BarcelonaNo son aptas para personas con vértigo, pero aseguran unas vistas espectaculares y una experiencia única. Son puentes colgantes peatonales ubicados sobre ríos, entre valles ya través de desfiladeros con paisajes impresionantes. Para cruzarlos a veces es necesario contener la respiración y cargarse de valor, pero la satisfacción una vez llegas al final es difícil de olvidar. La lista de puentes colgantes de vértigo en todo el mundo sería interminable, pero hemos elegido diez repartidos por todo el planeta que nos parecen singulares. ¿Está listo para atravesarlos?
El puente tibetano de Canillo, Andorra
Con 603 metros de largo, suspendido a 158 metros del suelo ya una altitud superior a 1.800 metros, Canillo tiene uno de los puentes colgantes más largos del mundo. La espectacular estructura permite disfrutar de uno de los parajes naturales más bonitos de Andorra, el valle del Riu. Convertido en gran atracción turística, no dejes de visitarlo si pasas las vacaciones en el país de los Pirineos.
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En Canillo, Andorra, encontramos este puente que se encuentra entre los más largos del mundoGETTY
Sky Bridge 721, la República Checa
Es el puente colgante más largo del mundo. Con 721 metros de largo y situado a 95 metros del suelo, atravesarlo asegura una experiencia única con una buena dosis de adrenalina. Se encuentra en la estación de alta montaña de Dolní Morava, en el valle de Mlýnský, donde podrás admirar la imponente masa forestal de esta zona.
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El puente Sky Bridge en la República ChecaGETTY
El puente tibetano de Sellano, Italia
Inaugurado esta primavera, es sólo apto para personas sin miedo a las alturas: tiene más de 1.000 maderas de pisada discontinua (¡es decir, con un vacío entre una y otra!). Situado en un pueblo medieval de Umbría, ofrece unas vistas maravillosas sobre un bosque de encinas y hayas precioso con el río Vigi en el fondo del valle.
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El puente de Sellano, en Italiaitaliani.it
El puente Charles Kuonen, Suiza
En 2017 tuvo el título de puente peatonal más largo del mundo, con 494 metros de largo. Ahora, sigue presumiendo de estar situado en uno de los parajes más impresionantes de los Alpes, en la zona de Zermatt. Para cruzarlo, tendrás que ir a la localidad de Randa y realizar un tramo del camino europeo entre Grächen y Zermatt. ¡Ideal para los amantes del senderismo!
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El puente Charles Kuonen, en SuizaGETTY
El puente de cuerda Carrick-a-rede, Irlanda del Norte
¿Listo para atravesar un puente con casi 300 años de historia? Cada temporada lo construían los pescadores de salmones de la zona para acercarse al área por la que pasaban los peces durante la migración, pero dejaron de hacerlo hace poco más de 20 años, cuando se prohibió la pesca para proteger el salmón atlántico, en peligro de extinción. Desde entonces se convirtió en un reclamo turístico y es una parada obligatoria en Irlanda del Norte cuando visites la costa más famosa del país, con la reconocida Calzada del Gigante. Está suspendido a 30 metros sobre el nivel del mar y atravesarlo en un día de viento es una aventura.
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Visado aérea del puente Carrick-a-rede, en Irlanda del NorteGETTY
El puente de Capilano, Canadá
Si quieres tener la sensación de flotar entre abetos centenarios, atraviesa el puente de Capilano. Situado en un bonito paraje de bosques de la Columbia Británica, en Canadá, tiene 135 años. El puente original se construyó en 1889 y en 1965 se colocaron unas barandillas para darle más seguridad. Mide 163 metros de largo y está suspendido a 70 metros del suelo.
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El puente de Capilano, en CanadáGETTY
Q'eswachaka, Perú
Un puente de cuerda que se renueva cada año. Conocido también como el último puente inca del mundo, esta estructura efímera forma parte de la lista de patrimonio inmaterial de la Unesco por su singularidad. El Q'eswachaka (“puente de cuerda”, en quechua) es considerado un símbolo sagrado del vínculo que une a las comunidades incas que viven a ambos lados del desfiladero del río Apurímac, situado en los Andes meridionales del Perú. Cada año, durante tres días, estas comunidades se dedican a reconstruirlo trenzando sogas de unos setenta metros de largo que confeccionan de forma tradicional con técnicas que pasan de padres a hijos.
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El puente Q'eswachaka en Perú no es apto para aprensivosGETTY
El puente de Langkawi, Malasia
Entre el mar y la montaña. Este puente colgante de la isla de Langkawi impresiona por su construcción. Situado sobre una única torre y soportado por ocho cables, la pasarela curva de 125 metros de largo está suspendida a 660 metros sobre el nivel del mar. Una obra de ingeniería que te dejará sin palabras.
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El puente de Langkawi en MalasiaGETTY
Los puentes del valle de Hooker, Nueva Zelanda
En este caso no hablamos de un solo puente, sino del conjunto de estructuras suspendidas que podrás atravesar si te animas a realizar una de las caminatas más famosas de la isla sur de Nueva Zelanda. Esta ruta te llevará a los pies de un glaciar, con el Mont Cook siempre presente, después de atravesar tres puentes colgantes situados en un paraje montañoso impresionante.
Puente colgante de cristal de Zhangjiajie, China
Ubicado en el mundialmente conocido Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie, es uno de los cientos de puentes colgantes de vidrio que construye China. Se encuentra en uno de los desfiladeros más profundos del parque y está situado a 300 metros de tierra y mide 430 metros de largo.
El puente de cristal de Zhangjiajie en ChinaWikipedia
Cerca de casa
¿Y si no queremos o no podemos ir tan lejos? Tranquilos! Aquí en casa también tenemos experiencias únicas con puentes colgantes:
El puente de Rupit
Este pueblo osonec construyó un puente colgante en 1945 para unir dos partes del municipio, separadas por la riera de Rupit. Ahora, atravesarlo se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos al visitar esta villa medieval.
El puente del desfiladero de Mont-rebei
La ruta vertiginosa entre las paredes del desfiladero de Mont-rebei, que llegan a medir 500 metros de caída vertical, tiene una joya de la corona: una pasarela metálica que atraviesa el Noguera Ribagorçana.
El puente de la Vía del Nicolás
Esta antigua ruta ferroviaria entre Bagà y Guardiola de Berguedà incluye varios túneles y pasarelas. La más llamativa es una de cable y de 35 metros de largo. La puedes cruzar haciendo una excursión fácil y apta para toda la familia.