Las cinco estocadas de Bárbara Rey a Juan Carlos I: "Las llamadas de amenaza eran continuas"
Este lunes por la noche tuvo lugar el tercer capítulo de 'Bárbara Rey: Mi verdad' en Telecinco
BarcelonaEl chicle se puede estirar tanto como los espectadores quieran y este lunes por la noche 898.000 espectadores del Estado –124.000 de ellos desde Catalunya– sintonizaron a Telecinco para seguir rascando en las intimidades de Bárbara Rey, lo que le convirtió en el programa con más share del prime time en España (mientras que en Cataluña El forastero marcó diez puntos por encima de Rey). Vestida de un rojo intenso, bien por la proximidad de Navidad o bien por la fogosidad de sus declaraciones, la vedete se soltó ante colaboradores como Ángela Portero, Alessandro Lecquio –que comparte consanguinidad con el emérito– , Kike Calleja y Terelu Campos en el tercer programa de la secuela titulada Bárbara Rey: Mi verdad.
"Las llamadas de amenazas de muerte en el teléfono eran continuas"
Más allá de las intimidades de la relación de Juan Carlos y Bárbara Rey, la vedete también puso sobre la mesa las externalidades de haberse infiltrado en el interior de los asuntos personales del rey. "Si yo no hubiera hablado como voy hablar ese día cuando dije «Me van a matar, pero si me matan, todo el mundo sabrá quién es», me habrían sacado de en medio», aseguró ante espectadores, tertulianos y público del plató que sintonizaron el canal de Mediaset. "Las llamadas de amenaza eran continuas en el teléfono móvil", afirmó. "Para mí no es el rey"
Uno de los audios que pusieron en la vedete fue una conversación entre su madre y el emérito en el que se sentía como Salvadora García, la progenitora, pedía a Juan Carlos que le buscara trabajo para su hija. "Este tipo de grabaciones me hubiera gustado que no salieran porque tengo sentimientos", aseguró con los ojos llorosos.
El jefe de estado respondió a la madre de su amante que no tenía "ninguna varita mágica" para que Bárbara Rey consiguiera trabajo, más allá de estar con él. La de Totana calificó la llamada de "vergonzosa", sobre todo teniendo en cuenta el origen humilde del que provenía la vedete, que, según aseguró, también se hacía cargo de sus padres. "Cuando me conoció [el rey] yo ya tenía un nombre, que destrozó. No puedo mirarlo como rey, para mí no es el rey. Y si la gente no lo acepta, me da exactamente igual", afirmó.
Las cartas de la vergüenza de Alessandro Lecquio
Durante bastante rato se mantuvo un debate enconado en el que los tertulianos se colocaron en una superioridad moral por encima de Rey afirmando que intentar conseguir trabajo a través del rey era indignante. "Considero que el chantaje al rey no es un comportamiento legítimo, pero considero mucho peor los malos tratos", rebatió. Ahora bien, el momento más tenso del programa llegó cuando Bárbara Rey inició un nuevo melón: el maltrato físico que Lecquio ejerció sobre su exmujer Antonia Dell'Atte.
Mientras Lecquio seguía hablando por encima de la voz de la vedete, Bárbara se dirigió a la cámara y aleccionando con dicho índice dijo: "Trending topic para ver las cartas de Alessandro Lecquio. La vergüenza de las cartas de Alessandro Lecquio, donde reconoce que pegaba a su mujer". Mientras que la malagueña se levanta y muestra una sonrisa de oreja a oreja en la cámara abriendo los brazos, Lecquio sigue insistiendo en que "la única persona que ha sido condenada por un delito" del plató era Rey. Los aplausos del público señalaron a Rey como a vencedora del combate dialéctico –y de decibelios–. Además, la que fue amante del emérito también se dirigió al programa cuestionando la presencia de un maltratador confeso en todas las tertulias televisivas, algo que intentó ser silenciado cuando el conductor del programa pidió que a realización que se le apagara el micro a Rey.
"Él no tiene inteligencia"
Con un dominio absoluto de la performación televisiva, Rey se desarrolló con contundencia frente a tertulianos que a marchas forzadas salían en defensa de la institución monárquica ante los reproches y la crudeza de las declaraciones de la vedete. "Si yo tengo miedo a una persona es de alguien que me demuestra que es inteligente, corazón y frialdad, pero él no tiene inteligencia", ratificó sin pelos en la lengua.
En este caso, la conversación en la que se reconoce la voz de la murciana no se dirigía a Juan Carlos, sino a una tercera persona. Rey reconoció que en un determinado momento se instaló una grabadora en el teléfono para que grabara todas las conversaciones, también aquellas en las que no conversaba con el padre de Felipe VI.
"Adolfo Suárez no se insinuaba"
Hacia el final del programa, Rey desgranó a las diferentes personas con las que estuvo en contacto por aquel entonces, a raíz de la relación que mantenía con el rey y también por la búsqueda de trabajo en diferentes televisiones y películas que le eran automáticamente denegadas por, según explica, estar en una lista negra entre las altas esferas.
Una de las personas con las que habló fue con el entonces presidente de España, Adolfo Suárez. "No me sentí cómoda", confiesa Rey sobre el encuentro que mantuvo con el líder de la UCD. "¿Puede que Adolfo Suárez se te insinuara, y por eso no se portó bien contigo?", pregunta el conductor del programa. "Adolfo Suárez no se insinuaba, las insinuaciones son mucho más sutiles", aseguró Rey.