Los diarios personales

¿Qué escribo?

¡Lo que quieras! Con los diarios personales no hay nada obligatorio. Quizás habrá unos días que te apetecerá explicar muchas cosas y otros que solo escribirás un pensamiento, un recuerdo, un secreto, una pregunta… Y todo vale.

¿Cuándo escribo?

¡Cuando quieras! Escribir en el diario no tiene que ser un deber. Aun así, puedes establecer un momento para escribir. Por ejemplo, antes de ir a dormir. O después de comer. O cada viernes. De este modo crearás un hábito y tu diario se irá rellenando sin cesar.

¿Cómo escribo?

Hay dos normas importantes: usar la primera persona, es decir el yo, y encabezar cada texto con la fecha. A partir de aquí, tú decides el resto. Hay quien usa la fórmula "Querido diario", como si le explicara las cosas a otro, pero no es obligatorio. Puedes poner títulos, subrayar, usar mayúsculas o colores, y también hacer dibujos o enganchar recuerdos, como por ejemplo entradas del cine, fotografías, autógrafos… Es tu diario, así que mandas tú.

¿Cómo lo protejo?

Como en el diario abocaremos nuestros pensamientos, no nos gustará que lo lea nadie. Una buena manera de protegerlo es buscar libretas que se pueden cerrar con candados o con combinaciones numéricas. También puedes explicar a los de casa que estás escribiendo un diario y pedirles que no lo lean. Seguro que respetarán tu privacidad.

¿Para qué sirve?

Escribir un diario tiene muchos beneficios: nos hace pensar, nos hace escribir, nos hace ser ordenados y constantes…, pero lo mejor de todo es que es muy divertido. Puedes escribir todo aquello que quieras, como quieras y cuando quieras. Y, al cabo de un tiempo, cuando lo leas, te encontrarás con tu yo de antes y recordarás cosas que te pasaron. Y, encima, explicadas por el mejor testigo: ¡tú mismo!