Caravaggio 2025

Encuentro extremadamente burro renunciar a la obra de un artista por la vida que ha llevado este artista, y perdérsela, o, en el peor de los casos, promover que se la pierdan los demás. Conocer al artista nos ayuda a entender la obra, pero, en el momento de la creación, el artista –al igual que nosotros cuando consumimos su obra– se sitúa en otro ámbito. El mundo de la creación es un lugar, por cierto, de un rigor moral más estricto que la propia vida. Vargas Llosa, por ejemplo, tan penosamente anticatalanista, escribió algunos de los mejores ensayos que encontrará sobre elTirante.

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Lógicamente, estos días, la exposiciónCaravaggio 2025en el Palau Barberini tiene las entradas agotadas. La vida de Caravaggio está llena de atestados policiales por su conducta escandalosa y marginal, llegando a ser condenado a muerte por el asesinato de un hombre. Quien sabe si es primero el huevo o la gallina, pero debe tenerse un carácter muy radical –aunque no necesariamente explícito– para provocar un terremoto artístico como el que implicó a Caravaggio. Haber conocido los márgenes de las convenciones explica la visión desengañada de sus pinturas, un desengaño que limita con el deseo tan ávido de la belleza que transmite. La belleza está siempre al borde de la destrucción, como lo están suCesta de frutao suBaco enfermo. 

Una de las impresiones fuertes de la exposición es poder ver, una a la vuelta de la esquina, tres pinturas con la misma modelo haciendo de María Magdalena, Santa Caterina y Judit. se acerca a la rueda de torturas cómo se acercaría una chica a su amante. La belleza de esta modelo, con toda la complejidad vital de su carácter, pasada por los personajes que interpreta a través de la imaginación del pintor, es una experiencia espiritual muy infrecuente, un placer impagable, nunca mejor dicho.

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La obsesión de Caravaggio con los pies tiene que ver con tener los pies en el suelo, el realismo sucio o arte povera. Tuvo que volver a pintar unSan Mateoporque el patrón encontraba que los pies descalzos del santo estaban demasiado en primer plano, y la pintura nueva no fue ni mucho menos tan brillante. Los pies sucios de santos y peregrinos son la señal de la vida vivida, de la liquidación del idealismo platónico y la extirpación de la bondad ingenua o hipócrita de la cancelación, que tanto daño ha hecho y se refiere a la inteligencia humana, que es como decir a la libertad.