Comemos

El restaurante convertido en centro cívico

La Porta del Món, en Banyoles, es un espacio de encuentro cultural y de inserción social presidido por la sororidad

BanyolesHay un restaurante en Banyoles en el que cada plato tiene la firma de una mujer. Donde trabajar no es sólo un trabajo, sino un trampolín para personas en situación de vulnerabilidad. Un restaurante tejido a partir de la sororidad e impulsado por una asociación de mujeres en plena pandemia, que con el tiempo se ha convertido en el centro cívico del casco antiguo de la capital del Pla de l'Estany. Un espacio de encuentro cultural y de inserción social pero también para romper estereotipos. Situado en la antigua Fonda Comas, a sólo tres minutos a pie de la plaza Mayor y del museo Darder, La Porta del Món nació en otoño del 2020 como un proyecto comunitario sin ánimo de lucro que daba respuesta a una necesidad que había captado la asociación de mujeres Món Banyoles tres años atrás. Se trataba de crear un espacio donde mujeres migradas ganaran confianza y autonomía para dar el salto al mundo laboral sin el riesgo de ser explotadas a partir de lo que les generaba más confianza: la cocina.

Ahora, cinco años después, el proyecto acaba de dar un salto más: suma fuerzas con la Fundación Sergi, una entidad privada que realiza acción social en las comarcas gerundenses, para librarse de la parte más burocrática de la gestión de un local, así como la gestión de subvenciones. Y también abre sus puertas a otra inserción: la de la gente más joven.

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La respuesta a dos necesidades

La Fundación Sergi ha encontrado en La Porta del Món la respuesta a una necesidad compartida entre su equipo a finales del año pasado. "Como Fundación Sergi no teníamos un espacio de inserción laboral, de acompañar la entrada al mundo laboral, el restaurante La Porta del Món fue el primer proyecto que visitamos. Almorzando, se juntaron las dos necesidades", explica Èlia Llinàs, técnica de proyectos y alianzas de la entidad. "Salió de forma natural", añade Anna Quintanas, profesora de filosofía en la Universidad de Girona y una de las impulsoras de la asociación Món Banyoles.

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Del mismo modo natural nació la asociación de mujeres en el 2017. "Como mujeres, nos dimos cuenta de la segregación en el Pla de l'Estany, que la gente no se mezcla –recuerda Quintanas–. Y surgió la idea de crear una asociación con la mirada y la voz de mujeres de diferentes orígenes". Al principio el aprendizaje del catalán copaba los encuentros, así como la celebración de fiestas, pero enseguida vieron que "las mujeres que llevaban buena comida querían trabajar pero carecían de experiencia laboral", detalla Fatiha Bouchiba. Ella es la técnica del proyecto y palo de pajar de todo lo que supone el restaurante: desde los fogones a las formaciones, y también buscando mujeres a las que les interese entrar en la asociación.

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Bouchiba llegó a Banyoles con su marido, procedente de Marruecos, hace ya 18 años. La integración inicialmente fue lenta, pero cuando su hija creció dio el paso de estudiar primero un ciclo de gestión y después un grado superior de integración. "Conocer el proceso de migrar te ayuda más a conectar con las personas en situaciones similares", reflexiona. Cuando Fátima Soussan llegó de Marruecos hace cuatro años conoció a Bouchiba. Soussan acababa de ser madre y no tenía con quien dejar al niño para empezar a trabajar. Un tiempo después, volvió a encontrarse a Bouchiba en el supermercado y oyó hablar por primera vez del restaurante. "No sabía que el proyecto era para ayudar a personas como yo", dice Soussan. Ahora es la encargada de la sala, la camarera que toma todas las notas del menú entre semana y la carta de sábados y domingos y sirve los platos. "Yo había trabajado en Marruecos pero mi experiencia no era valorada en España y tuve que empezar de cero", añade.

Comidas para facilitar la conciliación

El horario de La Porta del Món también le facilita la gestión familiar. Lo mismo dice Hadija, que lleva dos años en la cocina después de haber realizado el curso de formación. "El horario, de media jornada, me superó –expresa, mientras enseña con orgullo las pastas marroquíes que son un éxito total en el restaurante–. La escuela está justo delante del restaurante y salgo a las cuatro de la tarde". La Porta del Món sirve comidas de miércoles a domingo, pero el espacio está abierto casi todo el día como lugar de encuentro comunitario inclusivo, ya sea para mejorar el nivel de catalán como para realizar actividades que buscan romper prejuicios y barreras, siempre tejiendo red entre mujeres.

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Un local que exuda la esencia del proyecto

"Eres dentro de un espacio pensado y diseñado con cuidado, sororidad e ilusión". Una pizarra con estas palabras escritas a mano da la bienvenida al restaurante La Porta del Món de Banyoles. saluda a los clientes cuando llegan Es muy cerca de una pequeña tienda de productos solidarios de artistas y artesanos locales decorada con una auca feminista dibujada en blanco y azul sobre baldosas. pero también se estudia el potencial de la anterior terraza de la antigua Fonda Comas.