De luchas medioambientales hay muchas clases. En Cataluña, especies como el senecio del Cabo, una planta de origen sudafricano que ha colonizado prados y arcenes, se han convertido en una plaga silenciosa para la biodiversidad catalana. Pero, de nuevo, detrás de su expansión hay también historias de resistencia colectiva: iniciativas vecinales que se organizan voluntariamente para arrancar a estos invasores. Grupos de voluntarios de ONG, agrupaciones de agricultores y asociaciones ecologistas convocan jornadas para retirarla, con herramientas manuales, en puntos vulnerables como caminos vecinales, zanjas y márgenes de cultivo. Con guantes, sacos y carretillas, arrancan las plantas antes de que se propague su semilla tóxica, y protegen así especies autóctonas, medicinales y aromáticas que también quedaban aniquiladas por su expansión rápida. Este tipo de acciones comunitarias tienen doble valor: físico —porque eliminan realmente a los invasores—, y simbólico —porque reafirman la conciencia colectiva sobre la amenaza ambiental. En un contexto en el que, según el inventario Exocat, casi 200 especies exóticas ya son consideradas invasoras en Catalunya, estos arranques vecinales se sitúan como primer muro de defensa ante la aparición de nuevas invasiones.
¿Qué es el 'plogging'? El deporte que limpia calles, playas y bosques
Esta actividad organizada en la que se hace ejercicio físico mientras se recogen residuos es una tendencia en auge
BarcelonaHace buen tiempo y salir a correr a primera hora para cuidarse un poco apetece. En verano, las calles, senderos y playas se llenan de gente que quiere aprovechar las horas frescas del día para moverse y disfrutar del aire libre. Entre los runners, excursionistas y ciclistas, hay un grupo que ha dado un paso más. Se trata de practicantes de plogging, personas que combinan el ejercicio con la recogida de residuos, una práctica que ha encontrado en las redes sociales su mejor escaparate.
Este neologismo proviene del sueco, de la palabra plocka upp, que significa recoger, y se mezcla con jogging, que significa correr. También se conoce como plogga, en este caso fusión de las palabras suecas de recoger y correr: plocka och jogga. En catalán no hay una traducción literal y sencillamente significa "hacer deporte mientras se recoge basura".
El ploggingAsí pues, consiste en aprovechar el momento de hacer deporte, como correr o caminar, para limpiar los paisajes, y es una evolución de las prácticas modernas, ya que combina vida saludable con activismo ambiental. Toda esta corriente se reúne en el movimiento Plogga, creado por el sueco Erik Ahlström, que reúne los principios de esta práctica. "Nuestra visión es simple: crear un mundo limpio. Nos hemos estancado pensando que está mal recoger la basura de los demás", lamentan. Ante esto, consideran el plogging una solución sencilla para "revertir la tendencia negativa actual" por la que todos, cada vez más, dicen, tira basura por las calles y paisajes, y "ayudar a crear una sociedad sostenible a largo plazo". Ésta se posiciona como una solución concreta, inclusiva y positiva bajo el lema "recoger basura ajena ya no es tabú".
Una actividad diversa
Ahlström empezó a recoger basura mientras corría por Estocolmo y de ello hizo el centro de una serie de eventos que, poco a poco, se popularizaron. A partir de esta particular historia, la práctica se ha extendido por todas partes, a un centenar de países, aseguran desde Plogga. Esta expansión tiene muchas razones, la principal es que se puede practicar en entornos muy diversos: parques, zonas urbanas, montañas, playas y caminos, y, al mismo tiempo, implica numerosas actividades deportivas: además de andar y correr, también se puede hacer plogging haciendo ciclismo, remando en una canoa, yendo en patinete e incluso buceando o haciendo snorkel. Lo importante es aprovechar el movimiento por los espacios públicos para recoger la basura mal gestionada.
Detrás de su éxito, también existe la posibilidad de adaptarse a diferentes condiciones físicas y acompañamientos, ya que se puede hacer en soledad o en grupo, como salida programada. Otro de los beneficios de esta actividad: hacerlo en grupo potencia los vínculos de la comunidad y la concienciación en torno a la sostenibilidad. "Podemos involucrar a todo el mundo en una ola saludable de recolección de basura que puede salvar al mundo", explican.
Desde esta plataforma animan a salir cada martes a hacer plogging "acompañados de cientos de personas de todo el mundo". Instan a limpiar el barrio, solo o con otros, y, por ejemplo, publicar un anuncio en el supermercado local para conocer a más gente interesada y hacerlo juntos. "Lo único que necesitas son un par de bolsas de basura y, preferiblemente, unos guantes", detallan. Después de gestionar la basura correctamente en los contenedores y puntos limpios más cercanos, invitan a compartir el trabajo en las redes bajo la etiqueta ploggingtuesday y plogga.
Otra de las claves del éxito de esta actividad es que se realizan esfuerzos extra durante la actividad física. Por ejemplo, agacharse durante una caminata o una carrera durante muchas veces (lamentablemente, la suciedad abunda) es equivalente a hacer sentadillas como los que se realizan en el gimnasio.
Mejor en grupo. Esta actividad, al igual que otros deportes individuales, resulta más divertida si te juntas con otras personas para su práctica.
Combínala con otros ejercicios. A la hora de recoger los residuos del suelo, hazlo con sentadillas o flexionando una pierna para mejorar la movilidad y hacer más ejercicio.
Cambia la bolsa de brazo. Evita contracturas para cargar el peso siempre en la misma banda y utiliza guantes para no ensuciarte las manos.
Incluye dinámicas de competición. Se puede jugar por equipos para ver quién recoge más basura en menos tiempo.
Comparte la actividad en las redes. Haz fotos de las sesiones y sube a las redes con la etiqueta #Plogging. Esto puede inspirar a otras personas.
Testimonios por todas partes
En el ámbito internacional existen referentes consolidados, incluso en países a priori con menos concienciación ecológica como Egipto. Es el caso del tiktoker @laatplogging, quien explica que "para nosotros también es una manera de unir a la gente, aumentar la sensibilización ambiental y crear una comunidad más saludable y más limpia". Sin embargo, reconoce que al principio fue difícil organizar encuentros de gran formato hasta que ahora ha conseguido diseñar sus propios contenedores de aluminio. En el caso de Egipto, subraya que cada sesión de plogging implica "menos basura que termina en el Nilo, en el desierto o en el mar", y ayuda a proteger la biodiversidad de la región, ya la larga espera que cambie la forma en que la ciudadanía trata los espacios públicos.
En nuestro país, esta corriente cuenta con un gran referente como es el Ultra Clean Marathon por la naturaleza, una carrera que se celebra en Osona (con salida y llegada a Vic) coincidiendo con el Día Mundial del Agua, el 22 de marzo. Éste es un reto deportivo y ambiental que, justamente, quiere activar la conciencia ambiental de las personas deportistas. "Es una carrera no competitiva donde se corre y se recogen residuos abandonados en espacios naturales" de todo tipo, explican, también se conocen los problemas ambientales y se defiende el medio ambiente.