Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness, de matrimonio admirado a vivir en pie de guerra (mediática)

BarcelonaDicen que no existen rupturas más violentas que las de los grandes amores. Toda esa confianza y conexión profunda que existe en las relaciones más estables y consolidadas se convierte de repente en una bomba nuclear cuando la estabilidad se acaba, ya que el sentimiento que emerge es el de traición. La persona en la que más confiabas ya no quiere estar contigo. El descalabro emocional es superlativo y la reacción, evidentemente, también lo será. Seguramente, este sentimiento de traición llevará a uno de los dos a atacar donde más duele, lo que llevará al otro a hacer lo mismo y, así, se iniciará una espiral bélica imparable.

Esto es exactamente lo que le pasa a un matrimonio considerado ejemplar y admirable en Hollywood durante décadas por su estabilidad y ausencia de escándalos pero que acabó de forma abrupta, el de Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness. La pareja, que había estado casi 30 años junta, puso fin a la convivencia en septiembre del 2023, pero resulta evidente que entre ellos –o al menos por parte de alguno de los dos...– estaba todavía la esperanza de que aquello fuera sólo un bache en su largo camino juntos, ya que no pidieron oficialmente el divorcio hasta este mes de mayo. De hecho, la petición del divorcio legal –hecha en Nueva York el día 23– ha coincidido con un intercambio de declaraciones muy agresivas esta semana por parte de uno y otra, lo que dista mucho del discretísimo perfil público que ambos habían tenido siempre.

Hablar de uno mismo (para hablar del otro)

La primera en enseñar los dientes ha sido ella, lo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que es la engañada, la que se enteró por la prensa que su marido se había enamorado de una mujer 20 años más joven que ella. "Mi corazón y mi compasión están con todos los que han pasado por el traumático camino de la traición", expresó Furness en exclusiva al Daily Mail. "Es una herida profunda que me ha hecho mucho daño. Sin embargo, creo en un poder superior y que Dios o el universo, o sea cual sea la fuerza que nos guía, siempre está trabajando por nosotros", ha añadido la actriz, de 69 años. "Esta creencia me ha ayudado a soportar la ruptura de un matrimonio de casi tres décadas. He adquirido mucho conocimiento y mucha sabiduría gracias a esta experiencia. Incluso cuando nos enfrentamos a una aparente adversidad, la experiencia nos acaba conduciendo al bien, a nuestro verdadero propósito", ha continuado Furness, que no debe pseudoespiritualidad en sus declaraciones, las primeras en las que se ha desahogado sobre la ruptura.

"Puede hacer daño, pero, a largo plazo, volver a ti mismo y vivir dentro de tu propia integridad, valores y límites es liberación y libertad", ha concluido en unas declaraciones en las que de forma pasivoagresiva habla más de su ex que de sí misma. Sin abandonar el tono introspectivo, también ha dicho al tabloide británico que "todos estamos en nuestros viajes individuales" y cree "que las relaciones que tienen las personas no son aleatorias". "Nos sentimos atraídos por las personas, las invitamos a entrar, para aprender lecciones y curar las partes rotas de nosotros mismos... Sigo estando agradecida", afirmó después de 27 años junto a Jackman, con quien adoptó dos hijos, Oscar y Ava, que ya tienen 19 y 25 años.

Para él, el ruido es el castigo

El actor, conocido por su papel de Lobezno en las películas de la saga X-Men, no ha callado ante esta avalancha de literatura firmado por su ej. Sin embargo, ha hablado de forma velada, ya que no ha ofrecido unas declaraciones a unos reporteros callejeros para desmentir nada, que habría sido el más valiente. Quizás porque no puede, ya que la verdad no le acompaña... Después de que el Daily Mail se interesara por una reacción suya a las palabras de Furness, Jackman, de 56 años, ha utilizado la fórmula de hablar a través de su entorno. El rotativo, citando anónimamente a personas cercanas al caso, ha publicado que el actor se sintió "sorprendido" y "extremadamente decepcionado" por los comentarios de Furness. La fuente –que estaba bastante bien informada...– ha afirmado también que "existía un acuerdo no escrito en la pareja que señalaba que ella no le criticaría duramente ante la prensa", algo que, a la vista está, no ha ocurrido. "Sabe que no puede cambiar nada", ha añadido la fuente, que debe conocer muy bien a Furness...

Esta guerra mediática, que nunca nadie hubiera imaginado tiempo atrás, llega después de que la pareja hubiera alcanzado un acuerdo de divorcio consensuado sin pasar por los juzgados. Según el Daily Mail, que se ha convertido en el BOE de esta ruptura, la actriz solicitó oficialmente el divorcio casi dos años después de anunciar su separación, lo que hicieron de mutuo acuerdo y con un comunicado en el que expresaban que ese comunicado sería la última manifestación pública que harían al respecto. Según trascendió, antes de la petición de divorcio oficial de este mes, la pareja habría alcanzado un acuerdo económico en privado en el que se habían repartido la fortuna hecha durante su matrimonio, cuantificada en unos 250 millones de dólares. "Hubo algunas idas y venidas sobre ese acuerdo financiero, pero al final ella obtuvo lo que creía que merecía", habría dicho una fuente anónima.

Quizás es por todo eso que las palabras de Furness han decepcionado al actor, ya que no se puede descartar que en la práctica sean una venganza después de que él le hubiera pagado una morterada a ella sin poner demasiados impedimentos para evitar el ruido mediático pero, a la hora de la verdad, ella haya aprovechado para vaciar el vacío. Es decir, se ha llevado un buen pellizco y no por eso se ha mordido la lengua. También es cierto que, después de que medios de todo el mundo no dejaran de publicar rumores de la relación entre Jackman y su actual novia –la actriz Sutton Foster, con la que eran compañeros de reparto durante dos años en Broadway– cuando él todavía dormía en la cama conyugal, quizás bien merece algo de venganza servida fría, el actor australiano. Pero eso ya lo dejo a juicio de ustedes... De ese primer drama mediático en el que Deborra sufrió en silencio mientras todo el mundo hablaba, hemos pasado al drama mediático actual, en el que ella cobra de su ex y también habla. Visto en su conjunto, quizá todo sea más justo de lo que podría parecer.