidades como la capacidad organizativa y la toma de decisiones y, sobre todo, aprendes a estar contigo mismo. "Viajar sola para mí es como una terapia. Hace algunas semanas estuve en los Pirineos y fue una desconexión total, sentía que lo necesitaba: la paz, la tranquilidad, conectar conmigo misma, con la vida, con la naturaleza", comenta Marta. Pasando tanto tiempo con uno mismo es probable que descubras cosas de ti que desconocías y tengas tiempo de reflexionar e introspección.
Confía en tu intuición
"El viaje a Latinoamérica me ha enseñado a creer más en mí, a fiarme más de la intuición en cuanto a la gente y las situaciones, a partir de ahora me escucharé más", explica Jelic. Es partidaria de confiar y seguir el sentido común: "Haz caso de tu instinto: si en tu ciudad no pasarías sola por barrios que no conoces, evítalo también en otros países, y si un lugar o una persona te dan mala espina, lo mejor es fiarse de esa sensación y dar media vuelta", concluye.