Hollywood

El lavado de imagen de Brad Pitt y la vida provenzal de George Clooney, frente a frente

La revista 'GQ' ha entrevistado a los dos actores en la polémica finca del Château Miraval, que antes era propiedad de Angelina Jolie

BarcelonaEsta semana la revista GQ ha puesto en portada dos de los últimos iconos del Hollywood clásico cara a cara. A priori, la cita entre Brad Pitt y George Clooney no se debía a ningún estreno ni a ningún premio recién entregado. Más bien ha sido la conversación de dos amigos que repasan su carrera con la distancia y la pausa de saber que sus figuras quedarán en un panteón junto a actores como Cary Grant, Gregory Peck o Robert Redford, tal y como se explica en el artículo titulado En el sur de Francia y George & Brad. La cara amable de Pitt que transmite la entrevista cuando habla de los planes de futuro de una vida tranquila aparece justo después de la renuncia de sus hijos a llevar su apellido por el conflicto con su exmujer, Angelina Jolie, con múltiples acciones judiciales incluidas.

La localización de la entrevista tampoco es casual. La entrevista, firmada por Zach Baron, transcurre en el Château Miraval, en la Provenza, cuya propiedad todavía está pendiente de resolver después de que en 2021 Jolie decidiera venderse el 50% a una empresa vinícola de la zona. De hecho, Baron subraya, a través de los "je, je, je" que Pitt va soltando durante la conversación, la gran comodidad en la que se encuentra el actor haciendo la entrevista en su estancia, primero en el jardín y después en el que él llama la cocina de verano.

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Además del conflicto judicial por la propiedad, Pitt también tiene otra disputa abierta con sus hijos: la renuncia pública y explícita del apellido de su padre. Pero, de los hijos, el protagonista de Fury no habla de ello en la entrevista, mientras que los hijos de Clooney sí aparecen mencionados en dos ocasiones. De lo que sí habla Pitt, y extensamente, es de su carrera. En el momento de la entrevista –hecha durante el mes de marzo– estaba acabando de grabar la película F1. "He estado haciendo esto durante mucho tiempo", dice sobre los rodajes. "Pienso que es cada vez más difícil encontrar una experiencia o algo similar para sentirse emocionado, y éste lo ha conseguido", dice sobre la película, que ha costado 300 millones de dólares (217 millones de euros), una de las más caras de la historia.

7,9 millones de euros por internet

"Ahora haciendo una película cada año y medio ya tenemos suficiente", dice irónicamente Pitt. Una opinión que Clooney confirma y remata afirmando que a él le "queda cuerda por rato". Sin embargo, los dos son humanos mortales. Y esa mortalidad es "un aspecto con el que todos debemos convivir", afirma un trascendental Pitt mientras Clooney se ríe.

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El protagonista de Michael Clayton es tan consciente de esta condiciónque ha decidido alejarse del batiburrillo de Hollywood para vivir una vida más calmada. Por eso Clooney este año ha adquirido el castillo llamado Domaine du Canadel, "a nueve minutos en coche" de aquí, puntualiza Pitt. La grandiosidad del château del siglo XVIII, con 172 hectáreas de terreno de viñedos y olivos, un lago y una pista de tenis, queda ridiculizada cuando el actor deAd astra estira la lengua de lo que también es su vecino anunciando que compraron el inmueble a través de internet. "Sí, online", aclara Clooney. Pagó 7,9 millones de euros por la finca.