Marius Borg, hijo de Mette-Marit de Noruega, acusado por la policía de tres violaciones y veinte delitos más
La casa real noruega ha emitido un comunicado en el que se limita a decir que se están siguiendo los procesos habituales del sistema legal
BarcelonaLa monarquía noruega vive uno de sus momentos más bajos después de que Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit, haya sido imputado por 23 delitos, tres de ellos violaciones, según informó la policía, que dio por cerrada la investigación del caso. Ante estas graves acusaciones, la casa real del país nórdico ha hecho público un escueto comunicado: "El caso está siguiendo el sistema legal y los procedimientos normales. No tenemos nada más que añadir".
Hoiby, fruto de una relación de Mette-Marido anterior a su matrimonio con el príncipe heredero Haakon, está imputado por un caso de violación, dos de violación sin coito y cuatro de comportamiento sexual ofensivo, en una lista que también incluye amenazas, vandalismo, abusos y delitos de tráfico. Otros posibles delitos, como el de abuso en relaciones íntimas contra una de sus exnovias, han sido archivados por falta de pruebas. El joven reconoce delitos de violencia contra una mujer y amenazas a un hombre pero no las violaciones.
"Ha sido una amplia investigación que ha incluido el análisis de mucho material digital y en el que se han interrogado muchos testigos", dijo en rueda de prensa Andreas Kruszewski, abogado de la Policía, que ahora enviará el caso a la Fiscalía del Estado para decidir sobre una posible acusación formal.
Hasta ahora el hijo de Mette-Marit ha sido detenido tres veces después de que el pasado agosto fuera retenido durante unas horas a raíz de un incidente en el apartamento de una exnovia. Su casa, situada en la misma propiedad donde residen los príncipes herederos, fue cacheada por la policía. Poco después de su primera detención, el joven, de 28 años, reconoció tener problemas con el alcohol y otras drogas.
Entonces su padrastro, el príncipe Haakon de Noruega, sí se pronunció sobre los hechos y remarcó que se trataba "de un asunto serio". Por su parte, la madre del joven admitió que el año pasado fue "muy duro" y que toda la familia recibió "ayuda profesional" del sistema sanitario.