Dónde y cuándo coger setas: guía de una temporada prometedora
Las precipitaciones frecuentes auguran la mejor cosecha de los últimos años
BarcelonaCataluña es una tierra de setas y hay muchas personas siempre pendientes del tiempo para saber dónde y cuándo pueden llenar más la cesta. La humedad que ha habido desde finales de verano en zonas de montaña auguraba una temporada prometedora, la mejor de los últimos años. Un hito fácil de alcanzar teniendo en cuenta que arrastramos una sequía histórica desde hace cerca de tres años con cosechas nefastas.
Sin embargo, hemos tenido varios contratiempos durante septiembre que han interrumpido un buen arranque de la temporada de setas. Las lluvias han sido irregulares y han beneficiado básicamente al sur del país y al Pirineo y al Prepirineo occidentales. También hemos tenido heladas prematuras en alta montaña y algunos episodios de viento. Factores adversos para las setas, que necesitan una temperatura baja sin que llegue a helar y mucha humedad.
Sin embargo, en las últimas semanas la temperatura se ha mantenido bastante a raya (con sólo algunos picos puntuales de calor) y los chubascos han ido cayendo aquí y allá. Y octubre empezó con una tanda de lluvias generales, lo que abre la puerta a un tramo central de temporada optimista. "La perspectiva es buena y todavía hay margen para que la temporada se reanime con ganas", explica Daniel Siscart, biólogo y micólogo. El florecimiento de setas más destacado se ha vivido en el Pirineo y en el Prepirineo de Lleida gracias a las precipitaciones recientes. "El arranque de la temporada ha fallado en el Pirineo oriental porque las lluvias abundantes no han llegado durante septiembre", comenta el experto. Sin embargo, las previsiones a largo plazo indican que las precipitaciones continuarán visitándonos durante el otoño: "Puede ser un buen año de cosecha en las cotas medias y bajas de las zonas de montaña, así como cerca de la costa", afirma Siscart, que con los datos actuales augura que podemos estar por delante de "la mejor temporada de los últimos tres o cuatro años". El experto asegura que los ecosistemas forestales han revivido "con fuerza" gracias a las lluvias de este año, lo que permitió alimentar a los hongos que van a fructificar durante el otoño.
Dónde y cuándo cosechar las setas
Antes de salir de casa a buscar setas se debe tener muy claro adónde se quiere ir. Por tanto, dependiendo del momento del otoño en el que nos encontremos tendremos que ir a una zona u otra del país para tener más garantías de éxito. Según el micólogo Siscart, este año los mejores momentos y sitios son los siguientes.
Pirineo y Prepirineo
Es una de las mejores zonas del país para cosechar setas. En estas áreas, por debajo de los 1.600 metros, el punto álgido de la temporada se espera entre mediados y finales de octubre, siempre que no lleguen frialadas prematuras. Ahora mismo donde más especies se pueden encontrar es en el sector occidental, el más agraciado por las lluvias. Pero según Siscart la temporada también "se reanimará" en la zona oriental. Desde el Pallars hasta la Garrotxa, pasando por la Cerdanya, el Ripollès, el Berguedà, el Alt Urgell y el Solsonès, las setas fructificarán más estos próximos días.
Litoral y prelitoral
Es donde más tardan en salir las setas. La temporada empezará a tomar empuje en estas áreas a partir de finales de octubre y principios de noviembre, aunque encontramos algunas excepciones, como el Maresme, donde Siscart explica que las lluvias frecuentes de las últimas semanas harán que la fructificación de los hongos se avance. Áreas naturales concurridas como el Montseny, el Parque del Montnegre y el Corredor, Collserola, las montañas de Prades e incluso Els Ports, entre otros, entrarían dentro de esta franja. Las setas pueden aparecer cerca de la costa hasta diciembre.
Cotas altas del Pirineo
La temporada fue corta y poco productiva en estas zonas, por encima de los 1.700 metros. Las entradas de aire frío de origen polar han provocado heladas y ventoleras que han secado las setas y "sentenciado" la temporada de forma prematura, explica Siscart.
El níscalo, el rey de la fiesta
De momento la temporada de setas de este año tiene un claro protagonista: el níscalo. Es una seta de media temporada que gracias a las temperaturas bajas que hemos tenido en septiembre ha empezado a salir antes de tiempo. Han aparecido de forma prematura en el Pirineo y en el Prepirineo, y se esperan muchos más, ya que su punto álgido está por llegar. Sin duda es un gran año para la cosecha de esa especie.
También ha sido buena la temporada del apagallums, de las primeras especies que aparecen. Es una seta cálida que sale con las tormentas de agosto y principios de septiembre y que no nace de las raíces de los árboles sino a partir de materia orgánica muerta, como el champiñón. Este año en el Pirineo ha ido lloviendo durante el tramo final del verano y la fructificación de esta especie ha sido buena. Da el pistoletazo de salida a la temporada: "Cuando ves apagallums quiere decir que todo pone en marcha", dice Siscart. El apagallums también puede aparecer entre septiembre y octubre en la costa.
Otra de las setas más populares es el camagroc, pero este año está costando encontrarla. "Aún no ha llovido lo suficiente", afirma el micólogo, ya que esta especie necesita mucha humedad. La previsión es que a lo largo del mes de octubre se anime su fructificación gracias a las recientes precipitaciones y las que se prevén. Esta seta nace sobre todo en pinares y puede aparecer en cualquier punto del país a lo largo del otoño, excepto en las cotas altas del Pirineo.
Tampoco es una buena temporada para las cepas, de momento. Es una seta de temperaturas más suaves o cálidas, y el fresco o frío de algunos días ha evitado que proliferen. Como a medida que avanza en octubre su presencia va menguando, no se prevé una gran temporada para esta especie en el Pirineo y el Prepirineo.
En cambio, los frioleros, los carletes y las llenegues todavía tienen que vivir su punto álgido, ya que son setas que necesitan más frío y aparecen a media o avanzada temporada.
Como siempre, hay que tener cuidado de no confundir setas comestibles con los venenosos. La harinera borda (Amanita phalloides), el reig bord (Amanita muscaria), las setas de mantilla, la seta de grasa, el pixacano (Amanita pantherina), la seta de olivo (Omphalotus olearius) y el friolero venenoso (Tricholoma pardinum) son algunas de las especies más tóxicas en nuestro país.
La crisis climática y sus efectos en las setas
Como ocurre con todas las especies, el cambio climático está afectando a las setas, ya que son muy sensibles a las variaciones meteorológicas y ya no siguen una pauta exacta de cuándo y dónde saldrán. Se ven muy afectados especialmente por la irregularidad de las lluvias, sequías y grandes cambios de temperaturas. "Antes la gente tenía zonas concretas localizadas a las que iba a buscar unas setas determinadas en unas fechas concretas, pero las variaciones de las pautas climáticas lo han cambiado todo", explica Siscart.
Ante esta situación, el micólogo recomienda a los buscadores de setas que antes de salir al bosque tengan claro los tipos de setas que quieren encontrar y que tengan muy en cuenta cómo ha evolucionado el tiempo en cada zona del territorio en las últimas semanas. Con estos datos sabremos en qué zona y en qué tipo de bosque podemos encontrar con mayor certeza las setas que buscamos.
"El buscador de setas debe estar más informado que antes para salir a cosechar setas", afirma Siscart. "Mirad más las mujeres y los hombres del tiempo y los datos meteorológicos de las últimas semanas", recomienda para paliar los efectos del cambio climático.