¿Quién es la diseñadora catalana que ha cosido el traje de Beyoncé?
Carla Canadell trabaja en Amsterdam a las órdenes del icono de la alta costura Iris van Herpen
ParísBeyoncé se convirtió en febrero en el artista con más Grammy de la historia. La diva del pop es una de las grandes figuras de la industria musical, con una carrera muy sólida –lleva más de 20 años sobre los escenarios–, y es capaz de movilizar en sus conciertos a miles de personas, con una puesta en escena espectacular en el que los vestidos, siempre firmados por grandes nombres de la alta costura, tienen un especial protagonismo. Givenchy, Alexander McQueen, Loewe, Gucci o Balmain son algunas de las firmas que visten habitualmente la cantante estadounidense, que se encuentra en plena gira internacional.
La noche del 17 de junio, en la primera actuación de Beyoncé en Amsterdam del Renaissence Tour, la estrella estadounidense lucía en el escenario uno de los trajes más impresionantes de su gira, un diseño de la holandesa Iris van Herpen, de tul, cristales Swarovski y una capa. Una joven diseñadora catalana, Carla Canadell, cosió con sus propias manos el traje de la estrella del pop.
Canadell, nacida en Girona hace 27 años, forma parte del equipo de 15 personas del taller de Iris van Herpen que participaron en la confección del vestido. “Es una creación que hemos hecho nosotros y de repente ver el vestido sobre el escenario, frente a miles de personas, es muy emocionante”, explica la gerundense.
Beyoncé ha escogido para su gira mundial un look muy plateado, con creaciones ajustadas y muy originales. Es habitual que encargue a diseñadores locales algunos de los vestidos que lleva durante sus actuaciones. Hasta el último momento, en el taller de Van Herpen, también en Amsterdam, se hicieron los últimos retoques en el traje. Llevaban meses trabajando. En total, necesitaron 700 horas. “A última hora ella lo quería más corto y dos días antes del concierto tuvimos que cambiar cosas”, revela Carla.
Coser los cristales sobre el maniquí
El traje, hecho con una tela de tul del mismo color de la piel de Beyoncé para conseguir un efecto nude, contiene casi un millar de piezas de silicona plateadas hechas con 3D cortadas a láser que tienen un efecto espejo y que se intercalan con cristales Swarovski que se cosieron a mano, uno a uno. Carla trabajó “investigando” el color de la silicona y cosiendo los cristales sobre un maniquí creado especialmente para la ocasión, con los tamaños reales de Beyoncé. Es un proceso lento y técnicamente complejo.
“El vestido da la sensación como si no llevaras nada y las prendas estuvieran directamente sobre la piel. Para un escenario queda muy impresionante”, sostiene la diseñadora catalana. De hecho, la creación de Iris van Herpen tuvo mucho éxito entre la crítica de moda y en las redes sociales. “Como momento de moda, fue casi tan bueno como sus inmaculados riffs”, afirmaba la revista Vogue en su edición estadounidense. Carla explica cómo al día siguiente del concierto ella y sus compañeros bucearon por las redes sociales en busca de comentarios sobre el vestido. Fue un día importante en el taller de la diseñadora holandesa y los trabajadores del taller recibieron las felicitaciones de su jefe. “Trabajamos mucho”, resume Carla.
Las dificultades de encontrar trabajo
La gerundense llegó a principios de año al taller de Iris van Herpen para realizar unas prácticas después de estudiar diseño en Barcelona y chocar con una pandemia que le rompió los esquemas. Como muchos jóvenes, se encontró en un momento de impasse, sin saber qué hacer ni hacia dónde tirar, hasta que decidió, cuando la pandemia ya remitía, irse a Bruselas a realizar un máster en diseño de punto. Cuando terminó el máster se encontró con las dificultades de encontrar trabajo. Envió currículums a todas las marcas de moda. “Pero nadie respondía. Y es normal porque todo el mundo quiere trabajar en la alta costura”, afirma.
Pero de repente las cosas cambiaron y le ofrecieron prácticas a Iris van Herpen. Tenía que empezar dos semanas después. Hizo la maleta y se plantó en Ámsterdam. “El taller de Van Herpen es un sitio increíble. Es alta costura. Nada mejor”, asegura la diseñadora catalana. Aunque está haciendo prácticas, Carla Canadell realiza todo tipo de trabajos manuales y ha participado activamente en la confección del vestido de Beyoncé y en las creaciones para la Semana de la Moda de París. “Las personas que hacemos prácticas cosemos, investigamos con tejidos, aplicamos técnicas. Lo único que no hacemos es diseñar, pero producimos: hemos utilizado silicona, resina, impresión en 3D, cortado a láser. Estoy aprendiendo muchas técnicas y trabajando con materiales que nadie diría que se puedan utilizar en moda, como alambre o materiales plásticos”, explica.
Trabajar en la alta costura
En la Paris Fashion Week de febrero pudo vivir en primera persona, desde el backstage, un desfile de moda. Tenía una de las creaciones de Iris van Herpen asignadas y tenía que vestir a la modelo y hacerse cargo de cualquier retoque de última hora. Lo cuenta con una sonrisa en la cara: “Fue chulísimo ver desde dentro cómo es un desfile de alta costura en París. Eso sí, la noche antes del desfile dormimos una hora… En el mundo de la moda no se duerme”. Asegura que le gustaría trabajar en la alta costura en París, pero también sueña con crear su propia marca. “Cuando termine las prácticas en Amsterdam, me gustaría encontrar trabajo y poder empezar a ganar dinero. He invertido mucho en mi formación pero por ahora he sacado poco dinero. Tengo 27 años y hay muchos amigos de mi edad con otras profesiones que tienen trabajos normales y cobran una nómina. En moda no es así”, sostiene.
Carla reconoce que ha podido estudiar moda y hacer prácticas sin cobrar gracias al apoyo de su familia, que siempre le ha animado a dedicarse a ella. Al margen de los estudios, la joven diseñadora ha impulsado una página web para presentar y vender sus creaciones, aunque explica que en estos momentos no tiene tiempo para sacar adelante el proyecto. Quizás lo haga cuando termine las prácticas. Se ha comprado de segunda mano una máquina antigua de hacer punto, de las que ya no se utilizan. Pero a ella le gusta hacer a mano sus diseños. “Para hacer un jersey puedes tardar dos semanas. Es un proceso muy artesanal. Claro que puedes tomar tu diseño y encargar que te lo hagan, pero a mí lo que me gusta es el proceso de hacerlo”, explica.
Una diseñadora en un mundo de hombres
La gerundense habla con admiración de Van Herpen, una mujer joven, en un mundo dominado por los hombres: “La mayoría de grandes diseñadores son hombres. Pero después la mayoría del trabajo en los talleres está hecho por mujeres. Al menos en Iris toman las decisiones las mujeres. Me siento muy a gusto. No ves el machismo que se ve a veces en el sector de la moda”. La diseñadora holandesa, conocida por sus creaciones futuristas, hechas con técnicas innovadoras, ha vestido a actrices y cantantes como Lady Gaga, Scarlett Johansson, Natalie Portman y Cara Delevigne. También Rosalía escogió a la holandesa en el 2020 para asistir a la entrega de los British Fashion Awards.