Moda

Cuando Armani y Balenciaga venían a Sabadell por su moda

La ciudad vallesana muestra más de 90 trajes de época en una exposición que reivindica su pasado textil

SabadellEstos días en Sabadell se puede visitar una de las mejores colecciones de moda catalana del siglo XX gracias a la Fundació Antoni de Montpalau. Se trata de la muestra Sabadell teje, que puede verse en el Espacio Cultura de la Fundación 1859 Caixa Sabadell. Al llegar a la sala mucha gente pregunta quién era Antonio. ¿Un industrial del textil o un diseñador? Pues no, es el protagonista de la novela Historias naturales de Joan Perucho, un científico que acaba buscando vampiros. ¿Cómo ha terminado ese nombre en la fundación que tiene más prendas de todo el Estado, con más de 18.000 trajes? Es humor sabadellense. Anna Maria Casanovas, la presidenta de la Fundación, y Josep Casamartina, el director, son letraheridos y propusieron este nombre pidiendo permiso a la viuda del escritor. En la ciudad que vio nacer la Colla de Sabadell o el cantante Albert Pla, todo es posible. También que un cazador de vampiros del siglo XIX acabe dando nombre a una fundación.

En Sabadell tienen claro que ellos fueron la Manchester catalana. Otras ciudades reclaman esta distinción, pero en la villa vallesana, además de ser de la broma, son serios cuando toca trabajar, aportando pruebas. "¿Lo ves? Más del 60% de las telas estaban hechas en Sabadell", explica Josep Casamartina enseñando el programa de uno de los "salones de la moda española" de los años 60 realizado en el Hotel Ritz de Barcelona, ​​donde se explicaba el origen del material de cada vestido. Casamartina e Ismael Núñez han sido las almas que han organizado esta exposición, que puede visitarse en la sala del Espacio Cultura de la Fundación 1859 Caixa Sabadell hasta el 1 de diciembre. A mediados del XIX, Sabadell pasó de ser un pueblo a una ciudad industrial. El léxico local está lleno de palabras relacionadas con el textil, sector que lo cambió todo. "Falta terminar de explicar la relación con la moda y el diseño: las empresas sabadellenses venían a las mejores marcas italianas. Venían a Japón ya Estados Unidos. Los diseñadores venían aquí", dice Casamartina. Marcas como Armani, Dolce&Gabbana o Paul Smith han trabajado con empresas de Sabadell constantemente. También lo hicieron puntualmente Hermès, Karl Lagerfeld o Dior.

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De Balenciaga a Santa Eulalia

La Fundación Antoni de Montpalau nació gracias al empenado de distintas familias de Sabadell. "Se vaciaba un piso y aparecían vestidos de época preciosos. Todo el mundo sacaba pecho con las fábricas y las chimeneas, pero se olvidaba el papel primordial de la ciudad en la moda", defiende Casamartina, que recuerda que en el 2008 se improvisó por primera vez una exposición en la ciudad, en la Casa Arimon, gracias al periodista Plácido Garcia-Planas, miembro de una gran estirpe del textil, que cedió el espacio. "Durante cuatro fines de semana vino mucha gente y siempre nos había quedado la espina clavada de no poder hacer una nueva exposición en la ciudad. Hemos hecho en Barcelona, ​​Madrid, Badalona, ​​Palma, Oviedo, Alicante, Bruselas o en el Museo de Balenciaga en su villa natal en el País Vasco, Getaria". Algunas de estas exposiciones fueron bien sonadas, como Barcelona alta costura, en el Palau Robert, en 2011. La Fundación ha recibido donaciones de decenas de familias de toda Catalunya, y se ha convertido en una referencia en el sector de la moda, pero faltaba reivindicar las raíces vallesanas. Ahora es posible con esta exposición de más de 90 trajes y abrigos de alta costura, que cubre el período de 1920 a 2010.

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Será la primera de tres exposiciones bajo el paraguas Sabadell se pone de moda, enmarcadas en la capitalidad cultural de la capital vallesana este 2024. En esta primera exposición se muestran piezas hechas con material sabadellense de marcas tan conocidas como Balenciaga, Pertegaz, Pedro Rodríguez, Santa Eulalia, Carmen Mir, Robert Dalmau, Asunción Bastida o, evidentemente , un sabadellense como Toni Miró. Las otras dos exposiciones se llamarán Sabadell confecciona y Sabadell crea, esta última centrada en los diseñadores. "Queremos dejar constancia de todo lo que nació en la ciudad. Hablar de los telares, pero también de los diseñadores. De los sastres y de los comerciantes. De firmas de moda actuales que tienen raíces en la ciudad, como Mango, Stradivarius o Companion, marca que pisa fuerte en el sector de los tejanos gracias a Iu Franquesa. , que tuvo de ayudante al sabadellense Joan Serra. Él asumió las labores del taller desde los años cincuenta hasta finales de los setenta", añade. La exposición incluye catálogos, vídeos con entrevistas y dos fragmentos de los grandes murales hechos con tejidos sabadellenses, y los esbozos y proyectos de Antoni Vila Arrufat, realizados en colaboración con el decorador Josep Vives Bracons. En 1929, en la famosa Exposición Universal de Barcelona, ​​Sabadell tuvo una sala propia con estos murales art déco hechos con telas vallesanas, de las que sólo han sobrevivido estos fragmentos.

Esta trilogía de exposiciones debería ser el paso previo para poder crear en la ciudad un espacio de exposición permanente, que de paso permita a la Fundación reunir en un mismo sitio buena parte de su colección. La idea es encontrar este espacio en el futuro Museo del Gas, que recopilará la historia de la ciudad. El Ayuntamiento de Sabadell aprobó en el pleno de la última semana del mes de julio la compra del antiguo Museo del Gas por 3.185.570 euros, y debe ubicarse un nuevo equipamiento museístico de la ciudad que permitirá contar con más profundidad la historia de Sabadell y, en parte, su pasado textil. Porque Sabadell fue una de las ciudades más importantes del textil europeo, con lazos con Manchester o la ciudad italiana de Prato. En la exposición se encuentra un mapa de los años 60 con todos los locales donde se trabajaba con tejidos. Cientos de puntos ocupan todo Sabadell, donde se trabajó todo el proceso, especialmente de la lana, pero también del algodón, la seda y, después, las fibras artificiales. "Es fascinante, tenías casas con dos telares donde una familia trabajaba de forma modesta y las grandes fábricas que trabajaban con medio mundo, todo muy cerca", afirma Casamartina, quien recuerda: "Terrassa enseguida diversificó su producción. También va ser una ciudad importante, pero apostaron más por la lencería, dejando algo la moda. En Terrassa fueron muy importantes con las medias, por ejemplo, uno de los centros más importantes del mundo en medias", añade. Pasado glorioso del textil vallesano, en una época en la que, en Italia, ciudades como Sabadell eran bien conocidas. "Compraban desde Romeo Gigli hasta el propio Giorgio Armani", de quien se explica que venía a ver a su amigo Josep Maria García-Planas para comprar tejidos en la fábrica Artèxtil. Ahora se puede viajar en el tiempo y volar palomas, imaginando en qué actos sociales se utilizaron los trajes expuestos en la ciudad que durante décadas fue una gran fábrica textil.