Julián Muñoz y Mayte Zaldívar, reincidentes (del amor)

BarcelonaEl hashtag #lovewins en versión heterosexual sería lo que nos vendría a la cabeza automáticamente al ver publicado que Julián Muñoz y su exmujer, Mayte Zaldívar, se han vuelto a casar (a no ser que desde que los conocimos, a principios de los 2000, conocimos perder toda la ingenuidad). Aunque los dos protagonistas de la noticia le han querido pintar mediáticamente como la historia de una pareja que se rehace del destrozo provocado en su vida conyugal por la femme fatale Isabel Pantoja –aka la tonadillera fatale–, la experiencia nos impide creernos este relato sin hacernos algunas preguntas más. Preguntas que, después de una semana de polémica en torno a su nuevo enlace, nadie ha logrado contestar.

La primera de todas está relacionada con la fecha. ¿Cómo puede que, si no hay nada que ocultar, lo hayan querido mantener escondido? Hasta ahora, que el periodista José Antonio León ha destapado la boda, ni ellos se lo habían contado a nadie ni habían vendido la exclusiva, por la que muchos medios habrían pagado. Según se ha descubierto, Muñoz y Zaldívar habrían acudido a un notario de la ciudad que él gobernó (y arruinó) para legalizar su reconciliación, que en el plano no oficial parece que ya estaría en paz de hacía años. Cabe decir que el hecho de que vayan a un notario y no al consistorio les honra, ya que evitan que la institución que juntos arrasaron tenga que hacerles encima buena cara cuando les ve entrar por la puerta para darles trabajo sábado. Pero al mismo tiempo, que hayan ido a un notario y no al ayuntamiento, como la mayoría de la gente que se casa, ya demuestra que no querían dar demasiada publicidad a sus segundas nupcias...

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Otra gran pregunta en torno a este nuevo casero es qué pinta en esta ecuación el novio de Mayte Zaldívar, Fernando Marcos, que lleva con ella 20 años. Concretamente, están juntos desde el 2003, el año en que ella se divorció de Muñoz y Marcos se convirtió en su principal apoyo. Desde entonces, la pareja se ha mostrado unida y vigorosa a los medios. Sobre todo, cuando él concursó al reality showSupervivientes gracias a la fama que le había proporcionado ella, que era la mediática de su pareja. El hecho de que actualmente ambos sean ya conocidos hace muy difícil entender que hubieran podido romper su relación y que nadie se hubiera enterado. Es decir, Zaldívar se ha casado con Muñoz sin que se sepa que haya roto con Marcos.

Intrigados por esta estrambótica situación de no ruptura sumada a un recasamiento con Muñoz, algunos reporteros se han acercado esta semana a Marbella para preguntar a los tres protagonistas de este show si la respuesta es que son poliamorosos. La principal afectada por esta nueva duda existencial de la prensa rosa española no ha sido, sin embargo, ninguno de los tres. La afectada por el interés público suscitado por este trío ha sido Elia Muñoz, hija del matrimonio recasado. Ha sido una lástima que en vez de solucionar la cuestión diciendo claramente que su madre lo ha dejado con uno y que ahora está con el otro, o que forman un poliamor a tres bandas, haya utilizado una fórmula que no calma las ansias populares. “Prefiero no saber para vivir tranquila y si ha salido que su madre se ha casado con una persona será que no está con otra, no son tan modernos”, dice el colaborador José Antonio Avilés que le ha explicado Elia. ¿Verdad que esta respuesta no les soluciona la duda (o ilusión...) de que puedan estar viviendo los tres en una relación poliamorosa? Pues parece que así nos quedaremos...

¿Es poliamor o fraude de ley?

Como en la mayoría de periodistas del corazón no acaban de creerse lo del poliamor porque no acaba de coincidir con el perfil de los protagonistas, no han sido pocos los que han ido a preguntar a especialistas qué podría pasar a los dos recasados ​​si el nuevo matrimonio no fuera verídico y fuera un fraude de ley. Evidentemente, existen consecuencias legales para las personas que se casan falsamente sólo para obtener otros derechos como, por ejemplo, una pensión de viudedad. Esta opción ha tenido muchos adeptos entre los opinólogos rosa, que han insistido muy repetidamente en que haberse casado de nuevo sería por parte de él una forma de compensar a ella los daños que le causó cuando se dejó llevar por los cantos de sirena de Pantoja y puso en marcha el matrimonio a rodar. Esta tesis ha tomado fuerza porque se ha sabido que Muñoz estaría en un momento de salud muy crítico, puesto que sufre un "cáncer galopante", tal y como ha explicado públicamente.

Sin embargo, otros periodistas aseguran que el hecho de que Zaldívar pueda quedar como la viuda oficial y legal de Muñoz le habilitaría para más que cobrar de viuda, ya que podría gestionar algunos documentos o últimas voluntades de quien fue el heredero político de Jesús Gil. Esto toma cierta consistencia si se da por buena la entrevista que Zaldívar concedió hace un par de semanas a Telecinco, en la que afirmó que Muñoz no había parado de escribir sobre su vida. De hecho, aquella entrevista confirmaba una información que habían dado en el programa de Telecinco Fiesta sobre un libro de la venganza que el expolítico habría dejado redactado para cuando faltara. "Habla de su relación con Isabel, del caso Malaya, de delitos y de dinero", dijo Luís Rollán en abril en dicho programa, donde todo el mundo entendió que una vez muerto Muñoz ya no tendría nada que perder y podría aprovechar para vengarse de Pantoja, que sólo le amó mientras el viento soplaba a favor y que ni afectivamente ni judicialmente le ayudó a nada.

¡Que impugne ahora o calle para siempre!

Con todo este revuelo plagado de enigmas, como era previsible, Pantoja ha sido muy nombrada esta semana. Principalmente, porque hay quien opina que el artista tendría el derecho de impugnar la nueva boda de Muñoz con Zaldívar, ya que cuando él estaba en prisión se convirtieron en pareja de hecho para que Serveis Penitenciaris les permitiera mantener algunos vis-a -vis. Esto haría posible que, si Pantoja cree que el casero es una farsa, pudiera impugnarlo. Además, cuando Muñoz muera también podría reclamar parte de la pensión de viudedad que presuntamente Zaldívar querría ahora para ella.

Muñoz y Zaldívar, condenados a prisión (3 años ella y 20 él) por su implicación en el caso Malaya, se han vuelto a unir y, por la forma en que avanzan las cosas, las posibilidades de que no se forme un nuevo y agresivo campo electromagnético jurídico-mediático a su alrededor son muy bajas. De hecho, es probable que ahora que ya tienen poco que perder, el tornado que puede generar este icónico matrimonio de la Marbella más trash sea ​​más potente que los anteriores. Sólo por poner un ejemplo del potencial que Zaldívar tenía mediáticamente podemos recordar la frase que pronunció cuando habló de la infidelidad de Muñoz con Pantoja: "Julián se comía los filetes fuera hasta que se sacó la vaca a casa". Por cierto, de los 460 millones de euros que desaparecieron con el caso Malaya sólo se han recuperado 90. Ve que, el día en que Muñoz muera, no hablemos más de eso que de la boda o de la paga de viudedad . Algunos (o algunas) ya deben temblar...